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Norma Duval pide desesperadamente volver a ver a Carmen Sevilla

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MADRID, 25 Oct. (CHANCE) – Tiene 62 años pero aparenta 10 menos. Purificación Martín Aguilera, más conocida como Norma Duval, es una mujer que siempre ha roto moldes pero ahora prefiere una vida tranquila y plácida junto a su pareja, el alemán Matthias Kühn, junto al que ha encontrado la estabilidad sentimental, después de sendos matrimonios fallidos con Marc Ostarcevic -con el que tuvo a sus tres hijos, Marc, Christian y Yelko- y posteriormente con José Frade.

La vida le ha regalado dos hijas, aunque el motivo no es del todo alegre, ya que tras la muerte de su hermana Carla Duval debido a un cáncer, sus sobrinas Andrea y Paula se fueron a vivir con ella.

Además, la ex vedette es abuela de un niño de cinco años de su hijo mayor por lo que ha cumplido el sueño de tener a toda la familia cerca y disfrutar de un descanso más que merecido después de años de tourness y giras por España y fuera de nuestras fronteras.

El pasado miércoles Norma Duval asistió a un acto para agradecer a los cuidadores el tiempo que dedican a sus familiares enfermos bajo el lema ‘Tu trabajo habla muy bien de ti’. Durante el citado evento, la presentadora se sorprendió al ver un vídeo que le habían preparado en el que su hijo Yelko le reconoce su sacrificio y le agradece su labor en el cuidado de su madre y hermana y llegó a llorar al escuchar otro de Matthias Kühn, en el que la reconocía todo el tiempo que había dedicado al cuidado de su madre que padece Alzheimer.

Pero ella también sorprendió a todos los presentes al hacer un llamamiento a Augusto Algueró Jr, hijo de Carmen Sevilla, para que le deje ver a su madre, que padece la misma enfermedad y que lleva años en una residencia.

NORMA DUVAL: «LA LABOR DE LOS CUIDADORES NO ESTA RECONOCIDA POR LA SOCIEDAD»
CHANCE: Un trabajo muy poco valorado el de los cuidadores, ¿no?

Norma Duval: Sí… Pero pueden pedir ayuda, hay que cuidar a los que cuidan porque son los que mayor desgaste tienen y no está reconocido por la sociedad tanto como debería. Con este lema se quiere destacar el trabajo que implica esfuerzo, paciencia y lucha diaria. Un trabajo que es sinónimo de entrega. Es verdad que a veces resulta un poco cuesta arriba, os puedo asegurar que es complicado y difícil, pero implica también mucho cariño.

NORMA DUVAL: «AUGUSTO SE HA CRIADO CON MI HERMANA Y HEMOS FORMADO UNA FAMILIA MUY BONITA»
CH: Lamentablemente tú has tenido que dedicar mucho tiempo a cuidar a otros…

N.D: Sí. Pero quiero aprovechar para decir una cosa. Yo tengo un gran cariño, grandísimo cariño, por una mujer que está enferma y que se llama Carmen Sevilla. Empecé a trabajar con ella a los 17 años y lo que empezó siendo un tema profesional después Carmen se convirtió en mi familia. Su hijo Augusto se ha criado en gran parte con nosotros, con mi familia, con mi hermana con la que ha crecido y hemos formado una familia muy bonita en los años en los que hemos tenido mucho contacto. Después la vida, por diferentes motivos nos ha separado un poco porque te casas, tienes hijos, te divorcias, te casas otra vez, viajas… Pero el cariño siempre ha estado ahí presente.

HACE TRES AÑOS LE PIDIÓ VERLA Y AUN NO HA OBTENIDO NINGUNA RESPUESTA
CH: ¿No las has visto?

N.V: Yo en el año 2015 le pedí a Augusto que me dejara ver a su madre porque yo quiero despedirme de ella y no tengo respuesta. Desde aquí le hago un llamamiento para que me deje despedirme de Carmen Sevilla. Quiero verla y abrazarla, no quiero despedirme delante de un ataúd.

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Iñaki Urdangarin rompe su silencio en su entrevista más dura: “Perdí prácticamente todo y uno de los amores de mi vida, que es Cristina”

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Iñaki Urdangarin
IÑAKI URDANGARIN/ EUROPAPRESS

Iñaki Urdangarin ha concedido la que ya es su entrevista más impactante desde que fue condenado por el caso Nóos. Durante 55 minutos de conversación en el programa Pla seqüència, de La 2 Cat, el exduque de Palma se ha abierto como nunca y ha repasado, sin filtros, los episodios más dolorosos de su vida reciente: la cárcel, la soledad, la caída personal y profesional y, sobre todo, el final de su matrimonio con la infanta Cristina.

