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Salud y Bienestar

Utilizan plantas para crear nanopartículas con anticuerpos contra el SARS-CoV-2

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Utilizan plantas para crear nanopartículas con anticuerpos contra el SARS-CoV-2

Científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de València (UPV), han obtenido nanopartículas recubiertas con anticuerpos contra el coronavirus (SARS-CoV-2) a partir de ‘biofactorías’ de plantas.

Este método, desarrollado junto con el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas, centro mixto del CSIC y la Universitat de València (UV), es económico y evita la contaminación con patógenos humanos, ha informado el CSIC.

En concreto, han creado nanopartículas con pequeños anticuerpos monoclonales de cadena simple (nanobodies) que actúan contra la proteína que envuelve el coronavirus SARS-CoV-2.

Estas nanopartículas podrían emplearse como reactivo en test de diagnóstico y, tras su evaluación, como fármaco para neutralizar la infección del virus. Los resultados se publican en la revista Plant Biotechnology Journal.

El grupo de investigación liderado por José Antonio Darós en el IBMCP utilizó plantas de la especie Nicotiana benthamiana para producir nanopartículas recubiertas de pequeños anticuerpos monoclonales de cadena simple, también llamados ‘nanobodies’.

Los anticuerpos son moléculas esenciales del sistema inmunitario, capaces de unirse a cualquier estructura extraña para poner en marcha otros mecanismos que destruyen elementos potencialmente peligrosos para el organismo (virus, bacterias, células tumorales…). En concreto, los nanobodies obtenidos en este trabajo actúan contra la proteína S del SARS-CoV-2, la ‘llave’ que permite al coronavirus infectar las células.

La obtención de fármacos a partir de las plantas se remonta a los albores de la humanidad. Ahora se modifica el proceso, convirtiendo a las plantas en fábricas para producir compuestos de interés.

«De la misma forma que se puede extraer un compuesto producido de forma natural por una planta, nosotros inducimos la producción de la molécula que queremos, en este caso las nanopartículas recubiertas con nanobodies», explica Darós.

Para ello, utilizan la capacidad de los virus para infectar a las plantas de forma rápida y sistémica, insertando en el genoma del virus el gen que codifica el anticuerpo que quieren producir.

“En lugar de producir estos nanobodies como moléculas individuales, en este proyecto desarrollamos la producción de nanopartículas, estructuras moleculares cuya escala es nanométrica, que sirven como soporte para la presentación de dichos anticuerpos», revela Darós.

La nanopartícula que utilizan es la propia partícula viral, cuya proteína estructural es fusionada a un anticuerpo, de forma que «al autoensamblarse estas proteínas estructurales obtenemos macromoléculas multivalentes, que presentan cientos de repeticiones del anticuerpo en cuestión» describe.

«Así aumenta su capacidad de acción, ya que los nanocuerpos multivalentes muestran una avidez mayor hacia su diana y, por tanto, son más potentes para neutralizarla», agrega.

 

Ventajas de utilizar plantas como biofactorías

Este sistema de producción de nanopartículas multivalentes en biofactorías de plantas podría ser usado para producir cualquier nanobody de interés, aseguran los investigadores.

«En particular, las nanopartículas desarrolladas en este trabajo podrían utilizarse como reactivo en test de diagnóstico del coronavirus, como por ejemplo las tiras reactivas ampliamente comercializadas», incide el investigador posdoctoral en el IBMCP y coautor principal del estudio, Fernando Merwaiss.

«En un paso posterior, se podría evaluar su capacidad de ser usadas también como agentes terapéuticos capaces de inhibir la propagación viral», agrega.

Además de su bajo coste de producción (las plantas solo necesitan luz solar, agua, CO2 y algunos nutrientes para crecer), utilizar plantas como biofactorías para generar compuestos de interés farmacológico tiene la ventaja de «la improbabilidad de contaminación con patógenos humanos, la facilidad de escalar la producción y la capacidad de realizar modificaciones postraduccionales similares a las de las células de mamíferos», remarca Merwaiss.

Además, este método añade la posibilidad de producir cientos de nanobodies agrupados en una misma macromolécula multivalente, lo que aumenta notablemente su capacidad de acción. EFE

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Salud y Bienestar

Cómo eliminar el anisakis de la merluza y disfrutar del pescado sin riesgos

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El anisakis es un parásito presente en muchos pescados y cefalópodos que puede causar anisakiasis, una enfermedad que provoca trastornos digestivos y reacciones alérgicas graves. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advierte que el consumo de pescado crudo o poco cocinado es el principal riesgo, y ofrece recomendaciones para disfrutar del pescado con seguridad.

1. Selección y manipulación del pescado

El primer paso para evitar la infección es elegir pescado fresco y limpio, preferiblemente sin vísceras. Si compras el pescado entero, retira las vísceras inmediatamente, ya que el parásito se encuentra principalmente en ellas. Este gesto reduce significativamente el riesgo de anisakiasis.

2. Cocción adecuada: el método más efectivo

Cocinar el pescado correctamente es fundamental para eliminar el anisakis. Asegúrate de que la temperatura interna alcance al menos 60 °C durante un minuto. Como guía práctica:

  • Una pieza de pescado de 2,5 cm de grosor necesita unos 10 minutos de cocción, dándole la vuelta a la mitad del tiempo.

  • Puedes freír, hornear, cocer o cocinar a la plancha, siempre controlando la temperatura uniforme.

3. La congelación salva vidas

Cuando el pescado se va a consumir crudo o semicrudo, la congelación es obligatoria. Las recomendaciones de AECOSAN incluyen:

  • Congelar a –20 °C o menos durante mínimo cinco días.

  • Usar frigoríficos con tres estrellas o más para asegurar la temperatura.

  • Comprar pescado ya congelado de proveedores que cumplan esta norma.

4. Preparaciones que requieren congelación

Algunas recetas tradicionales o internacionales deben seguir este paso:

  • Boquerones en vinagre, ceviche, sashimi o sushi.

  • Carpaccios y pescados marinados.

  • Huevas crudas, arenques o pescados ligeramente salados.

  • Pescado ahumado en frío.

5. Productos que no necesitan congelación

No todo el pescado requiere congelación:

  • Moluscos bivalvos: mejillones, ostras, almejas, coquinas.

  • Pescados de agua dulce: truchas, carpas.

  • Semiconservas y pescados curados: anchoas, bacalao, mojamas.

6. Legislación y responsabilidad

La UE y España obligan a que los productos de la pesca estén libres de parásitos visibles y que los establecimientos garanticen la seguridad de los alimentos crudos o semicocidos. Además, los consumidores tienen derecho a información sobre congelación previa.

7. Prevención: clave para disfrutar del pescado

La prevención del anisakis combina:

  • Elección de pescado limpio y fresco.

  • Cocción a temperaturas seguras.

  • Congelación adecuada cuando sea necesario.

Siguiendo estas recomendaciones, es posible disfrutar de la merluza y otros pescados sin riesgos, equilibrando tradición culinaria y seguridad alimentaria.


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