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Muere Paquita la del Barrio a los 77 años

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Muere Paquita la del Barrio
Paquita la del Barrio

La icónica cantante mexicana deja un legado de lucha y empoderamiento

La cantante mexicana Paquita la del Barrio, ícono de la música popular y símbolo del despecho y la lucha feminista, ha fallecido este lunes a los 77 años en su hogar en Veracruz, según confirmó su familia a través de un comunicado en redes sociales.

«Con profundo dolor y tristeza, confirmamos el fallecimiento de nuestra querida Paquita la del Barrio. Fue una artista única e irrepetible que deja una huella imborrable en el corazón de todos los que la conocimos y disfrutamos de su música», expresaron sus familiares, sin detallar las causas del deceso.

Paquita, cuyo nombre real era Francisca Viveros Barradas, deja un legado inmenso en la música mexicana, con más de 20 millones de discos vendidos, superando a artistas como Rocío Jurado y Joan Manuel Serrat. Su estilo inconfundible, una mezcla de ranchera, bolero y balada, la convirtió en un referente para varias generaciones.

‘Rata de dos patas’, un himno del desprecio que trascendió fronteras

Aunque su carrera estuvo llena de éxitos, la canción que la catapultó a nivel internacional fue ‘Rata de dos patas’, lanzada en 2004. Con su estilo inconfundible, Paquita convirtió esta pieza en un auténtico himno del desprecio hacia los hombres que maltratan y engañan.

«Te estoy hablando a ti», decía con su inconfundible voz antes de lanzar una letanía de insultos memorables: «rata inmunda / animal rastrero / escoria de la vida / adefesio mal hecho / alimaña / culebra ponzoñosa».

Contrario a lo que muchos pensaban, la canción no iba dirigida a un exmarido de Paquita, sino al expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, símbolo de la corrupción política en México. Aun así, la canción se convirtió en el himno de millones de mujeres que encontraron en Paquita una voz que expresaba su dolor y rabia.

Una vida marcada por el desamor y la lucha

La historia de Paquita la del Barrio es un testimonio de resistencia y superación. Nacida el 2 de abril de 1947 en Alto Lucero, Veracruz, su infancia y juventud estuvieron marcadas por la adversidad.

Siendo adolescente, fue obligada a casarse con un hombre mayor que resultó ser bígamo. Tras separarse y volver a casarse, sufrió nuevas decepciones amorosas y quedó sola con tres hijos, que fueron criados por su madre.

Su carrera musical comenzó en la Ciudad de México, donde cantaba en bares y locales de dudosa reputación. Su repertorio inicial estaba compuesto por boleros y rancheras, pero su interpretación llena de pasión y rabia la llevó a diferenciarse de cualquier otra artista de su época.

Cuando logró el reconocimiento, fundó su propio local, Casa Paquita, donde el escritor Juan Villoro describió un ambiente lleno de mujeres amas de casa fugitivas, oficinistas en busca de caos y burócratas que escuchaban sus desgarradoras letras con una mezcla de dolor y placer.

Feminismo, despecho y empoderamiento en su música

Aunque su mensaje parecía controvertido y hasta contradictorio, Paquita la del Barrio logró convertirse en un símbolo del feminismo popular. Sus canciones relataban historias de mujeres que habían sido engañadas y traicionadas, pero que también tomaban el control de su destino.

En su emblemática ‘Tres veces te engañé’, cantaba sin remordimientos:

«La primera por coraje / la segunda por capricho / la tercera por placer».

Su llegada a España en 1992 fue un fenómeno inesperado. El público la recibió con curiosidad, influenciado por la presencia de Chavela Vargas, quien había abierto camino a la música ranchera en el país. Pedro Almodóvar, intelectuales y seguidores de la cultura mexicana acudieron a verla en la Casa de América y la Sala Caracol, donde dejó al público atónito con su actitud desafiante.

Su frase «¿Me estás oyendo, inútil?», lanzada en plena actuación, se convirtió en otro de sus lemas icónicos.

Un legado que sigue vigente en la era del #MeToo

El impacto de Paquita la del Barrio no se limitó a México o al mundo hispanohablante. En plena era del #MeToo, sus canciones adquirieron nuevas interpretaciones y se convirtieron en himnos de mujeres de todas las edades que denunciaban el machismo y el abuso.

A pesar de su fama, nunca dejó de cantar para públicos controversiales. Llegó a actuar para narcotraficantes, aunque siempre se defendió diciendo que «eran gente muy culta».

Paquita no solo le cantó al despecho, sino a sus miles de admiradoras que vieron en ella a una mujer que hablaba sin filtros y con una fuerza inquebrantable.

Su última etapa y la despedida

En los últimos años, la salud de Paquita se había visto afectada por problemas de movilidad. En 2021, se presentó en Premios Billboard en silla de ruedas, donde recibió un homenaje a su trayectoria y pronunció un emotivo discurso:

«A veces uno piensa que no vale nada en la vida, pero con este premio me doy cuenta de que sí he valido. Gracias a ustedes y a mi México querido».

Su fallecimiento marca el fin de una era en la música mexicana, pero su legado sigue más vivo que nunca.

Descansa en paz, Paquita. Tus canciones seguirán resonando en las voces de quienes encuentran en ellas una forma de resistir, llorar y sanar.


Datos clave de la trayectoria de Paquita la del Barrio

  • Nombre real: Francisca Viveros Barradas
  • Fecha de nacimiento: 2 de abril de 1947
  • Álbumes lanzados: Más de 30
  • Discos vendidos: Más de 20 millones
  • Éxito más conocido: Rata de dos patas (2004)
  • Premios y reconocimientos: Billboard Latin Music Awards, Premio Lo Nuestro

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Cultura

Muere Alfonso Ussía

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Alfonso Ussia

Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.

Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.

Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.

Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.

Su compromiso con la escritura hasta el final

La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.

Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.

Raíces familiares e influencias

Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.

De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.

Formación y primeros pasos

Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.

Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.

Poesía satírica y provocación inteligente

Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.

También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.

Estrella indiscutible de ABC

Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.

Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.

Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.

El retiro en Ruiloba y una vida nueva

Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.

Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo

El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.

Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.

Principios inquebrantables

Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.

La última distinción y la despedida

A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.

El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.

Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.

Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.

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