València, 16 jun (OFFICIAL PRESS EFE).- La primera víctima mortal de Jorge Palma ha sido la protagonista de la cuerta sesión del juicio a Jorge Palma.
Los médicos de la UCI del Hospital Clínico de València que atendieron a Arliene Ramos, de cuya muerte se responsabiliza a Jorge Ignacio Palma, siguieron el protocolo judicial en la custodia de las muestras de sangre de la fallecida porque sospecharon de «algo violento o anormal» en este caso.
El Tribunal del Jurado ha celebrado este jueves la cuarta sesión del juicio a Palma, el autor confeso de la desaparición de Marta Calvo y supuesto asesino de otras dos jóvenes, en la que se han escuchado testimonios sobre el fallecimiento de Arliene Ramos tras un encuentro sexual con el acusado en marzo de 2019.
Jorge Palma reclamó un servicio de «fiesta blanca»
Una de las compañeras de Arliene en el piso en el que ambas (junto a otras chicas) ejercían la prostitución en la Gran Vía Marqués del Turia de València ha explicado que Palma llegó a la vivienda minutos antes de las tres de la madrugada del 25 de marzo de 2019, y que la abandonó una hora y diez minutos después, alrededor de las cuatro, saliendo de la misma sin cerrar la puerta.
Los miembros del tribunal han podido ver el vídeo de las cámaras de seguridad con las que contaba el piso, y esta testigo ha relatado la frialdad con la que el procesado acudió a la vivienda para reclamar un servicio de «fiesta blanca».
«Arliene (que utilizaba el nombre de Elena para trabajar) llevaba unos quince días en la casa. Ella y otra chica se ofrecieron para esa ‘fiesta blanca'» aunque ella fue la elegida, ha relatado.
Arliene echaba espuma y sangre por la boca
«Cuando escuché que (el acusado) se marchaba de casa sin cerrar la puerta entré a la habitación, vi a Arliene desnuda y tirada -según ha declarado-; primero pensé que le había cortado el cuello, estaba convulsionando, vi que echaba espuma y sangre por la boca, trataba de hablar pero nunca pudo».
Esta testigo ha llamado la atención sobre el aspecto que presentaba el clítoris de la fallecida: «Me sorprendió porque estaba muy inflamado».
Su compañera ha explicado que entre varias la bajaron al portal y que trataron de que un taxista la llevara al hospital, pero no encontraron colaboración, si bien minutos después llegó una ambulancia.
En la habitación donde Arliene había mantenido un encuentro con el acusado había una copa sin consumir (gin-tonic) y «cocaína esparcida, no en bloque, sobre una mesa de cristal».
Esta testigo ha explicado al tribunal que «una ‘fiesta blanca’ es consumir cocaína por la nariz», en ningún caso «meterla en la vagina».
«Crisis epiléptica»
Por su parte, la médico del servicio de Urgencias del Hospital Clínico que atendió a Arliene ha explicado que la mujer pudo ser reanimada y estabilizada por los médicos y enfermeros del SAMU, pero que sufrió una nueva parada cardíaca al llegar al hospital y fue derivada a la UCI.
«En Urgencias hicimos un análisis de orina en el que se detectó cocaína«, ha explicado esta médico, quien ha aclarado que una sobredosis de cocaína pudo producir las convulsiones que sufrió esta víctima y que el servicio de urgencias describió como «crisis epiléptica» en el primer parte de atención.
Así lo ha confirmado también el médico de la UCI que atendió a esta joven: «La paciente venía con cinco crisis convulsivas previas, hablamos de estatus epiléptico porque no hay recuperación entre ellas, pero esto no tiene nada que ver con enfermedad epiléptica».
Primera víctima mortal de Jorge Palma
Este profesional ha detallado que se decidió mantener en un estado de muerte encefálica a la joven a la espera de que su hermana pudiese llegar a España desde Brasil para que se despidiese y quizá autorizar la donación de órganos, como finalmente se produjo.
Jorge Palma junto a Viveros
Este jueves han declarado también varios agentes de la Policía Local, tanto un grupo que prestó la primera asistencia la noche del 25 de marzo como otro que días después, el 9 de abril, retuvieron a Jorge Ignacio Palma en un control rutinario de tráfico cerca del Museo de Bellas Artes, junto a Viveros.
Una agente que le identificó como la persona que pudo salir precipitadamente de la vivienda de Marques del Turia ha explicado: «Cuando le paramos no llevaba documentación española, sino documentos colombianos; nos dijo que tenía el pasaporte retirado porque estaba en libertad provisional y llevaba tres móviles y 7.000 euros en efectivo de los cuales no dio explicación».
«Pensamos que podría ser la persona que se buscaba y estuvimos haciendo gestiones con la Policía Nacional a ver si alguien podía acudir al lugar, pero era de noche y no vino nadie. Le dejamos ir porque no teníamos nada para detenerlo. Yo sabía que a esta persona se la estaba buscando y por eso hice un informe ampliatorio del que hicieron mis compañeros la primera noche», ha explicado.
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