Valencia
VÍDEO | ‘Pantanada de Tous’: 41 años del horror que quedó grabado para siempre
Publicado
hace 3 añosen
																								
												
												
											València, 20 oct (OFFICIAL PRESS/Loli Benlloch/ EFE).- La pantanada de Tous (Valencia) cumple este 41 años, una catástrofe que dejó ocho víctimas mortales y numerosos daños materiales pero sirvió para avanzar en la recogida de datos hidrológicos en tiempo real y en la mejora de las predicciones meteorológicas, así como en la construcción de presas.
«Al final se aprende de los errores», señala a EFE el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, quien destaca que «el gran problema» entonces fue el desconocimiento de lo que estaba sucediendo: solo se sabía que «llovía mucho», pero no se tenían datos para valorar la magnitud de una situación meteorológica «extrema».
Pantanada de Tous
De hecho, el origen de la pantanada que anegó varios pueblos de la comarca de La Ribera fue una situación atmosférica excepcional, si bien la víspera del suceso «no llovía y nadie sabía que iba a caer una lluvia enorme», por lo que los trabajadores de la presa se fueron a sus casas al acabar la jornada laboral, explica Polo.
Cuando empezaron las precipitaciones, que de madrugada se convirtieron en torrenciales, no había datos; de hecho, el primero que se tuvo fue de la central de Millares, aguas arriba de la de Tous, que alertó de que estaban pasando 600 metros cúbicos por segundo por el río a primera hora de la mañana del 20 de octubre, señala Polo.
Las lluvias llegarían a superar ese día los mil litros por metro cuadrado en la zona de Muela de Cortes.
«Un cúmulo de desgracias»
El actual presidente de la CHJ señala que se juntaron «un cúmulo de desgracias» en la presa, ya que las lluvias de la noche del 19 al 20 de octubre ocasionaron que se cortara el suministro eléctrico por un problema en un transformador y también se cortó la red telefónica.
El aliviadero de la presa tenía unas compuertas que no se pudieron abrir -no había fluido eléctrico ni grupos electrógenos operativos-, y se intentó abrirlas a mano, pero ese proceso requería de «33 horas ininterrumpidas del trabajo de dos personas» y además por encima de las compuertas ya se estaba vertiendo agua, lo que suponía un peso adicional que ocasionó que se rompieran las llaves.
A partir de las cinco de la tarde del 20 de octubre de 1982, el nivel del agua sobrepasó la coronación de la infraestructura, que era de materiales sueltos, y se empezó a desmoronar, hasta que sobre las 19:15 horas cayó un muro, arrastró una de las compuertas y dio paso a una pantanada que generó «una ola de unos 15.000 o 16.000 metros cúbicos por segundo».
LA PRESA RETUVO LA AVENIDA
Polo destaca que, a pesar de la catástrofe, la presa retuvo la avenida de agua del río Júcar y dio tiempo a avisar a las poblaciones de la comarca de La Ribera, a las 18:15 horas, de que abandonaran las casas y se fueran a zonas altas, aunque al parecer el aviso no llegó a Carcaixent, donde se produjeron siete de las ocho víctimas mortales.
El presidente de la CHJ señala que no se sabe si de haber podido accionar las compuertas se hubiera roto o no la presa, pero destaca que, a pesar del desmoronamiento, «salvó vidas» al retener la avenida de agua del Júcar, pues de lo contrario se habría juntado con las puntas de los ríos Sellent y Albaida y habría dado lugar a riadas sin poder avisar a la población.
Destaca también que, a raíz de este suceso, se creó en toda España, empezando por la CHJ, el sistema automático de información hidrológica, que recoge datos en tiempo real de toda la cuenca de lluvias y de caudales en ríos y presas; a nivel meteorológico se instalaron radares en todo el país para mejorar la predicción meteorológica, y también se mejoró la prevención de inundaciones.

Detalle de la fuente del pueblo viejo de Beneixida, que fue arrasado por el pantano de Tous y que cumple este jueves cuarenta años. EFE/Ana Escobar
UNA NUEVA PRESA REFERENTE
La nueva presa de Tous se inauguró en 1996 y en estos veintiséis años ha sido un referente mundial, pues viene gente de otros países a verla -la última visita ha sido de unos ingenieros americanos y la próxima será de una delegación india- y conocer sus «enormes condiciones de seguridad».
El anterior pantano, que fue ejecutado por la dirección general de Obras Hidráulicas del Ministerio, se había puesto en funcionamiento en 1978 pero todavía no estaba finalizado, ya que tenía que ser más alto, y el que le sustituyó fue encomendado ya a la CHJ.
La presa encargada de abastecer de agua a la ciudad de València y su área metropolitana y a los regadíos del canal Júcar-Turia pasó con la nueva construcción de tener una capacidad de almacenamiento de 100 hectómetros cúbicos a 360, y solo su mantenimiento supone el 50 % del presupuesto del mantenimiento de las 24 presas de la CHJ.
¿Repetir una catástrofe como esta?
