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Salud y Bienestar

La Fe instala un equipo para investigar enfermedades neurodegenerativas, con especial atención al Alzheimer

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València, 18 ago (EFE).- El Instituto de Investigación Sanitaria (ISS) La Fe ha sido dotado temporalmente con un equipo PET dedicado al cerebro para realizar un estudio internacional multicéntrico con voluntarios afectados por enfermedades neurodegenerativas, con especial atención a la enfermedad de Alzheimer.

Este equipo estará localizado en el Servicio de Medicina Nuclear dentro del Área Clínica de Imagen Médica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, ha informado la Generalitat en un comunicado.

El objetivo de este estudio es evaluar la calidad y la cuantificación de las imágenes generadas por el PET CareMiBrain, en comparación con la imagen cerebral estándar obtenida con el PET/TC clínico en uso en el centro y optimizar, así, su aportación clínica práctica.

Esta evaluación se realizará en pacientes con patologías neurológicas que se sometan a un estudio PET/TC por indicación médica previa.

El estudio internacional multicéntrico está liderado por el Hospital Clínico San Carlos, al que se suman tres hospitales de Europa y Estados Unidos: el Hospital Universitario UKT de Tübingen, en Alemania; el Hospital General de Massachussets, MGH, en Boston, y el Hospital Universitario y Politécnico La Fe, que participarán para alcanzar un total superior a 350 pacientes.

El proyecto cuenta con la financiación del Programa de Investigación e Innovación de la Unión Europea Horizonte 2020 (G.A. 711323).

La lacra del Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más relevante. En todo el mundo, casi 36 millones de personas padecen alzhéimer o una demencia relacionada.

En Europa afecta a unos 7,5 millones de personas (el 75 % de todos los casos de demencia) y se espera que aumente hasta los 10,5 millones en 2030, con una tasa de prevalencia declarada del 6,2 % entre las personas con edad superior a 60 años.

El nuevo sistema PET dedicado al cerebro permitirá la visualización de pequeñas estructuras cerebrales, algo fundamental para satisfacer las necesidades de los estudios neurodegenerativos y ampliar el conocimiento sobre el cerebro humano.

La cesión del equipo CareMiBrain pone nuevamente de manifiesto la investigación de excelencia en innovación clínica con imagen médica de la mano de GIBI230 y del Área Clínica de Imagen Médica.

El equipo ha sido cedido temporalmente por la empresa valenciana Oncovision, especializada en el diseño, desarrollo, producción y comercialización de sistemas de imagen molecular, incluyendo PET dedicados a múltiples órganos.

En noviembre de 2018, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades aprobó la actualización del Mapa de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS) para incorporar al Grupo de Investigación Biomédica en Imagen (GIBI230) como la primera ICTS española de base hospitalaria, dentro de la Red Distribuida de Imágenes Biomédicas (ReDIB).

El objetivo de este nodo Imaging La Fe es ofrecer su equipo tecnológico para la adquisición y procesado de imágenes médicas, datos radiológicos y experiencia de investigación basada en imágenes tanto a los investigadores que trabajan en el campo de la biomedicina, la física médica y la ingeniería biomédica, como a los especialistas clínicos que desarrollan proyectos de investigación, ensayos clínicos y cursos de capacitación.

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¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?

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chupar cabezas de gambas
PEXELS

Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.

Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?

Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.

1. Posibles contaminantes y toxinas

Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.

Cadmio: el peligro oculto

Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.

El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.

2. Bacterias y parásitos

El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.

3. El sistema digestivo de las gambas

En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.

4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables

Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.

Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas

  • Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
  • Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
  • Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.

¿Es necesario evitarlo por completo?

Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.

Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.

Conclusión

Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.

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