Síguenos

Salud y Bienestar

Verano y picaduras: esto es lo que aconsejan los médicos

Publicado

en

(EFE).- Los meses de verano concentran en la Comunitat Valenciana las atenciones médicas por picaduras de insectos u artrópodos como la garrapata, pues tres de cada cuatro asistencias por esta causa se produce entre junio y septiembre, y el grupo de edad más perjudicado es el de menores de 19 años.

Según datos de 2019, el último ejercicio completo sin afectación por la pandemia de coronavirus, el número de personas atendidas en los siete primeros meses del año por picaduras o mordeduras de insectos o artrópodos en los centros de salud de la Comunitat Valenciana asciende a 8.677, frente a las 11.768 del mismo periodo de 2020 y las 39.500 de 2019, lo que supone un descenso del 26 % y 78 % respectivamente.

La explicación a esta drástica reducción hay que buscarla en las medidas antiCOVID de restricción de la movilidad, que han supuesto una menor presencia de las personas en el exterior.

Los patrones de personas atendidas por provincias y grupos de edad se mantienen constantes en los tres años analizados, siendo la provincia de Valencia la que registra un mayor porcentaje de casos, un 55 % en 2021, frente al 34 % en la provincia de Alicante y el 11 % restante en la provincia de Castellón.

Si la picadura es de mosca negra, mosquito, avispa o abeja, el picor dura 24-72 horas y luego quedan lesiones inflamatorias residuales que desaparecen sin causar cicatriz en 5-7 días, aunque a veces pueden dejar una hiperpigmentación transitoria, según explican Andrés Casanova y Pablo Hernández, dermatólogos del Hospital General de València.

La mayoría de casos no requiere tratamiento. Ahora bien, si hay una reacción local exagerada, se deben aplicar cremas o pomadas con corticoesteroides, y antihistamínicos orales para el prurito. Si esta terapia no funciona, se debe iniciar un tratamiento con corticoesteroides orales.

En el caso de la garrapata, expertos del Hospital General señalan que lo más importante es extraerla completa con pinzas, ya que este ácaro, en ocasiones, puede transmitir enfermedades cuyo tratamiento es antibiótico y que solo se deben administrar una vez confirmado el diagnóstico clínico y microbiológico.

Si el origen del problema es una medusa, lo primero es desprenderse de los tentáculos y, para eso, sumergir la zona en el agua del mar. Si es necesario, el tratamiento es como el de las garrapatas (se debe evitar recurrir al vinagre o al bicarbonato).

La aplicación de frío local, evitando el contacto directo del hielo con la piel, se aconseja en todas las picaduras para frenar la extensión de la inflamación local, excepto en aquellas causadas por animales marinos, como medusas o pez araña. En estos casos, se recomienda el calor, con cuidado de no causar quemaduras, porque hay toxinas en estos animales que se inhiben a temperaturas entre 40 y 45 grados.

La mayoría de picaduras se resuelve por sí misma, pero se aconseja pedir ayuda médica si las reacciones locales son muy exageradas y ocasionan mucha molestia, cuando la picadura empeora con el paso de los días, si se ven afectadas zonas alejadas de ella o hay sensación de ahogo.

Para prevenir las picaduras se recomienda el uso de ropa que cubra las extremidades en las excursiones al campo o paseos vespertinos; calzado adecuado en playa y/o montaña e informarse sobre los estados de bancos de medusas de la playa. En zonas endémicas, también sirve aplicar repelentes cutáneos de farmacia por encima de la ropa 5-10 minutos antes de la exposición y 1 o 2 veces al día.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

Recuperar el cuerpo tras el cáncer: la fisioterapia oncológica ayuda a devolver la fuerza, confianza y calidad de vida

Publicado

en

Fisioterapia y rehabilitación de lesiones ¿hablamos de lo mismo?

El Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV) subraya la importancia de la fisioterapia oncológica como herramienta clave en la recuperación física y emocional de los pacientes con cáncer. Esta disciplina “ayuda a devolver la fuerza, la confianza y la calidad de vida”, destacan desde el organismo colegial con motivo del mes de la lucha contra el cáncer de mama.


Octubre: mes de la lucha contra el cáncer de mama

El videoconsejo de octubre del ICOFCV se centra en concienciar tanto a profesionales sanitarios como a pacientes sobre los beneficios de la fisioterapia oncológica en todas las fases de la enfermedad: preparación, mantenimiento y recuperación.

Cada año, en la Comunidad Valenciana se diagnostican más de 31.000 nuevos casos de cáncer, según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Los más frecuentes son el cáncer colorrectal (4.462 casos), el de mama (3.905 casos) y el de próstata (3.816 casos).


Fisioterapia oncológica: recuperar la fuerza y reducir el dolor

Los largos tratamientos de quimioterapia y radioterapia afectan directamente a la resistencia física y la calidad de vida de los pacientes. En este contexto, la fisioterapia oncológica desempeña un papel esencial para aliviar los efectos secundarios más comunes:

Fatiga y cansancio

La fatiga oncológica es uno de los síntomas más frecuentes y duraderos. Los fisioterapeutas pueden pautar ejercicios personalizados que reducen el cansancio, aumentan la energía y mejoran la calidad del sueño.

Dolor y rigidez

Los pacientes pueden experimentar dolor muscular o articular debido a la cirugía o a los tratamientos. La fisioterapia ayuda a mejorar la movilidad, aliviar el dolor y reducir el uso de analgésicos.

Linfedema tras el cáncer de mama

Una de las complicaciones más comunes en mujeres operadas de cáncer de mama es el linfedema, que provoca hinchazón y pérdida de movilidad en el brazo. Con técnicas de drenaje linfático manual y ejercicios específicos, los fisioterapeutas pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Debilidad muscular

El reposo prolongado, las cirugías y los tratamientos reducen el tono muscular. La fisioterapia de fuerza ayuda a recuperar masa muscular, equilibrio y autonomía funcional.

Neuropatía periférica

Algunos tratamientos provocan hormigueo, debilidad o pérdida de sensibilidad en manos y pies. La fisioterapia trabaja para mejorar el equilibrio, la motricidad y la coordinación.


Bienestar emocional y calidad de vida

El diagnóstico de cáncer puede generar ansiedad y depresión. La actividad física pautada por fisioterapeutas no solo mejora el cuerpo, sino también la mente: libera endorfinas, favorece la socialización y mejora el estado de ánimo.


Un enfoque multidisciplinar en la lucha contra el cáncer

Desde el ICOFCV recuerdan la importancia de integrar la fisioterapia oncológica desde el momento del diagnóstico dentro de un enfoque multidisciplinar que contemple las necesidades físicas y psicológicas de cada paciente.

“La fisioterapia oncológica debe formar parte integral del tratamiento desde el inicio, acompañando al paciente antes, durante y después de los tratamientos”, subrayan desde el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana.

Los fisioterapeutas especializados en cáncer disponen de múltiples herramientas —desde el ejercicio terapéutico y las terapias manuales hasta la electroterapia— para mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes oncológicos.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

 


Continuar leyendo