En una charla íntima, en catalán y con un periodista al que le une una amistad de más de 30 años, Urdangarin ha mostrado una faceta desconocida para el gran público, marcada por la autocrítica, la emoción y el reconocimiento de las pérdidas que arrastra desde hace más de una década.

“Lo peor de mi condena fue perder a mi mujer”

La pregunta fue directa y la respuesta, demoledora. Al ser interrogado por el momento más duro de su etapa en prisión, Iñaki Urdangarin no dudó:
“Lo que perdí en prisión fue mucho tiempo. Materialmente perdí prácticamente todo. Y después hay una pérdida muy grande, uno de los amores de mi vida, que es Cristina”.

El exmarido de la infanta Cristina reconoció que el proceso judicial y la posterior condena no solo le arrebataron su libertad, sino también su estabilidad emocional y familiar. “Fue un periodo muy duro. Lo pasamos muy mal durante toda esa época y hubo consecuencias. Me da pena porque es una mujer a la que quiero mucho”, confesó, visiblemente emocionado.

Cataluña, el lugar desde el que decide hablar

Urdangarin explicó que eligió este formato y este idioma por una razón muy personal. Cataluña es el territorio donde creció, donde fue feliz y donde nacieron sus cuatro hijos. “La vinculación con esta tierra es muy importante. Mis hijos son catalanes y ahora estoy a medio caballo entre Vitoria y Barcelona”, señaló al inicio de la entrevista.

Esa cercanía emocional marcó el tono de toda la conversación, en la que se mostró tranquilo, aunque con nervios inevitables al enfrentarse por primera vez a una entrevista televisada tras años de silencio.

El día que supo que entraría en prisión

Uno de los momentos más reveladores llegó al recordar el instante exacto en el que supo que su ingreso en prisión era inevitable. “Estaba comiendo con mi mujer, Cristina, en Ginebra. Yo había trabajado 16 años para darle la vuelta a las acusaciones. Hasta el último momento pensamos que podíamos lograrlo”, relató.

Tras conocer la sentencia, reunió a sus hijos en Suiza para explicarles la situación y decidir juntos cómo afrontar lo que estaba por venir. Un episodio que, según él, marcó un antes y un después en su vida familiar.

“El primer día en la cárcel fue el peor”

Iñaki Urdangarin describió su llegada a prisión como un golpe devastador. “Cuando entras te das cuenta de que se ha acabado una etapa y empieza otra larga y dura. Todo cae. No tienes teléfono, no tienes nada. Los tres primeros meses lo pasé muy mal”, aseguró.

Por motivos de seguridad, eligió cumplir su condena en la prisión de mujeres de Brieva, donde vivió prácticamente aislado. “Era estar en un módulo vacío. Fueron mil noches dentro, con sus mil días”, recordó, reconociendo que no gestionó bien emocionalmente aquel periodo.

“Lloré muchísimo y entré en un bucle negativo”

El exdeportista olímpico no escondió su vulnerabilidad al hablar de su estado psicológico. “No estoy orgulloso de cómo gestioné emocionalmente mi situación. Lloré muchísimo y preocupé a la gente que estaba fuera”, confesó.

Con el paso del tiempo, encontró en la escritura una vía de escape. Durante meses llenó cuadernos con pensamientos, miedos y reflexiones que le ayudaron a recomponerse. No descarta que algún día esos escritos puedan convertirse en unas memorias, siguiendo la estela de otros miembros de la familia real.

El apoyo clave: su madre y sus hijos

Si hubo una figura esencial durante su caída, esa fue su madre, Claire Liebaert. “Ha sido mi primer apoyo siempre. Ella me conoce, igual que mis hijos”, afirmó. Urdangarin insistió en que su entorno más cercano nunca dudó de él: “Mi madre y mis hijos saben que es imposible que yo tuviera voluntad de delinquir”.

Una afirmación con la que vuelve a defender su versión de los hechos y su papel en el caso Nóos, aunque asegura que hoy vive sin rencor.

“El rencor no te ayuda, solo te resta energía”

El cierre de la entrevista estuvo marcado por un mensaje de aprendizaje personal. Urdangarin explicó que el rencor fue uno de los sentimientos que más trabajó en prisión. “Tienes que repasar honestamente lo que has hecho bien y lo que has hecho mal, aceptar dónde estás y darte cuenta de que el rencor no te ayuda. Eso se quedó allí, cuando se cerró la puerta de la prisión”, concluyó.

Con esta entrevista, Iñaki Urdangarin rompe definitivamente su silencio y ofrece su testimonio más crudo hasta la fecha, poniendo palabras al coste personal, familiar y emocional de uno de los mayores escándalos de la historia reciente de la familia real española.

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