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Salud y Bienestar

¿Por qué no se deben guardar los medicamentos en la cocina o el baño?

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Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

Guardar los medicamentos en los sitios adecuados de casa es mucho más importante de lo que creemos. La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) avisa sobre esta cuestión para que no se desencadenen problemas de salud.

Ahora que ya es habitual que el termómetro roce o supere los 40 grados en los meses de verano, determinados medicamentos pueden alterar la adaptación del organismo a las altas temperaturas.

Guardar los medicamentos

Entre los medicamentos con los que hay que extremar precauciones en caso de ola de calor figuran:

  • los fármacos diuréticos, que pueden propiciar una mayor pérdida de líquidos.
  • los tranquilizantes y antidepresivos, que pueden impedir la pérdida de calor del organismo.
  • los medicamentos hipertensivos, que hacen bajar la presión arterial y agravan los efectos de calor.

Es importante evitar la toma de antiinfilamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, que pueden perjudicar el riñón en caso de deshidratación.

En caso de fiebre, conviene evitar la toma de paracetamol, debido a su ineficacia para tratar la insolación.

Ante cualquier duda sobre los tratamientos, se ha de consultar al médico para que, si procede, adapte su terapia habitual a las posibles interacciones de las altas temperaturas.

El farmacéutico comunitario también puede ayudar en cualquier duda relacionada con la medicación.

Conservación del medicamento

Han de conservarse en lugares limpios, frescos y secos, respetando las condiciones que figuren en el envase: entre +2 y +8ºC (frigorífico).

Medicamentos de conservación a una temperatura inferior a 25 o 30ºC y a temperatura ambiente cuando no haya menciones específicas al respecto.

Es aconsejable conservar en frigorífico los jarabes y suspensiones, cremas, supositorios y óvulos ya que son formas farmacéuticas más sensibles a temperaturas elevadas (en el caso de supositorios y óvulos conviene ponerlos a temperatura ambiente unos minutos antes de su aplicación).

No en vano, unas malas condiciones de conservación pueden restar eficacia a los medicamentos y producir efectos no deseados.

La cocina y el baño

La cocina y el baño, lugares donde tienden a almacenarse los medicamentos, no resultan lugares apropiados para una buena conservación, al estar sujetos a cambios bruscos de humedad y temperatura que pueden alterar sus condiciones.

Tampoco es adecuado guardar medicamentos de forma habitual en las guanteras de los vehículos en caso de viajes, ya que son lugares donde se acumula el calor.

Además, los fármacos siempre han de protegerse de la luz y conservarse en el envase original.

En el caso de que se utilicen pastilleros, se recomienda recortar los blíster para mantener las pastillas bien protegidas e identificadas.

Golpes de calor

Además de extremar la precaución con los medicamentos, es recomendable seguir una serie de medidas higiénico-dietéticas que ayudan combatir los efectos del exceso de calor en el organismo.

Entre ellas, la ingesta de líquidos aún sin tener sed–evitando el alcohol y las bebidas azucaradas o con cafeína-, el uso de ropa ligera y holgada y el consumo de frutas y verduras.

Además de evitar exponerse al sol en exceso en las horas centrales del día, conviene reconocer los síntomas del golpe de calor, que es un fenómeno frecuente, aunque no exclusivo, entre adultos jóvenes y sanos.

Estos síntomas son: reducción o cese de la sudoración (síntoma precoz), cefalea, mareo, confusión, taquicardia, piel caliente y seca, inconsciencia y convulsiones.

 

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Salud y Bienestar

Síndrome del intestino irritable: descubren la dieta más efectiva para aliviar el dolor abdominal

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Un nuevo estudio del Reino Unido revela que la dieta mediterránea puede ser una de las estrategias más efectivas para reducir el dolor abdominal y otros síntomas del síndrome del intestino irritable (SII), una condición crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo.


El síndrome del intestino irritable afecta a 1 de cada 10 personas

El síndrome del intestino irritable (SII) se caracteriza por dolor abdominal, hinchazón y alteraciones en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento. Aunque su causa exacta aún no se conoce, los expertos señalan que el desequilibrio entre el intestino y el cerebro juega un papel clave en el desarrollo de los síntomas.

Según estimaciones médicas, hasta 1 de cada 10 personas sufre esta afección, que puede llegar a alterar significativamente la calidad de vida.


La dieta mediterránea, más eficaz que la dieta tradicional

Un ensayo clínico aleatorizado de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) comparó los efectos de la dieta mediterránea con las recomendaciones dietéticas tradicionales utilizadas para controlar el SII.

El estudio, publicado en la revista científica Annals of Internal Medicine, concluyó que la dieta mediterránea no solo no es inferior, sino que resulta superior a la dieta convencional para aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable.

Esto convierte a la dieta mediterránea en una alternativa viable como primera línea de tratamiento dietético para pacientes con SII.


Cómo se realizó el estudio

Los investigadores analizaron a 110 adultos de entre 18 y 65 años diagnosticados con síndrome del intestino irritable. Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno siguió una dieta mediterránea, y el otro, una dieta tradicional durante seis semanas.

El principal criterio de evaluación fue la reducción de al menos 50 puntos en la Escala de Gravedad de los Síntomas del SII (IBS-SSS), una herramienta clínica que mide la intensidad del dolor y las molestias digestivas.

  • Resultados destacados:

    • El 62% de los pacientes que siguieron la dieta mediterránea experimentaron una mejoría significativa, frente al 42% del grupo con dieta tradicional.

    • Los participantes que adoptaron el patrón mediterráneo también registraron menor frecuencia e intensidad del dolor abdominal y una mejor calidad de vida.


Por qué la dieta mediterránea puede ayudar al intestino

La dieta mediterránea se basa en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, aceite de oliva virgen extra, pescado y frutos secos. Este patrón alimentario es rico en fibra, antioxidantes y grasas saludables, componentes que ayudan a reducir la inflamación intestinal y mejorar el equilibrio del microbioma intestinal, factores clave en la evolución del SII.

 

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