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Salud y Bienestar

‘La guerra de las galaxias’ inspira a una doctoranda contra el cáncer

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'La guerra de las galaxias' inspira a una doctoranda contra el cáncer
La biotecnóloga Pilar Baldominos (centro), doctoranda de la UPV en en el Dana-Farber Cancer Institute de la Universidad de Harvard. EFE/UPV
València, 20 abr (EFE).- La investigadora de la Universitat Politècnica de València (UPV) Pilar Baldominos ha estudiado los mecanismos de defensa que presentan células tumorales para sobrevivir al sistema inmune y a la inmunoterapia en el tratamiento contra el cáncer, en un trabajo en el que ha incluido referencias a personajes de ‘La guerra de las galaxias’ para esclarecer lo logrado.

Baldominos, estudiante de doctorado por la UPV en el Dana-Farber Cancer Institute de la Universidad de Harvard, ha explicado que su trabajo recoge los resultados obtenidos gracias a la tecnología PADMEseq (Photoconversion of Areas to Determine Micro Environments), desarrollada por ella, y que combina el uso de ratones JEDI (Just eGFP Death Inducer).

«En nuestro laboratorio, el cáncer es el lado oscuro y la ciencia es la fuerza«, ha asegurado Baldominos, quien ha afirmado que tanto Padme como Jedi son nombres inspirados en ‘La guerra de las galaxias».

Ha destacado que, combinando ambos personajes de la saga, se consigue marcar bajo el microscopio las regiones donde se encuentran las células que el sistema inmune no es capaz de matar para compararlas con otras regiones tumorales.

«Hemos identificado una población de células en los tumores que son capaces de resistir a la inmunoterapia y que en principio parecen ‘dormidas’ pero que tienen capacidad de generar un nuevo tumor», ha señalado Baldominos.

Gracias a esta técnica, «sabemos que estas células resistentes están agrupadas en una especie de vecindarios hostiles y prácticamente impenetrables para las células del sistema inmune, que son las que en principio deberían matarlas», ha explicado.

De hecho, «las pocas que consiguen entrar son ‘súper disfuncionales’ y juegan más a favor del tumor que en su contra», ha expuesto Baldominos, quien en su trabajo con el equipo del Dana Farber Institute Cancer ha demostrado que dentro de un tumor hay pequeñas regiones en las que viven células tumorales con características muy concretas.

Estas células se caracterizan por apenas dividirse y generar a su alrededor un ambiente hostil para el sistema inmune, lo que hace que, a pesar de los esfuerzos por revitalizarlo, la terapia siga fracasando y sobrevivan a ella, han informado fuentes de la UPV.

«Estudiar las células que el Sistema inmune intenta matar pero no puede es muy complejo, ya que necesitamos saber cuál es la diana que nuestros linfocitos están buscando y comprobar que las células tumorales que sobreviven la siguen teniendo y no la han perdido (algo que se conoce como immunoediting)», ha reconocido Baldominos.

Así, ha incidido en que el ‘ratón Jedi (Just eGFP Death Inducer)’ les ha permitido observar este fenómeno por primera vez, ya que sus linfocitos están modificados para reconocer una proteína verde fluorescente que pueden introducir en las células tumorales.

«Este modelo no solo nos permite que la interacción entre linfocito y célula tumoral sea totalmente controlada por nosotros, sino que además podremos aislar de manera inequívoca las células que siguen teniéndola y a pesar de ello no han sido eliminadas por el sistema immune», ha recalcado.

Una vez identificados estos micro-vecindarios tumorales que provocan la resistencia a la terapia, el siguiente paso del equipo de investigadores fue estudiar qué células se encuentran en ellos y su estado, puesto que las células del sistema inmune pueden actuar a favor o en contra del tumor, y para ello se desarrolló la tecnología PADMEseq.

«Usando un ratón cuyas células son capaces de cambiar de color verde fluorescente a rojo es como podemos marcar bajo el microscopio las regiones donde se encuentran estas células que el sistema inmune no es capaz de matar y compararlas con otras regiones tumorales, con lo que podemos conseguir una resolución súper precisa«, ha explicado la autora del estudio.

Ha resaltado que todo esto ha desvelado que las microrregiones de resistencia tienen una menor densidad de células del sistema inmune y las que entran tienen un carácter pro-tumoral, lo que imposibilita la correcta activación del sistema inmune y explica la resistencia a la terapia.

