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Valencia

Habla la víctima de la violación grupal en una discoteca de València

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Momento del juicio por esta violación grupal que se sigue en la Audiencia de Valencia. EFE/C.Aliño
València, 14 sep (OFFICIAL PRESS-EFE).- La víctima de una violación grupal en los aseos de una conocida discoteca del centro de València en septiembre de 2019 ha asegurado que los cuatro agresores «iban de risas» y que daba la sensación de que «se lo estaban pasando muy bien» mientras la violaban.

Así lo ha relatado en el juicio que se sigue en la Audiencia de Valencia por estos hechos, en el que dos jóvenes -de 22 y 25 años en el momento de los hechos- se enfrentan a una petición de condena que suma más de 42 años por haber violado la joven, que entonces tenía de 18 años.

Víctima de la violación grupal en una discoteca de València

La joven, quien ha declarado protegida por una mampara para evitar el contacto visual con los acusados, ha relatado, a petición del fiscal, los hechos ocurridos la madrugada del 29 de septiembre de 2019, una narración que ha tenido que interrumpir en varias ocasiones.

Según ha contado la víctima, la violación se produjo entre las 5 y las 6 horas de la madrugada, en el interior de los aseos de la discoteca, y en ella participaron, además de los procesados, otras dos personas que no ha podido identificar porque, según ha dicho, no las llegó a ver.

Ha explicado que un chico la abordó en el pasillo de los aseos diciéndole que un amigo suyo necesitaba de ayuda, y tras cogerle del brazo, la introdujo en el baño de los chicos, donde esperaban los otros tres intervinientes.

Felaciones a tres de ellos

A partir de ese momento, empezaron a cogerle y ha realizarle tocamientos genitales, llegando incluso a introducirle los dedos en la vagina, para después meterla en una cabina del baño, donde le obligaron realizar felaciones a tres de ellos.

Ha indicado que después de eso, los dos procesados hicieron salir de la cabina a los otros dos que no han sido identificados, y tras sujetarle del pelo y de la cintura, la penetraron, la tiraron al suelo mediante una zancadilla y se marcharon.

Según ha relatado la joven, los agresores no dejaban de hablar y de reírse, especialmente uno de los acusados que vestía de rojo, que era el que más hablaba y parecía que era el que organizaba y marcaba lo que había que hacer cada vez.

«Iban de risas»

Ha dicho que tuvo la sensación de que tenían claro los pasos que tenían que seguir, y ha afirmado que «iban de risas» y que parecía que «se lo estaban pasando bien» porque no dejaban de hablar entre ellos y de reírse.

Por su parte, los dos acusados han negado los hechos y han asegurado no haber visto nunca a la víctima.

Han afirmado que llegaron a la discoteca pasadas las 4.30 horas, junto con otros amigos, a los que perdieron de vista, y estuvieron todo el rato ellos dos juntos y con una chica a la que habían conocido nada más llegar, hasta que sobre las 7 de la mañana los detuvo la Policía.

Han asegurado que no supieron de qué se les acusaba hasta que estuvieron en comisaria, y que se ofrecieron a colaborar con los agentes y a darles lo que necesitaran, desde muestras de ADN hasta su teléfono y su ropa, pues no tienen nada que esconder.

Su imagen en redes sociales

Ambos han coincidido en señalar que cambiaron su aspecto físico en prisión, donde permanecieron de forma preventiva desde el 1 de octubre de 2019 hasta el 12 de noviembre de ese mismo año, por seguridad, ya que su imagen se había difundido en redes sociales y al llegar al centro penitenciario todos sabían quienes eran y los tachaban de violadores.

La víctima, quien ya los señaló como sus violadores en una rueda de reconocimiento, ha vuelto a señalarlos este miércoles en el juicio, donde ha dicho no tener ninguna duda de que son dos de sus agresores.

La Fiscalía Provincial de Valencia reclama penas que suman 40,5 años de prisión para cada uno de los dos jóvenes por tres delitos de agresión sexual –uno como autor y los otros dos como cooperador necesario- así como otra condena de dos años de prisión para cada uno por un delito de lesiones psíquicas.

Además, en su escrito de acusación pide que los procesados se hagan cargo de una indemnización de 15.290 euros para la víctima, por las lesiones y por una secuela de estrés postraumático grave.

Las lesiones de la víctima

La víctima sufrió lesiones de diversa consideración en la cabeza, el tórax, cadera, nalgas, rodillas, pies y muñecas, además de edemas en la zona vaginal.

