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El libro de Aless Lequio: Ana Obregón desvela el testamento de su hijo

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Carmen Martín |

Madrid (EFE).- “Quiero tener hijos aunque no esté” le transmitió Aless Lequio a sus padres antes de morir, relata Ana Obregón en el libro “El chico de las musarañas”, publicado este miércoles, donde relata en detalle el doloroso proceso vivido por la familia desde que a su hijo le diagnosticaron un cáncer.

“Para mi hijo Aless, el amor de mi vida” es la dedicatoria con la que Ana Obregón inicia el libro publicado por HarperCollins, ya en segunda edición solo con las preventas, que comenzó a escribir su hijo cuando le diagnosticaron cáncer, y que consta de 312 páginas, 72 de ellas escritas por el joven fallecido a los 27 años.

El libro de Aless Lequio

“Soy reflexivo. Honoris causa en el arte de la desconexión. También soy alma máter en Ciencias Políticas, Económicas y Marketing Digital, Pero me aburre el plano terrenal, prefiero el de las musarañas”, comienza el texto que ocupa de la página 159 a la 231, y que ha sido respetado íntegramente en su versión original.

En estas páginas, Aless Lequio utiliza a las musarañas y personajes ficticios para lanzar pensamientos e ideas durante su enfermedad como que “la eterna felicidad es para el eterno gilipollas”. “Una pesadilla con la que llevaba luchando dos meses sin mediar palabra con mis padres hasta que la situación fue insostenible”, cuenta.

“Mi madre es actriz, de las que han peregrinado en Hollywood, de las que nunca dejan de trabajar (…) Hacerse el tonto es de listos y ella se lleva el Óscar”, afirma en otro fragmento.

El testamento de Aless Lequio

La última voluntad del hijo de Ana Obregón, cuenta en el libro, fue tener un hijo. “Mamá, papá… Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer… Por favor”.

“Te prometí que te salvaría y no pude cumplirlo. Te juré en el hospital que cumpliría tu última voluntad, y ese milagro se ha hecho realidad (…) Por fin tendré un poquito de ti aquí conmigo y nunca jamás volveré a estar sola”, escribe Obregón sobre el nacimiento por gestación subrogada de la niña Ana Sandra.

“Este es mi tercer duelo. Perdí a mi amor de pareja cuando era joven (Fernando Martín, el jugador de baloncesto fallecido en accidente de tráfico), y después a mi madre y a mi hijo en menos de un año (…) Cuando tu hijo muere, lo que puedes llegar algún día es a aceptar que no lo aceptarás jamás”, añade.

Ana Obregón relata cómo vivió el nacimiento de Aless: “Llegamos al hospital horas antes perseguidos por una fila de veinte paparazzi…tirada en la parte de atrás del coche, tapada con una colcha ese caluroso y bendito 23 de junio de 1992”, relata.

Y cuenta cómo le cambio la vida en apenas horas un “puto 23 de marzo”. “Mamá me muero de dolor, me voy a urgencias”. “Me duele de cojones, mami, lo de cojear es porque me da más clase”, bromeaba. “Nunca perdía su sentido del humor”, escribe.

Lo que parecía un simple abceso resultó ser un tumor maligno de diez centímetros. “¿Cómo un tumor. ¡¡Me quiero morir!! ¿Es cáncer? Se han equivocado joder. Dígame que esto no es verdad, se lo suplico -balbuceé compulsivamente sin esperar respuestas mientras las lágrimas rodaban irremediablemente por las mejillas y me derrumbaba en la silla como un peluche de algodón de azúcar-“, escribe.

En el capítulo “Prohibido llorar”, Obregón cuenta la lucha contra el sarcoma, el tratamiento oncológico y parte de su duelo, unas narraciones que se componen de conversaciones con su hijo y reflexiones.

La autora narra que ha descubierto que “el duelo es el jardín de la compasión” y que aunque le cueste levantarse de la cama, su única misión es seguir el legado de su hijo. “He decidido no utilizar pastillas, ni alcohol ni psicólogos para aliviar mi dolor”, reflexiona.

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Así es la Felicitación de Navidad 2025 de la Casa Real

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La Felicitación de Navidad 2025 de la Casa Real Española llega este año cargada de simbolismo, emoción y raíces. Lejos de los escenarios más formales, la Familia Real ha elegido una imagen que habla de cercanía, tradición y compromiso con todo el país, especialmente con la España rural.

La felicitación presenta una fotografía inédita de los Reyes Felipe VI y Letizia, acompañados por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, tomada en Valdesoto (Asturias), localidad distinguida como Pueblo Ejemplar 2025. El entorno rural elegido no es casual: representa el reconocimiento a los pequeños municipios, a sus gentes y a su papel esencial en la identidad de España.

Una imagen que transmite unidad y servicio

La fotografía, captada durante la visita oficial a Valdesoto con motivo de la entrega del galardón, muestra a la Familia Real en un ambiente natural y cercano. No es solo una estampa navideña, sino una imagen que refuerza valores como la unidad, el servicio público y la tradición.

Con este gesto, la Casa Real pone el foco en los pueblos, las comarcas agrícolas y los parajes naturales, rindiendo homenaje a una España que cuida sus costumbres y mira al futuro sin perder sus raíces.

Un mensaje sencillo, directo y afectuoso

La felicitación incluye el mensaje:

“Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2026. Con todo nuestro afecto y los mejores deseos.”

Unas palabras breves, pero cargadas de cercanía, pensadas para llegar a todos los hogares y acompañar a los ciudadanos en unas fechas marcadas por el encuentro, la reflexión y la esperanza.

Las firmas de toda la Familia Real

Uno de los detalles más significativos de la Felicitación de Navidad 2025 es que incorpora las firmas de Don Felipe, Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Este gesto refuerza la imagen de familia y continuidad, subrayando la implicación conjunta de todas las generaciones en el servicio a España.

Símbolos que refuerzan el mensaje

En el diseño exterior de la felicitación destaca el escudo de la Casa Real, acompañado del lema:

“Servicio, compromiso y deber”

Una declaración de principios que resume el espíritu del mensaje navideño y el papel institucional de la Corona.

Un homenaje a la España rural

El significado de esta felicitación va más allá de la Navidad. La elección de Valdesoto y del entorno asturiano busca reconocer el esfuerzo de los pequeños municipios, la vida en el medio rural y la importancia de preservar las tradiciones.

Este mensaje conecta con las palabras pronunciadas por la Princesa Leonor durante la visita, en las que puso en valor la labor de las comunidades rurales y su contribución al bien común.

 

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