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THE-ARE, la marca que ha devuelto a Valencia al epicentro de la moda

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THE-ARE

Hay una marca valenciana que triunfa entre las más jóvenes y lo consigue año tras año. THE-ARE, es la marca de la valenciana Rocío Botella que comenzó su andadura hace 10 años y a día de hoy se encuentra en el centro de la moda juvenil, acumulando más medio millón de seguidores en las redes sociales y vistiendo, incluso, a la infanta Sofía.

Valencia brilla con THE-ARE y todos sus logros

Valencia ha vuelto a hacerse un hueco en el mundo de la moda gracias al crecimiento de esta gran marca valenciana que presume de ser cien por cien «made in Spain». Desde su taller en Manises, Rocío y todo su gran equipo han conseguido año, tras año centrar en Valencia todas las miradas.

Tanto Rocío, como todo su equipo de diseño, patronaje y confección crean desde su gran taller de Manises todas las prendas, las diseñan y les dan la forma perfecta en sus fittings, hasta encontrar la mejor fórmula .

Este año era un año especial y lo han demostrado con la gran presentación de su última colección. Valencia necesitaba una cita de este tipo y ser así el centro de la moda cien por cien española. Siendo el culmen de un año increíble en el que la marca ha sido una gran protagonista.

 

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En el evento celebrado el pasado 28 de junio, la marca reunió a un gran elenco de influencers, modelos y amantes de la moda para presentar las nuevas colecciones y darle la bienvenida al verano. El evento estuvo amenizado por uno de los grupos de música más buscados recientemente por las jóvenes, Karana Music.

Un año de sueños

Tras el lanzamiento de “Raíces” su colección más madura de ropa para invitadas a eventos la marca no ha hecho más que superarse. En mayo, THE-ARE lanzó su colección de Casual “Every Summer Has a Story” con todo tipo de prendas – vestidos largos, midi, tops, faldas y sudaderas – para disfrutar del día a día durante la temporada de verano. La imagen de esta campaña mostró la esencia de THE-ARE en estado puro representando la imagen de un grupo de amigas que deciden embarcarse en un viaje de verano por la costa del mediterráneo, disfrutando de cada momento.

Pocas semanas después la marca lanzó una nueva colección de invitada de la mano de la influencer y periodista Isa Hérnaez, icono de la moda entre las jóvenes – y no tan jóvenes- españolas. Una cápsula de 5 conjuntos de corte romántico para asistir a eventos. Recientemente hemos podido ver a personalidades del mundo de la moda como Ana Boyer o Lucía Rivera luciendo los conjuntos de esta colección. 

Una marca Real

El 3 de junio, volvió a suceder: la Infanta Sofía elegía por segunda vez a THE-ARE para acudir a uno de sus eventos más importantes, la graduación de su hermana la Princesa Leonor. En esta ocasión, Sofía escogió el conjunto Mrs Vega, un dos piezas muy estiloso y cómodo en color azul.

“Que la Infanta Sofía nos elija sin duda es uno de los mayores reconocimientos que puede vivir nuestra marca. Tuvimos la sorpresa de que nos eligiese y estamos muy agradecidos de que se reconozca el trabajo que hacemos a diario todo el equipo. El hecho de haber llegado a la casa real es todo un privilegio y una bonita recompensa para una empresa como la nuestra, que además hace todo su producto, desde el diseño hasta la producción, en España”  comenta Rocío Botella, Fundadora y Directora Creativa de la marca.

 

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El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio

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El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio
El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio

En un bar o restaurante, la experiencia del cliente empieza mucho antes de probar la comida. El primer sorbo de una visita ocurre con los ojos, con los sentidos atentos al ambiente y con las sensaciones iniciales que determinan si ese lugar invita a quedarse… o a marcharse. Aunque pocas veces se menciona, el éxito de un negocio de hostelería no solo se cocina en los fogones: se sienta en las sillas, se apoya en las mesas y descansa en un espacio bien pensado.

En esta línea de contexto, empresas especializadas como Rula Mobiliario de Hostelería se han convertido en un aliado silencioso para quienes saben que el mobiliario de hostelería tiene tanto impacto en la rentabilidad como la mejor receta. El cliente elige con los ojos, y si el entorno no conquista a primera vista, la carta tendrá muy difícil hablar por sí sola.

Lo primero que se aprecia sin mirar el menú

Antes de que el camarero se acerque a la mesa, antes incluso de abrir la carta, el cliente ya ha formado una opinión. La primera impresión es determinante en la hostelería, y esa impresión nace del diseño del espacio, de la distribución y de la identidad que transmite cada elemento. Un buen mobiliario comunica sin palabras: invita, seduce y acompaña.

