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Fallas

¿Qué es el «tró de bac»?

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tro de bac

Uno de los símbolos de Las Fallas, es el «tró de bac». Un artilugio pirotécnico con más de un siglo de historia que ha pasado por todo tipo de vicisitudes hasta el día de hoy. Sin mecha, que actúa por impacto y que se le conoce por ser el que anuncia la fiesta valenciana en las «desiertas». Así es el «tró de bac».

¿Qué es el «tró de bac»?

El maestro coeter So Juan García Estellés , explica como las mezclas de piedra de silesc que sobraban y tenían poca potencia, el maestro cantero las guardaba envueltas en papel y cuerda fina, para que los pequeños disfrutasen lanzándolos contra el suelo. Así nació el petardo valenciano por excelencia. Estos producían sonido y fogonazo, de esta manera se iban familiarizando con el trabajo familiar de «maestros canteranos».

¿De dónde viene?

Desde la Pirotecnia del  Mediterráneo, con el fin de, no solo orientar la venta de este producto, sino también de dar a conocer la historia de este petardo, tienen una web especializada en el «tró de bac». Ahí mismo cuentan el arduo trabajo del «maestro canterano», quien poseía el saber del trabajo de la piedra para la construcción de edificios como catedrales, fortalezas, puentes, murallas… Y conociendo bien su materia prima, seleccionaban, antes de arrancar de la cantera, el trozo o tipo de piedra que iría mejor para cada cosa. Sólo ellos sabían el mejor modo de arrancarla, partirla y luego tratarla y trabajarla.

 

«El maestro tenía en su casa un pequeño laboratorio el cual, aún siendo muy rudimentario, era lo justo y necesario para hacer la pólvora con mayor o menor poder explosivo», cuenta el maestro coeter. De esta forma, se entiende esto, como la «madre de la pólvora valenciana». De hecho, estos conocimientos se guardaban como secreto y se transmitían de padres a hijos. Ya que se consideraba un regalo de Dios, pues se les había dotado con el poder del trueno.

La fecha histórica

Los años 1902 y 1903 fueron marcados dentro de la cultura popular valenciana por ser la primera vez en la que aparecieron unas cajitas muy especiales. Escondían pequeños explosivos, los «trons de bac», que como dicen: «fueron, son y serán la delicia de la chiquillería».

 

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Fallas

GALERÍA| La mágica boda de Lucía Andrés Zarapico, Fallera Mayor Infantil de Valencia 1996

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Boda Lucía Andrés Zarapico y Javier Donat

El pasado 28 de junio, Lucía Andrés Zarapico y Javier Donat Sendra unieron sus vidas en una boda inolvidable, repleta de detalles con historia, amor por las tradiciones valencianas y un estilo muy personal. Una celebración que combinó emoción, elegancia y raíces profundas en cada gesto.

Ceremonia religiosa en la Basílica San Vicente Ferrer

El enlace tuvo lugar en la Basílica San Vicente Ferrer de Valencia, un lugar muy especial para la pareja. Javier es antiguo alumno del colegio Dominicos, y el sacerdote que ofició la ceremonia, el Padre Antonio Roy, es amigo cercano tanto de él como de su padre. Además, el hermano de Lucía también se casó allí hace una década, haciendo aún más simbólico este lugar.

La ceremonia fue amenizada por Harmonic Trio y una soprano, culminando con el Himno de la Coronación de la Virgen de los Desamparados, un homenaje a la patrona de Valencia. El ramo de novia, una delicada composición de azucenas y rosas rosas realizado por El Atelier de la Flor, incluía una medalla de cerámica de la Virgen elaborada por By Paloma, añadiendo un toque espiritual y artístico.

La madrina, Antonia Sendra (madre del novio), y el padrino, Manuel Andrés (padre de la novia), acompañaron a la pareja en uno de los momentos más especiales de sus vidas. Los pajes, Lucas Fernández, Ana Andrés (encargada de los anillos) y Manu Andrés (arras), aportaron ternura y tradición. Las arras de oro utilizadas fueron las mismas que usaron los padres de la novia hace 48 años.

Celebración en la Finca del Canónigo (Miguel Martí)

Tras la emotiva ceremonia, la celebración continuó en la espectacular Finca del Canónigo, de la mano del reconocido chef Miguel Martí, donde más de 200 invitados compartieron la alegría de la pareja.

Destacó la presencia de casi 100 falleros de la Falla del Regne, a la que ambos pertenecen, así como amigas de la corte infantil de Lucía y Falleras Mayores Infantiles de Valencia. No faltó su Fallera Mayor, Elena Muñoz, junto a toda su familia.

Uno de los momentos más impactantes fue el castillo de fuegos artificiales, que iluminó el cielo en honor a los novios. El primer baile se realizó al ritmo de «Noche de bodas» de Sabina y Serrat, una elección que emocionó a todos los presentes, dando inicio a una fiesta vibrante bajo el hashtag que lo resume todo: #tincelcorencésflama.

Un look de novia muy personal

Uno de los elementos más especiales del gran día fue el vestido de Lucía, diseñado por ella misma junto al diseñador , recientemente fallecido, Enrique Marzal, en un proceso lleno de cariño y complicidad. Las telas y acabados fueron seleccionados con esmero y confeccionados con amor por Pilar y Amparo Bonilla, quienes también guardaban un vínculo especial con Enrique.

La imágen de la boda, una simpática caricatura creada por los artistas Ceballos y Sanabria, aportó un toque divertido y único a toda la papelería y decoración.

Luna de miel en Nueva York y Miami

Tras la boda, la pareja emprendió su luna de miel en Nueva York y Miami, comenzando esta nueva etapa con la misma ilusión y energía que marcaron su gran día.

Las imágenes que inmortalizan cada instante mágico de esta boda son obra del equipo de Por Parte de la Novia, además de algunas fotos particulares que capturan la esencia de un día tan especial.

 

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