A la pregunta de si se podría repetir una catástrofe como esta, Polo señala que no, pues el aliviadero de la presa actual tiene una capacidad «enorme», de 20.000 metros cúbicos por segundo.
Con motivo de este aniversario, la CHJ ha organizado, junto con el ayuntamiento de Algemesí, la Universitat de València y el Colegio de Caminos, Canales y Puertos, unas jornadas que analizarán lo ocurrido entonces, el largo proceso judicial o la responsabilidad de los ingenieros en las obras públicas.
La pantanada de Tous, un horror que quedó «grabado a fuego» en la comarca
La pantanada de Tous, ocurrida el 20 de octubre de 1982 y que dejó ocho fallecidos y cuantiosos daños materiales, ha quedado «grabada a fuego» en la mente de los habitantes de la comarca valenciana de La Ribera, que cuarenta años después la recuerdan como «algo horroroso».
Así lo explica a EFE Televisión Begoña Lluch, actual alcaldesa de Beneixida, pueblo que junto a Gavarda quedó completamente destruido por la riada causada a raíz de las lluvias torrenciales y del desmoronamiento del pantano de Tous y que tuvieron que ser construidos de nuevo en emplazamientos más altos.
Lluch, que en aquel entonces tenía 11 años, señala que la gente más mayor cuenta que ese día por la mañana hubo «inundación tras inundación», pues a causa de las grandes lluvias se desbordaron los ríos Sellent, Albaida y Júcar, y ya por la tarde «vino el grueso de todo», al desmoronarse la presa de Tous.
«Recuerdo que le dije a mi padre: vámonos de aquí, que aquí nos vamos a ahogar todos. Y mi padre me dijo: calla, mujer, si aquí el río se sale cada vez que llueve mucho», rememora la actual alcaldesa, quien destaca que lo ocurrido en 1982 no fue «una riada corriente», como las que solían vivir en la zona.
GENTE ATRAPADA EN LOS TEJADOS
Destaca que en el municipio no hubo que lamentar víctimas mortales, aunque considera que si la pantanada hubiera ocurrido de noche habría fallecido «mucha gente, seguro», pues aun así hubo vecinos que quedaron atrapados y tuvieron que pasar la noche de esa fatídica jornada en los tejados.
Una de las imágenes que se le han quedado grabadas de ese día, además de la de la gente sacando a los animales de las casas y ayudándose unos a otros, fue la de un vecino que vivía en la parte baja y subió hasta su casa: «Recuerdo perfectamente, como si lo estuviera viendo, a mi padre frotándole las piernas con alcohol, porque estaba completamente helado».
La pantanada arrasó totalmente Beneixida, pues la avenida de agua derrumbó muchas casas y aunque otras quedaron en pie ya no eran habitables, por lo que hubo que construir un nuevo pueblo.
PERDER LA CASA PERO MANTENER LAS RAÍCES
«Yo perdí mi casa, como todos los vecinos, pero ganamos otra, y en las raíces te aseguro que nadie nacido en Beneixida las ha perdido», asegura Lluch, quien no puede evitar emocionarse mientras recorre el viejo pueblo y los pocos restos que quedan, como la fuente, el pozo de agua o la antigua iglesia, que ahora es una ermita.
Muestra los pinos que ocupan el espacio donde hace cuatro décadas había casas, y asegura que tanto ella como el resto de vecinos suelen bajar a menudo al antiguo pueblo, donde por ejemplo es ya una tradición ir a comer y merendar en Pascua.
«Tengo que decir que aquí estamos mucho mejor y vivimos mucho más tranquilos que allí», explica la alcaldesa, quien destaca que el pueblo queda ahora «mucho más alto» y cuando ha habido lluvias torrenciales no han tenido problemas de inundaciones. «Ni espero que los volvamos a tener nunca más», añade.
LA SOLIDARIDAD DE OTROS PUEBLOS
Lluch tampoco olvida la solidaridad de los pueblos del alrededor, como Castelló de la Ribera, Llosa de Ranes, Alcàntara de Xúquer o Cárcer, que se desvivieron por acoger a quienes lo habían perdido todo a raíz de esta catástrofe.
«Se volcaron totalmente con todos, no hay palabras para agradecerles lo que hicieron», asegura la alcaldesa de este municipio de 639 habitantes ubicado a unos 46 kilómetros de València, quien recuerda cómo la gente acudía a la puerta de esos ayuntamientos para ofrecer a cuánta gente podían acoger en sus casas.
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Valencia
Las claves de la declaración de Maribel Vilaplana ante la jueza: extorsión, llamadas de Mazón durante la DANA y una despedida hablando de fútbol
Publicado
hace 9 horasen
3 noviembre, 2025
														La periodista y presentadora Maribel Vilaplana ha declarado este lunes ante la jueza que investiga la gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024, un episodio que dejó 229 víctimas mortales en la Comunitat Valenciana. Durante su comparecencia, Vilaplana ha afirmado que fue víctima de un intento de extorsión con supuestas imágenes suyas saliendo de la vivienda del expresidente Carlos Mazón, unas grabaciones que ella ha calificado de “falsas o manipuladas”.