Cada negocio tiene una personalidad propia. Un bar que respira tradición necesita sillas y mesas que respeten su esencia, mientras que un restaurante moderno pedirá líneas limpias, colores cuidados y materiales actuales. El mobiliario define el carácter del lugar, incluso cuando el chef es el protagonista principal.

Sentarse cómodo, sentirse a gusto, sentir que ese espacio está hecho para disfrutar es el primer paso para que el cliente se quede. Si el lugar no enamora al entrar, es muy probable que tampoco enamore al pagar.

Cuando la silla decide si el cliente se queda o se va

Hay una verdad incómoda en la hostelería: una mala silla puede arruinar una buena comida. La comodidad es uno de los factores más subestimados en este sector, pero también uno de los más determinantes si hablamos de tiempo de permanencia, consumo adicional y fidelidad del cliente.

Un taburete inestable en una barra hace que el cliente no repita. Una silla incómoda en un restaurante puede recortar la sobremesa y, con ella, el beneficio extra de una bebida más, un postre o un café. El mobiliario no es un accesorio: es una herramienta de negocio.

Además, no es lo mismo equipar un bar que un restaurante. En el bar se busca dinamismo; en el restaurante, permanencia. El mobiliario marca ese ritmo, y elegirlo sin criterio es como cocinar sin probar la comida: arriesgarse a decepcionar sin necesidad.

La pregunta clave debería ser: ¿Invita mi local a quedarse… o a irse rápido?

Diseñar para vender más: estética que también convierte

La decoración no es un capricho: es estrategia. Un entorno atractivo genera más fotografías, más recomendaciones y más retorno. En un mundo en el que Instagram puede convertir un local en tendencia, el mobiliario es marketing visual sin coste publicitario continuo.

La estética influye en la percepción del precio: un espacio cuidado justifica mejor un ticket medio más alto. Y también influye en la repetición: la gente vuelve a los sitios donde se siente bien y donde quiere ser vista.

Aquí, es donde contar con especialistas como Rula Mobiliario se traduce en decisiones inteligentes: asesoramiento para combinar funcionalidad y diseño, materiales resistentes, opciones para interior y terraza, y soluciones que responden a la realidad diaria del sector. Porque el mobiliario trabaja tanto como el personal de la sala y la cocina.

Una inversión que se nota en el día a día

No es solo cuestión de estética: la durabilidad define la rentabilidad. Mesas que se rompen antes de tiempo, sillas que cojean, mobiliario que se oxida al poco tiempo en una terraza… Son errores que se pagan cada día con malas experiencias y gastos innecesarios.

Elegir mobiliario profesional para hostelería significa:

  • Resistencia al uso intensivo
  • Mantenimiento sencillo
  • Estabilidad y seguridad

Si una mesa se tambalea, si una silla chirría, el cliente lo nota. Aunque no diga nada, su opinión ya ha cambiado. Y en la hostelería, una mala sensación puede costar una reseña negativa… o la pérdida definitiva de una visita.

El mobiliario adecuado aguanta el ritmo del negocio: desde el desayuno del lunes, hasta la cena del sábado a desbordar. Por eso, quienes triunfan en el sector saben que toda inversión inteligente se recupera en satisfacción y clientes fieles.

El mobiliario es parte de la experiencia que el cliente recuerda

El éxito de muchos locales está en entender que los clientes no solo compran comida: compran momentos. Y esos momentos se apoyan en sensaciones. La silla, la mesa, el entorno y el confort son parte del producto, aunque no aparezcan escritos en la carta.

El cliente puede olvidar el nombre de un plato, pero recordará:

  • Si estuvo cómodo
  • Si el ambiente era agradable
  • Si el local tenía personalidad

Y ese recuerdo hará que un día cualquiera, decida volver. Porque volver a un bar o restaurante no es una decisión racional: es emocional. Y esa emoción la construye el local desde que el cliente cruza la puerta. El mobiliario no es un elemento secundario:
es el escenario donde todo ocurre.

Convertir un espacio en un lugar especial: el verdadero secreto

El sector hostelero está lleno de competencia. Solo algunos negocios consiguen convertirse en sitios de referencia, en puntos de reunión donde todo el mundo quiere estar. ¿Cuál es su secreto? Crear lugares con alma.

Un buen mobiliario para hostelería ayuda a que el cliente sienta que ese espacio le pertenece, que quiere invitar a otros a conocerlo, que quiere repetir. La combinación perfecta entre diseño, comodidad y durabilidad mejora la experiencia, impulsa el negocio y construye comunidad.

Y aunque no aparezca en el menú, aunque nadie lo señale durante el servicio, el mobiliario es una parte clave del éxito. Es el ingrediente invisible que hace que un local tenga vida, tenga identidad y tenga futuro.

 

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