La joven presenta igualmente lesiones psíquicas importantes, un estrés postraumático grave, a juicio del médico forense.

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Valencia

Así fue la comida de Mazón y Vilaplana en El Ventorro y lo que costó

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Reservado de El Ventorro donde comieron mazón y la periodista Vilaplana el día de la dana - FOTO APORTADA A LA CAUSA POR EL DUEÑO DEL VENTORRO

El dueño de El Ventorro entrega a la jueza la factura, fotografías y el plano del reservado donde comieron Mazón y Vilaplana el día de la dana

La investigación judicial sobre la gestión institucional durante la dana del 29 de octubre de 2024 avanza con nueva documentación clave. El propietario del restaurante El Ventorro, en València, ha entregado a la jueza de Catarroja la factura de la comida, dos fotografías y un plano detallado del reservado en el que almorzaron el president de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana en la jornada en que el temporal dejó 229 víctimas mortales en la provincia.

Un reservado relevante para la investigación judicial

La dependencia, según muestran las imágenes aportadas, es una sala privada con dos grandes ventanales de techo a suelo, cortinas gruesas, una mesa ovalada, varias sillas, un sillón y un mueble auxiliar. Se accede por una sola puerta por la que, según declaró Vilaplana, solo entró el dueño del restaurante durante toda la comida del 29 de octubre.

El propietario ha entregado también un plano con las medidas exactas del reservado, un elemento esencial para que la jueza pueda evaluar la posible audibilidad de las llamadas y conversaciones que Mazón realizó desde la sala mientras se desarrollaba la emergencia.

La factura: 165 euros, a nombre del PP

Junto a las fotografías y el plano, el dueño del local ha aportado la factura del almuerzo: 165 euros por dos menús concertados, emitida a nombre del Partido Popular, correspondiente a la mesa 106 del reservado.
La jueza considera este documento una prueba objetiva de que la reunión tuvo lugar, así como un apoyo para estimar su duración, sin depender únicamente de los testimonios.

Por qué la jueza pidió esta documentación

La solicitud deriva del auto dictado por la Audiencia Provincial de Valencia el 16 de octubre de 2025, donde se insistía en la pertinencia de esclarecer qué ocurrió durante la reunión y las comunicaciones mantenidas por Mazón la tarde de la dana.

El tribunal recordó que el president es la máxima autoridad del Consell, con funciones de dirección y coordinación en situaciones de emergencia, por lo que su actividad, conversaciones y decisiones durante esas horas son determinantes para la causa.

La importancia del espacio: ¿podía escucharse a Mazón?

La jueza aceptó la petición de fotos del reservado por la necesidad de valorar la posibilidad de que Vilaplana o terceras personas escucharan comentarios o llamadas que Mazón pudiera haber realizado mientras la dana golpeaba con fuerza la Comunitat Valenciana.

Dado que una fotografía no permite determinar con precisión la dimensión de la sala, la instructora consideró “imprescindible” que el propietario facilitara las medidas exactas de ancho y largo.

Declaraciones clave: qué dijeron la periodista y el dueño del restaurante

La versión de Maribel Vilaplana

La periodista declaró el 3 de noviembre que, a partir de las 17.15 horas, Mazón comenzó a recibir “muchas llamadas”. Afirmó que él se levantaba y se alejaba para atenderlas y que, al volver a la mesa, no le comentaba nada sobre el contenido de las conversaciones.

Añadió que el president utilizó el móvil “constantemente”, alternando llamadas y mensajes:
“Whatsappeaba, escribía mensajes… hacía las dos cosas”, relató, precisando que, tras cada interrupción, continuaban la comida con normalidad.

La versión del dueño del Ventorro

El propietario aseguró ante la jueza que no escuchó ninguna llamada realizada por Mazón dentro del reservado. Indicó que el president y la periodista abandonaron juntos el local entre las 18.30 y las 19.00 horas, momento en el que ya no quedaban clientes.

La documentación como pieza clave para reconstruir la cronología de la dana

La instructora investiga no solo si Mazón recibió o realizó llamadas desde el reservado, sino también la duración real de la reunión, el momento en que salieron del restaurante y la coherencia de esos tiempos con otros elementos de la causa.

La salida conjunta del restaurante, el paseo hasta el aparcamiento de la Glorieta y la hora exacta del pago —19.47 horas, según el extracto bancario de Vilaplana— son piezas que el juzgado está uniendo para reconstruir la cronología completa de Mazón durante las horas más críticas de la dana.

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