Salud y Bienestar
Si estás teletrabajando debes conocer los riesgos y los aspectos positivos
Publicado
hace 4 añosen
Llevábamos tiempo hablando de la necesidad de la digitalización y la industria 4.0 y ha tenido que llegar un virus para “ponerle el cascabel al gato” y “ponernos las pilas para el trabajo a distancia”, que ha venido para quedarse “como una forma más de organización del trabajo”, según el secretario general de la patronal valenciana CEV, Miguel Ángel Javaloyes.
Coincide en esta consideración el catedrático de Psicología Social y de las Organizaciones de la Universitat de València e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) José María Peiró: “Hay una tendencia clara, la digitalización en las empresas es un elemento fundamental para la competitividad y utilizar más mecanismos y más herramientas permite ser más productivos y eficaces”.
Por necesidad y obligación, muchas personas han tenido que teletrabajar y el reto a partir de ahora, con la lección aprendida, es sacar lo positivo y eliminar o contrarrestar lo negativo; para ello hay que diseñar y revisar aspectos como la dedicación a jornada completa, la posibilidad de desarrollarlo en espacios diferentes al hogar (oficinas de barrio o de «coworking») y definir qué tipos son más apropiados para el trabajo en la misma vivienda u otros lugares.
Desde la patronal autonómica consideran que el teletrabajo no será mayoritario en los próximos años, pero destacan que para que funcione bien requiere de la colaboración entre trabajadores, sindicatos y empresas y debe estar sobre la mesa en la negociación colectiva.
El auge del «coworking» muestra que la demanda se ha incrementado pero “no tenemos constancia de que haya una tendencia”, señala Javaloyes.
“Yo creo que hay una tendencia clara”, opina el catedrático sobre una forma de trabajar que ha supuesto “muchos costes para las personas” pero también “un cierto colchón para amortiguar el malestar”, y seguirá en aumento.
Según una reciente encuesta del CIS, los parados, en ERTE o las personas que no han estado teletrabajando han tenido peores índices de bienestar y salud.
Ambos señalan que hay puestos más susceptibles de desarrollarse a través del teletrabajo ya que ni todos los tipos de funciones pueden hacerlo ni todos los trabajos tienen las mismas características para hacerlo de manera adecuada y positiva.
“No es radical, para este puesto, teletrabajo sí o no”, comenta Peiró, puesto que las empresas tendrán que establecer criterios y definir en cuáles es viable y en cuáles se exige la presencialidad, si no a tiempo completo, de manera parcial.
Según el estudio “Who is Teleworking and Where from? Exploring the Main Determinants of Telework in Europe”, publicado en Sustainability y citado por Peiró, los teletrabajadores ocasionales suelen ser gerentes o profesionales hombres, pero esto ya no puede decirse de los teletrabajadores a domicilio.
LOS RIESGOS DEL TELETRABAJO
– No contar con los recursos adecuados (red de internet, equipos).
– El agotamiento. Estar permanentemente ante una pantalla requiere más atención, se necesitan más tiempos de desconexión y descanso. Las empresas deben garantizar la prevención de los riesgos laborales, incluidos los psicosociales.
– La falta de preparación del trabajador. No solo tener los conocimientos técnicos para manejar adecuadamente la tecnología, también saber organizar los tiempos, combinar trabajo y vida familiar, y ser responsable en hacer las horas comprometidas regulando las interrupciones.
– El aislamiento. La falta de relaciones personales y del sentido de pertenencia a una organización.
– La ciberseguridad.
TAMBIÉN TIENE ASPECTOS POSITIVOS
– La flexibilidad del horario. “Cuando estás más fructífero a lo mejor no es de 8 a 3”, señala Javaloyes.
– Facilita la asistencia a reuniones (telemáticas) y ahorra tiempo.
– La protección de la salud.
– Reduce las probabilidades de perder el empleo o dejarlo en suspenso.
– Beneficios en el medio ambiente por la reducción de la movilidad.
– Mejora la vida laboral y la eficacia en el desarrollo del trabajo si se combina con una recuperación de la salud (buen sueño, estructura de tiempos, ejercicio y deporte, relajación antiestrés).
LA CIBERSEGURIDAD ESTÁ EN CUALQUIERA
El riesgo depende del tipo de empresa, de qué información maneja y a qué información acceden los trabajadores, según afirma a EFE José Rosell, socio-director de S2 Grupo, especializado en ciberseguridad.
Si el trabajador está en una compañía que no maneja información sensible, y desde la empresa se le dan pautas de comportamiento seguro (cambio de contraseña del wifi para sustituir la que se da por defecto), su equipo está actualizado con antivirus y solo se va a conectar con la empresa a través de una línea VPN cifrada, “nada ni nadie, ni el operador, puede interceptar sus mensajes”, explica.
Por contra, en el caso de una empresa que trabaja con información confidencial, la cosa cambia y las medidas de seguridad deben ser mucho mayores.
Un virus puede ser “un bicho general, o un bicho dirigido” a personas que trabajan en infraestructuras básicas y la empresa debe asegurarse de que el entorno del trabajador es seguro porque podría exponerse a un riesgo injustificado.
¿Cómo sería un equipo para un entorno muy seguro? Bastionado (asegura que la configuración es segura), actualizado y con una VPN con una conexión distinta a la vivienda a través de un dispositivo USB 4G o 5G. “Cuesta dinero pero es fácil”, dice Rosell.
En este periodo de teletrabajo, las empresas grandes han primado la seguridad pero en general la sociedad no da importancia a la seguridad de sus conexiones. “Se han ido a casa como han podido y han dejado unos boquetes como el del Titanic de la noche a la mañana; unos lo han solucionado poco a poco, otros aún no, y otros lo han hecho mal y mal aconsejados”.
Y ahora estamos pagando las consecuencias de la bajada de defensas en las empresas con muchos incidentes de seguridad: han proliferado los fraudes del CEO y el “ransomware” (secuestro de datos), y se ha colado gente en videoconferencias que eran confidenciales.
Uno de los principales errores es pensar que no somos importantes. Según Rosell, “todos formamos parte de una gran red, da igual el puesto que tengamos, y si un eslabón se rompe, se rompe la cadena de seguridad. Los malos se han encontrado con mil puertas abiertas”.
Y aconseja ser conscientes de que somos parte de la solución, no del problema; actualizar el sistema; tener en cuenta las contraseñas por defecto de los dispositivos, que son la entrada de la mayoría de los virus; y pedir ayuda a los departamentos de tecnología de nuestra empresa.
“Invertir en darte cuenta lo antes posible de lo que está pasando”, concluye.
Por Inmaculada Martínez
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Salud y Bienestar
Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 2 díasen
20 noviembre, 2024La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
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