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Salud y Bienestar

¿Por qué pican los lunares? ¿Es peligroso?

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Muchas personas se preocupan cuando sienten picor en los lunares, ya que suelen asociarlo con un posible cáncer de piel. Sin embargo, los dermatólogos explican que en la mayoría de los casos no se trata de un signo peligroso, sino de una reacción cutánea común. A continuación, te explicamos por qué pican los lunares, cuándo deberías preocuparte y cómo aplicar la regla ABCDE para detectar posibles cambios sospechosos.

¿Por qué pican los lunares?

El picor en los lunares puede deberse a distintas causas, la mayoría de ellas benignas y temporales:

  • Exposición solar prolongada: después de tomar el sol o acudir a una cabina de rayos UVA, la piel puede irritarse y generar picazón debido a una quemadura solar leve.

  • Rozaduras con la ropa: los lunares pueden picar o enrojecerse por el contacto con prendas ajustadas o tejidos ásperos.

  • Dermatitis o alergias: las personas con piel sensible o con problemas dermatológicos son más propensas a notar picor en los lunares.

  • Sequedad cutánea: una piel deshidratada o irritada también puede causar molestias o picazón en las zonas donde hay lunares.

En la mayoría de los casos, este tipo de picor desaparece por sí solo o con una buena hidratación y cuidado de la piel.

¿Cuándo debes acudir al dermatólogo?

El picor por sí solo no suele ser motivo de alarma, pero es importante acudir al dermatólogo si, además de picar, el lunar sangra, se agrieta, presenta costras o cambia de color o forma. Estos pueden ser signos de melanoma o cáncer de piel, por lo que requieren una evaluación médica inmediata.

La regla ABCDE para detectar lunares sospechosos

La regla ABCDE es una guía básica que ayuda a identificar cambios peligrosos en los lunares:

  • A – Asimetría: una mitad del lunar no es igual a la otra.

  • B – Bordes: son irregulares, dentados o poco definidos.

  • C – Color: presenta varios tonos (marrón, negro, rojo, azul o blanco).

  • D – Diámetro: mide más de 6 milímetros.

  • E – Evolución: cambia en forma, color o tamaño con el tiempo.

Ante cualquiera de estos signos, se recomienda una revisión dermatológica para descartar lesiones malignas.

¿Cómo saber si un lunar es bueno o malo?

Un lunar benigno suele ser uniforme en color y forma, puede ser plano o ligeramente elevado, y no cambia con los años. Los lunares nuevos o modificados deben ser examinados por un especialista, sobre todo si presentan asimetría, variaciones de color o crecimiento rápido.

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Alimentos que no debes mezclar con antibióticos

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Alimentos que no debes mezclar con antibióticos
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Hay alimentos que no debes mezclar con antibióticos tal y como informa el portal web Noticias24.com. Resulta que varias frutas, verduras, refrigerios y bebidas de consumo frecuente pueden afectar la forma en que el organismo absorbe o metaboliza los medicamentos.

1. Analgésicos y gaseosas

Para inflamaciones, dolores musculares y de cabeza, medicamentos como el ibuprofeno no deben mezclarse con bebidas gaseosas. El ácido carbónico y el ácido de las gaseosas aumentan la absorción y la concentración del medicamento en la sangre, por lo que no se puede controlar la dosis y puede intoxicar y afectar a los riñones.

Alimentos que no debes mezclar con antibióticos:

2. Antibióticos y lácteos

Los medicamentos para combatir infecciones, como la ciprofloxacina, penicilina, entre otros, jamás deben mezclarse con lácteos, pues su eficiencia disminuye.

3. Cítricos y medicamentos para reducir el colesterol malo

La mezcla puede provocar algo similar a la sobredosis. La atorvastatina, fluvastatina, lovastatina, simvastatina, rosuvastatina y pravastatina son medicamentos que se recetan para la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

4. Anticoagulantes y espinacas

Recetada para curar y prevenir la trombosis, la warfarina no puede mezclarse con los alimentos ricos en vitamina K como las espinacas, col, arándanos, ajo o brócoli, entre otros. Al ser anticoagulantes, aumentan el efecto de la warfarina y provocan sangrado.

5. Bebidas con cafeína y broncodilatadores (salbutamol)

Medicamentos como la teofilina o el salbutamol son recetados para el asma, bronquitis u otras enfermedades respiratorias. Provocan un efecto estimulante en el sistema nervioso, por lo que hay que evitar consumir cafeína, sobre todo porque la teofilina aumenta su toxicidad cuando es mezclada con cafeína.

6. Antiarrítmicos, regaliz y alimentos con fibra

La digoxina es un medicamento indicado para curar y prevenir la insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, al comer un alimento con gran nivel en ácido glicirrícico, se generan latidos irregulares o hasta un paro cardíaco. Este ácido está presente en el regaliz, que se encuentra en dulces y pasteles e, incluso, en la cerveza. Por otro lado, otros alimentos que contienen fibra dietética disminuyen la eficiencia de este medicamento, por lo que debes consumirlo al menos dos horas antes de comer fibra.

7. Alimentos ricos en potasio y medicamentos para la presión arterial

El captopril, enalapril y ramipil están recetaods para enfermedades de los riñones y el corazón. Es vital no consumir alimentos ricos en potasio como plátano, patata, soja o espinacas, que aumentan la cantidad de potasio en sangre. Es preciso evitar la sobredosis de este componente ya que podría provocar falta de aliento o latidos cardíacos irregulares.

8. Hormonas tiroideas y soja

Medicamentos como la levotiroxina y sus análogos (eutirox, bagotirox, L-tiroxina) no pueden mezclarse con soja, nueces o fibra, pues estos bloquean la absorción del medicamento.

9. Antidepresivos y carne

Los medicamentos del grupo de los inhibidores de la MAO (tranilcipromina, fenelzina, nialamida) no pueden mezclarse con carnes, pescados, quesos o embutidos secos, pues estos medicamentos al entrar en contacto con la tiramina pueden aumentar críticamente la presión.

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