Vilaplana confirma que Mazón no estuvo incomunicado durante la comida
La comunicadora ha comparecido en calidad de testigo ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, donde ha relatado los detalles de la comida que mantuvo con Mazón el día de la catástrofe, en el restaurante El Ventorro, entre las 15:00 y las 18:45 horas.
Según su testimonio, el entonces presidente de la Generalitat “atendía llamadas y escribía mensajes” durante toda la reunión. “Se levantaba para contestar al teléfono, hablaba y escribía, aunque estaba más pendiente de escuchar que de conversar”, ha declarado Vilaplana.
Además, ha indicado que Mazón firmó un sobre con documentos durante el encuentro y que en ningún momento escuchó palabras relacionadas con la emergencia, como “DANA”, “Cecopi” o “lluvias”.
Sin tique del parking: la jueza ordena verificar los movimientos
La magistrada solicitó a la periodista que presentara el tique del aparcamiento donde dejó su coche ese día, ya que Mazón la acompañó hasta su vehículo tras la comida. Vilaplana ha asegurado que no conserva el comprobante, por lo que el juzgado ha ordenado requerirlo al banco y a la empresa gestora del parking para verificar las horas exactas de entrada y salida.
De acuerdo con su versión, Mazón la acompañó hasta el coche antes de dirigirse al Cecopi, donde compareció públicamente horas después.
“Se quitó la americana y se puso un jersey”: los detalles del final del encuentro
Vilaplana ha explicado que, al terminar la comida, el expresidente “se quitó la americana y se puso un jersey que llevaba en una mochila”, aunque no ha podido confirmar si era el mismo con el que apareció en el Cecopi esa noche.
Estos detalles, aparentemente menores, son valorados por el tribunal por su posible relevancia temporal dentro de la reconstrucción de los hechos del 29 de octubre de 2024.
“Me han querido extorsionar con imágenes falsas”
Uno de los momentos más tensos de la declaración se produjo cuando Vilaplana reveló haber sido víctima de un intento de extorsión mediática.
“Me han querido extorsionar con imágenes falsas o manipuladas. Se está intentando destruir mi reputación y eso es algo que no voy a permitir”, declaró visiblemente emocionada, según fuentes judiciales.
La periodista aseguró que alguien intentó chantajearla con presuntas imágenes de ella saliendo de casa de Mazón, aunque no precisó quién o cuándo se produjo el intento.
Asimismo, insistió en que su relación con el expresidente era estrictamente profesional y denunció estar siendo objeto de una campaña de difamación desde que su nombre apareció en la causa de la DANA.
Una testigo clave en la investigación de la DANA
El testimonio de Maribel Vilaplana fue solicitado por la Audiencia de Valencia, al considerar que podía aportar información sobre las comunicaciones de Mazón durante las horas críticas del desastre natural.
La periodista podría haber presenciado llamadas relevantes con miembros del Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) o con responsables políticos de la gestión de la crisis.
Durante el fin de semana anterior a su declaración, Vilaplana acudió al hospital por sentirse indispuesta, según fuentes cercanas, debido a la fuerte presión mediática a la que ha estado sometida.
Contexto y repercusión mediática
La comparecencia de Vilaplana ha generado un gran interés público, ya que se trata de una figura conocida en los medios valencianos y su testimonio afecta directamente a la imagen del actual presidente del Consell.
Mientras tanto, la investigación judicial continúa centrada en determinar si hubo negligencia o falta de coordinación durante la gestión de la DANA, una de las catástrofes más graves en la historia reciente de la Comunitat Valenciana.
💬 “Cuenta la verdad por ellos”
Entre las personas concentradas frente al juzgado se encontraba un hombre que perdió a su madre durante la catástrofe. Con una fotografía en las manos, se ha acercado a Vilaplana y le ha pedido con firmeza:
“Cuenta la verdad por ellos, por las víctimas.”
El gesto ha generado un momento de fuerte tensión y emoción en el acceso al edificio judicial. La periodista ha continuado su camino sin responder y ha entrado rápidamente al interior para prestar declaración ante la jueza instructora.
Declaración ante la jueza
Ya en el interior del juzgado, Vilaplana ha explicado que el día de la DANA mantuvo una comida de trabajo con el entonces presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en el restaurante El Ventorro. Según su versión, el encuentro se prolongó desde las 15:00 hasta las 18:45 horas, momento en el que ya se conocían víctimas mortales por la riada.
Durante su testimonio, la periodista ha señalado que Mazón “no mostró prisa” en ningún momento y que “se despidieron hablando de fútbol”. También ha subrayado que el expresidente “estaba comunicado, atendía llamadas, hablaba y escribía mensajes en su móvil”, por lo que considera que no se encontraba incomunicado durante la emergencia.
Mazón dimite como presidente de la Generalitat Valenciana y mantendrá su acta de diputado
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