Según Baldominos, estos descubrimientos podrían ayudar a seleccionar mejor qué pacientes responden mejor a la inmunoterapia y sirven para seguir mejorando las terapias actuales: «Entender quiénes son los vecinos de estas células nos ayuda a saber por qué la terapia fracasa y abre nuevas vías a estudiar como poder revertirlo».

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Buenas noticias

Descubren un nuevo método para administrar quimioterapia con menos efectos secundarios

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quimioterapia efectos secundarios
EUROPA PRESS

Una investigación pionera desde la Universidad de Arizona

Un grupo de científicos de la Universidad de Arizona (EE.UU.) ha desarrollado un innovador método de administración de fármacos quimioterapéuticos que promete reducir los efectos secundarios y mejorar la eficacia en el tratamiento de cáncer de páncreas y cáncer de mama.

El trabajo, publicado en la prestigiosa revista científica Nature Cancer, describe una nueva formulación del conocido fármaco paclitaxel, uno de los pilares de la quimioterapia moderna. La investigación sienta las bases de una plataforma que podría aplicarse no solo a distintos tipos de tumores, sino también a otras enfermedades que requieren tratamientos farmacológicos agresivos.

Paclitaxel: un fármaco eficaz, pero con toxicidad

El paclitaxel es un medicamento utilizado desde hace décadas en la lucha contra el cáncer de mama, pulmón, páncreas y ovario. Sin embargo, su principal limitación es la toxicidad, ya que afecta también a tejidos sanos, acumulándose en órganos como el hígado y el bazo.

El profesor Jianqin Lu, investigador principal del estudio, lo resume así:
«El paclitaxel es potente y destruye las células cancerosas, pero para liberar todo su potencial terapéutico, tenemos que abordar su toxicidad. Eso significa mejorar la manera en que llega a los tumores y lograr que permanezca más tiempo en ellos».

Paclitaxome: nanovesículas que dirigen el tratamiento

El nuevo método, probado en modelos de ratón, aprovecha las nanovesículas, diminutas burbujas de grasa que actúan como vehículos para transportar el fármaco directamente al tumor.

El equipo de la Universidad de Arizona creó una versión modificada del paclitaxel llamada Paclitaxome, uniendo químicamente el fármaco a la esfingomielina, una grasa presente en las membranas celulares. Esto permite que el medicamento se concentre en el tumor, permanezca más tiempo en circulación y reduzca el impacto en los tejidos sanos.

Los resultados son prometedores: Paclitaxome superó a las formulaciones estándar como Taxol y Abraxane en pruebas contra el cáncer de mama triple negativo y el cáncer de páncreas avanzado. Además, una versión mejorada del fármaco (CD47p/AZE-Paclitaxome) logró reducir de forma significativa el crecimiento tumoral y aumentar la supervivencia en los modelos preclínicos.

Avances en terapias combinadas contra el cáncer

Otra de las claves del estudio es que esta tecnología facilita la combinación de tratamientos. Los investigadores insertaron gemcitabina, otro quimioterápico, dentro de las nanovesículas junto al paclitaxel, logrando una eficacia superior frente a la administración conjunta de fármacos convencionales.

También combinaron el paclitaxel modificado con carboplatino para prevenir la recurrencia del cáncer de mama triple negativo, eliminando la enfermedad metastásica en ratones.

«Esta estrategia se puede aplicar a otros fármacos y enfermedades», explica Lu. De hecho, el equipo ya la probó con camptotecina, utilizada contra el cáncer de colon, con resultados positivos.

Hacia los primeros ensayos clínicos en humanos

El oncólogo Aaron Scott, coautor del estudio, señala que el avance es relevante porque mejora la administración del fármaco, retrasa su eliminación del organismo y reduce efectos secundarios, lo que aumenta la eficacia global del tratamiento.

El siguiente paso será recopilar más datos preclínicos y dar el salto a los primeros ensayos clínicos en pacientes humanos. La plataforma podría aplicarse también en combinación con inmunoterapias, que buscan activar al sistema inmunitario para atacar las células cancerígenas.

«Nuestro objetivo es llevar esto a ensayos clínicos en humanos. Esta plataforma puede abarcar una variedad de tumores para pacientes que necesitan desesperadamente mejores terapias», concluye Scott.

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