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Cultura

¿Por qué se celebra el Día de la Madre?

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¿Por qué se celebra el Día de la Madre?

Este 4 de mayo se celebra el Día de la Madre, un día en el que abrazar muy fuerte a quien te dio la vida y agradecerle todo lo que ha hecho por ti.

Las madres son, en la mayoría de las ocasiones, indispensables e incondicionales, su amor, su alegría, sus ganas de verte feliz son inmensas y hacen todo lo que está en su mano para ayudarte a que se cumplan tus sueños.

Las madres dan mucho a los demás y se dejan la piel, pero ¿qué hacemos nosotros por ellas?

El Día de la Madre es un buen día para recordarles lo mucho que les que queremos y lo agradecidos que estamos por todo lo que hacen por nosotros, pero no solo este día, cada día de tu vida un simple abrazo puede ser una muestra de cariño más importante de lo que puedas imaginar.

¿Por qué se celebra el Día de la Madre?

Este día se celebra en todo el mundo, pero cada país lo hace en una fecha diferente, sin embargo, la mayoría de ellos coinciden a principios de mayo.

En España se celebra el primer fin de semana de mayo, ya que coincide con el inicio de la primavera, la renovación de las flores como símbolo femenino.

Sin embargo, la celebración del día de la madre se remonta al Antiguo Egipto cuando la civilización homenajeaba a la diosa Isis, la llamada “Gran Madre” que era objeto de culto. En las antiguas sociedades era costumbre homenajear a la diosa madre: en Grecia la diosa Rea y en Roma la diosa Cibeles.

En Europa el monoteísmo cambió el culto a divinidades distintas por la figura de la Virgen María. Cuando el Papa Pío IX declaró que el día 8 de diciembre se celebraría el Día de la Madre en homenaje a la Inmaculada concepción. ¿Qué sucedió para que cambiara al primer fin de semana de mayo?

En Estados Unidos se desarrolló una lucha que comenzaron dos mujeres: la poetisa y activista Julia Ward Howe y Anna Reeves Jarvis por el reconocimiento del Día de la Madre. La campaña que emprendieron acabó con la declaración del segundo domingo de mayo como el Día de la Madre, ya que fue reconocido en 1914 por el presidente Woodrow Wilson.

España se vio influenciada y finalmente dividió en dos las festividades, manteniendo el día de la Inmaculada Concepción y declarando en el 1965 el primer domingo de mayo el Día de la Madre, hasta nuestros días

¿Cómo celebrarlo?

El día de la madre es un día especial para demostrar tu amor, pasar tiempo junto a ella, invitarla a una escapada, una comida o simplemente pasear juntas o charlar.

Te recomendamos algunas películas para compartir este día con tu madre:

En primer lugar, Mamma mia! Un musical del culto, el amor entre madre e hija y la lucha de una madre soltera por la felicidad y el bienestar de su hija.

Tomates verdes fritos. La fuerza de las mujeres y el amor incondicional de las amigas en una historia dramática que inspira a la valentía.

Todo sobre mi madre. Una película de Almodóvar que narra el dolor de una madre tras la pérdida de su hijo, este film ganó el Óscar a Mejor Película Extranjera.

Tres anuncios a las afueras, de la ganadora del Óscar a Mejor Actriz este año, Frances McDormand, encarna a una madre que se enfrentará a todo un pueblo con los recursos que dispone para saber la verdad sobre el asesinato de su hija.

Recuerda que el Día de la Madre es solo un día más, abrázala y quiérela todo lo que puedas los 365 días restantes del año.

 

 

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Muere Álvaro Vitali, el inolvidable ‘Jaimito’ de la comedia erótica italiana

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Jaimito
Jaimito

El mundo del cine italiano y los amantes de la comedia erótica de los años 70 y 80 están de luto. Álvaro Vitali, el actor que encarnó al inolvidable ‘Jaimito’ —o Pierino, como se le conocía en Italia— ha muerto a los 75 años en Roma a causa de una bronconeumonía recidivante. Su fallecimiento pone fin a la historia de uno de los rostros más icónicos del cine popular italiano.

De electricista a estrella de la mano de Fellini

Nacido en febrero de 1950, Álvaro Vitali tuvo una infancia complicada. Las tensiones familiares le llevaron a vivir con su abuela, y abandonó los estudios tras completar la educación primaria. Se formó como electricista y trabajó en el sector hasta que una casualidad transformó su destino: conoció a Federico Fellini, quien se fijó en su físico particular y su expresividad.

Fellini lo incluyó en películas como Satyricon, Roma y Amarcord, lo que le permitió adentrarse en la industria cinematográfica italiana. Aunque sus apariciones en esas cintas eran breves, su presencia se hizo notar y abrió las puertas para que Vitali se convirtiera en protagonista en un género que marcaría su vida: la comedia erótica.

 El fenómeno Jaimito, un icono del cine popular

La década de los 70 fue clave para la carrera de Vitali, que alcanzó fama internacional con el personaje de Jaimito (Pierino). Un adolescente pícaro, maleducado y lleno de chistes subidos de tono, pero con un punto entrañable. Su risa contagiosa y su estilo irreverente conquistaron a millones de espectadores en Europa y América Latina.

Títulos como Jaimito contra todos, Jaimito, médico del seguro o Jaimito no perdona se convirtieron en fenómenos de taquilla. Aunque la saga fue perdiendo fuerza a lo largo de los años 90, dejó una huella imborrable en la cultura popular y consolidó a Vitali como un personaje de culto.

Más allá de Jaimito: otros papeles y colaboraciones

Aunque Vitali siempre será recordado por su papel de Jaimito, su carrera fue mucho más amplia. Trabajó con grandes nombres del cine italiano como Dino Risi y participó en varios spaghetti westerns y commedie all’italiana. Sin embargo, la etiqueta de Jaimito le persiguió durante toda su trayectoria, dificultando su paso a otros registros más serios.

Un final marcado por el olvido y la soledad

En los últimos años, Vitali vivió alejado de los focos y en una situación económica delicada. A pesar de haber amasado una gran fortuna durante sus años de gloria, el dinero desapareció y apenas percibía una pensión. En varias entrevistas confesó sentirse abandonado por su entorno:
«Fue un mal momento, me encontré solo. Cuando el barco se hunde, los primeros que se salvan son las ratas. Los muchos falsos amigos desaparecieron. Me quedé sin trabajo, el teléfono no sonaba, deprimido, sin ganas de ver ni hablar con nadie.»

Un legado de humor y nostalgia

Álvaro Vitali ha dejado un legado imborrable en la historia del cine popular europeo. Su personaje de Jaimito forma parte del imaginario colectivo de varias generaciones que crecieron con aquellas comedias irreverentes y desenfadadas. Su pérdida marca el fin de una era, pero su legado sigue vivo en cada carcajada provocada por su inconfundible estilo.

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