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La valenciana Clara Martínez Alberola nueva jefa de Gabinete del presidente de la Comisión Europea
Publicado
hace 8 añosen
(EUROPA PRESS)-El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha anunciado este miércoles el nombramiento de la valenciana Clara Martínez Alberola como su nueva jefa de Gabinete, en relevo del alemán Martin Selmayr, que asciende a secretario general del Ejecutivo comunitario.
Martínez Alberola, que hasta ahora ejercía de jefa adjunta del equipo Juncker, se convertirá así a partir del 1 de marzo en la primera mujer que ocupa este puesto de responsabilidad y también en el primer representante español que asume la jefatura del Gabinete de un presidente de la Comisión.
«He querido nombrarla –y es mi decisión, no del Colegio–, porque en dos años y medio he observado que tiene un conocimiento del asunto comunitario que supera lo ordinario», ha explicado Juncker sobre la elección de la valenciana, en una rueda de prensa para anunciar los cambios en la arquitectura del Ejecutivo comunitario.
«Es española, pero sobre todo europea», ha destacado el presidente comunitario, que se ha mostrado feliz por contar con Martínez como jefa de su Gabinete a partir del 1 de marzo. Juncker ha subrayado que es la primera vez en que «un nacional español se convierte en jefe de Gabinete» y la «primera mujer llamada a cumplir estas funciones».
«Celebro que haya aceptado, los comisarios han acompañado la decisión con aplausos», ha revelado el presidente de la Comisión, tras la reunión del Colegio de Comisarios en la que se ha confirmado la reforma en la estructura de la Comisión.
Martínez Alberola cuenta con una larga trayectoria como funcionaria europea (llegó a la Comisión Europea en 1991), periodo durante el que ha trabajado en cuestiones tan dispares como Mercado Interior o asuntos de Ampliación, hasta pasar en 2005 a formar parte del equipo del anterior presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
Licenciada en derecho, la valenciana destacó durante los diez años que acompañó a Barroso en los trabajos para diseñar el marco comunitario para proteger el Estado de derecho de amenazas sistémicas en los Estados miembro, el procedimiento del Artículo 7 del Tratado de la UE que ahora –por primera vez– la UE sopesa activar por Polonia.
Con la llegada de Juncker al Ejecutivo comunitario, Martínez Alberola pasó a formar parte de su equipo como ‘número 3’ en el escalafón, centrando su labor en las relaciones interinstitucionales, coordinar la gestión de la crisis migratoria y el desarrollo del programa de trabajo de la Comisión.
UN ALEMÁN COMO SECRETARIO GENERAL
El nombramiento se produce en el marco de una regeneración más profunda en la arquitectura de la institución, provocada por la dimisión del actual secretario general, el holandés Alexander Italianer, y que ha obligado a Juncker a rediseñar el reparto de altos cargos.
Juncker ha asegurado que conocía desde el nombramiento de Italianer su decisión de ser relevado en marzo de este año y ha justificado la elección del relevo, Martin Selmayr, como una continuación de la política de su Ejecutivo.
«La Comisión seguirá al cargo de los asuntos comunitarios durante 20 meses, así que he pensado que sería necesario nombrar como secretario general a alguien que conoce la casa y tiene ramificaciones en toda Europa y más allá. Así que no habrá ruptura política», ha argumentado el exprimer ministro luxemburgués.
De máxima confianza de Juncker, Selmayr es una figura polémica en el encaje de Bruselas ya que sus detractores le atribuyen un excesivo peso en la toma de decisiones de la Comisión y un férreo carácter para imponer sus ideas.
Preguntado por las fricciones que puede provocar el ascenso del alemán, Juncker se ha declarado «harto» de que se le pregunte por el pasaporte de los altos cargos y ha defendido que «no es alemán, sino que viene de Alemania», en el sentido de que quienes trabajan para la Comisión «no tienen nacionalidades».
«Estoy convencido de que cumple todas las condiciones previas que se deben cumplir para ser un secretario general competente», ha expuesto, para después quitar hierro al hecho de que «a veces» Selmayr tenga «relaciones difíciles» con algunos comisarios, directores generales o con quienes quieren «influir desde el exterior» el trabajo de la Comisión.
Tanto Selmayr como Martínez Alberola fueron distinguidos en 2016 por el Gobierno de Mariano Rajoy con la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III y la Cruz de Isabel la Católica, respectivamente.
EQUILIBRIO DE GÉNERO
El ajuste en los puestos de dirección anunciado este miércoles por Juncker ha incluido, además, una decena de nuevos nombramientos en las direcciones generales del Ejecutivo comunitario, de los que la mitad de ascendidos son mujeres. Bruselas ha querido subrayar así sus esfuerzos para cumplir con el objetivo de concluir esta legislatura (en mayo de 2019) con una representación del 40 % de mujeres en los puestos de máxima responsabilidad.
Con los últimos cambios, el Ejecutivo comunitario suma un 36% de mujeres en cargos de responsabilidad, frente al cupo del 11% con que contaban al inicio de legislatura. «Necesitamos más mujeres en la dirección para cambiar también las dinámicas», ha celebrado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, al ser preguntada por los nombramientos.
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Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.
Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.
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Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.
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La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.
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Raíces familiares e influencias
Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.
De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.
Formación y primeros pasos
Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.
Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.
Poesía satírica y provocación inteligente
Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.
También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.
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Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.
Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.
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Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.
Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo
El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.
Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.
Principios inquebrantables
Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
La última distinción y la despedida
A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.
El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.
Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.
Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.
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