Elda (Alicante), 26 abr (EFE).- La Policía Nacional ha detenido en Elda (Alicante) a un matrimonio que regentaba un centro estético por presuntos abusos sexuales a clientas, algunas de ellas menores de edad, a quienes grabaron desnudas y recibiendo el tratamiento de depilación en la zona genital que habían contratado.
Ha sido identificadas 83 víctimas y a los arrestados se les imputan, además, diversos delitos de descubrimiento y revelación de secretos, así como de producción de pornografía infantil, según un comunicado de la Dirección General de la Policía.
Incluso, llegaron a emplear un «bolígrafo espía» para captar en detalle los tocamientos a sus víctimas.
La investigación se ha desarrollado durante varios meses gracias a la cooperación internacional en la lucha contra la explotación sexual de menores a través de las tecnologías de la información y la comunicación.
Desde la Embajada de Estados Unidos en Madrid se informó a los agentes sobre la existencia de conexiones en España desde las que se estarían distribuyendo contenidos con material de pornografía infantil a través de Internet.
Según estos datos, un usuario subió a una plataforma varios archivos en los que aparecían menores de edad que estaban siendo víctimas de abusos sexuales.
Una vez identificada la titularidad de las conexiones, los agentes registraron el domicilio de los detenidos donde hallaron gran cantidad de archivos relativos a la explotación sexual de menores. Parte de estos archivos resultó ser de carácter particularmente degradante para las víctimas, según la nota de prensa.
También se hallaron tres discos duros con más 500 grabaciones con cámara oculta, principalmente a mujeres y niñas adolescentes que acudían a la clínica para recibir un tratamiento de depilación.
Adicionalmente se le imputa al hombre un presunto delito de tenencia y distribución de pornografía infantil. Durante el registro domiciliario se intervino diverso material electrónico para su análisis forense y, así, poder determinar el alcance de las actuaciones de los detenidos.
En la mayoría de los casos, los archivos son vídeos de clientas desnudas de cintura para abajo recibiendo el tratamiento de depilación en la zona genital.
Los arrestados disponían supuestamente de varias cámaras ocultas instaladas en la habitación del establecimiento para realizar dos tipos de grabaciones.
En primer lugar, con visión cenital, al colocar una cámara de vídeo oculta en una rejilla de ventilación ubicada en el techo de la sala de la clínica de estética, y, por otro lado, con visión frontal en detalle de los genitales de las víctimas.
Para ello utilizaban un «bolígrafo cámara espía» que situaban lo más próximo posible sobre la camilla donde se tumbaban las clientas, sin que ellas se percataran.
Del análisis detallado de las cientos de grabaciones, de unas cinco horas de duración cada una aproximadamente, se ha demostrado que algunas de las víctimas también lo fueron por abuso sexual, puesto que la detenida masajeaba los genitales durante varios minutos llegando, incluso, al acceso carnal con la excusa del tratamiento estético que se estaba realizando.
Los investigadores han localizado grabaciones desde el año 2012, cuando la mujer empezó a trabajar en la clínica, y de otras clientas que siguieron siendo atendidas en su propio domicilio cuando la clínica cerró.
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