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Cultura

VÍDEO | Fallece a los 18 años el hijo de un miembro de Camela

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VÍDEO | Fallece a los 18 años el hijo de un miembro de Camela
Camela

El grupo Camela fue toda una revolución en la década de los 90. Los componentes de la formación original eran Dionisio Martín Lobato (vocalista-compositor), María de los Ángeles Muñoz Dueñas (vocalista-compositora) y hasta febrero de 2013, Miguel Ángel Cabrera Jiménez (teclista-compositor). Ahora una lamentable noticia ha sacudido a los fans y a los miembros de Camela. El hijo del exteclista, Rafa, de sólo 18 años, ha muerto en un accidente de tráfico tras permanecer varios días ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital madrileño.

El joven ha fallecido como consecuencia del siniestro que sufrió el pasado 28 de febrero en Aranjuez, aunque el deceso se produjo el 4 de marzo.  Ha sido ahora cuando su padre lo ha hecho público debido a que antes, no podía ni hablar del tema.

 

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Fallece a los 18 años el hijo de un miembro de Camela

A través de las redes sociales ha sido el propio Miguel Ángel Cabrera el que ha revelado la muerte de su hijo Rafa  «Descansa en paz rey mío. Te amo» han sido las tiernas palabras que su padre le ha dedicado al joven en un vídeo de varios minutos en el que explica cómo fue el accidente. «Te amo hijo mío, siempre voy a estar contigo», se despide el excomponente de Camela.

En su emotivo mensaje tiene palabras de cariño para sus excompañeros a los que les escribirá un tema dedicado a su hijo para que lo canten, según afirma. Además hace un llamamiento para que no se corra al volante y así evitar desgracias como la que le ha tocado vivir a él.

El hijo del expianista de Camela, que a finales de mes habría cumplido los 19 años, circulaba con dos amigos a bordo de un coche que, supuestamente, iba a más velocidad de la permitida. El automóvil sufrió un choque y el joven recibió un fuerte impacto en la cabeza que lo llevó en estado muy grave a la UCI de un hospital. Estuvo varios días ingresado, finalmente no pudo superar sus heridas y falleció el pasado 4 de marzo.

 

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Cultura

Muere a los 55 años Esther Uria, actriz de ‘Hospital Central’ y ‘Cuéntame cómo pasó’ 

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Esther Uria
Esther Uria, en una imagen del sindicato vasco de actores. (Euskal Aktoreen Batasuna)

El mundo de la interpretación y la cultura vasca llora la pérdida de Esther Uria, actriz y pedagoga donostiarra conocida por sus papeles en series de televisión tan emblemáticas como Hospital Central, Cuéntame cómo pasó, Doctor Mateo o El comisario.
La intérprete falleció el pasado jueves 23 de octubre a los 55 años, en el Hospital Donostia, tras sufrir una breve enfermedad que sorprendió a familiares, compañeros de profesión y antiguos alumnos.

Su muerte ha provocado un hondo pesar en el sector audiovisual y educativo, donde era muy querida por su doble faceta como actriz y docente.


Una artista con alma de educadora

Nacida en San Sebastián, Esther Uria se formó en Arte Dramático y dedicó buena parte de su vida a unir dos de sus grandes pasiones: el teatro y la educación.
En el escenario, destacó por su talento natural, su versatilidad y su compromiso con los textos clásicos y contemporáneos. Participó en obras como La cacatúa verde y La importancia de llamarse Ernesto, donde demostró una sólida técnica interpretativa.

Su rostro también se hizo familiar en la pequeña pantalla, con participaciones en algunas de las series más populares de la televisión española.
Entre ellas, Cuéntame cómo pasó, El comisario, Doctor Mateo y Hospital Central, donde interpretó a personajes secundarios cargados de humanidad y cercanía.


Una nueva etapa dedicada a la investigación y la enseñanza

En 2008, en el punto álgido de su carrera artística, decidió dar un giro radical y retomar sus estudios universitarios. Su inquietud intelectual la llevó a obtener el Premio Extraordinario en Educación Especial y la Licenciatura en Psicopedagogía con Premio Fin de Carrera.
Posteriormente, cursó un Máster de Formación del Profesorado en Secundaria (2012) y una beca internacional en la Universidad de Victoria (Canadá) para desarrollar una tesis sobre el teatro como herramienta pedagógica para fomentar la convivencia en las aulas.

Esa investigación culminó en 2018 con su doctorado en la Universidad del País Vasco (EHU/UPV), bajo el título:
Diseño, desarrollo y evaluación de un programa basado en las técnicas del sistema teatral para el fomento de la convivencia positiva en el alumnado de secundaria del País Vasco.

Con este trabajo, Esther Uria consolidó una línea de investigación pionera sobre el poder del teatro como motor educativo y emocional.


Teatro, pedagogía y vida: su legado

Pese a su dedicación a la docencia, Esther Uria nunca abandonó del todo los escenarios. En 2013, junto a su pareja y colaborador artístico Edu Errondosoro, estrenó la obra Cada día es solo una vez al día, un montaje íntimo y reflexivo sobre la importancia de la risa, el amor y el presente.

En una entrevista concedida a El Diario Vasco, Uria resumía su filosofía vital con una frase que hoy resuena con fuerza:

“No nos lamentamos del pasado, tenemos el presente y una forma muy positiva de vivirlo es empezar a hacerlo con humor reflexivo. Vivamos el presente con humor y amor.”

Esta obra representaba fielmente su manera de entender la existencia: optimismo, resiliencia y humanidad. A través de su trabajo, defendía que el teatro no solo debía emocionar, sino también educar y sanar.


Una figura querida en Donostia y en el ámbito cultural vasco

En el País Vasco, su figura trascendía el ámbito artístico. Esther Uria fue reconocida por su compromiso con la cultura local, la enseñanza inclusiva y la promoción del arte como herramienta de convivencia.
Sus compañeros de la Universidad del País Vasco la definen como “una mujer brillante, entusiasta y profundamente humana”.

También numerosos intérpretes que coincidieron con ella en platós y escenarios han expresado su tristeza en redes sociales, recordando su sonrisa constante, su humildad y su forma de hacer del teatro un espacio de encuentro.


El adiós a una vida dedicada al arte y la educación

La muerte de Esther Uria deja un vacío en el panorama cultural español, pero también un legado de inspiración para nuevas generaciones de actores, docentes y creadores.
Su vida fue una lección sobre cómo reinventarse sin perder la esencia, y cómo el arte puede convertirse en una herramienta de transformación personal y social.

El funeral se celebrará en Donostia-San Sebastián en la más estricta intimidad familiar, aunque sus allegados no descartan organizar más adelante un acto público de homenaje para celebrar su vida y su obra.

A los 55 años, Esther Uria se despide dejando tras de sí una huella imborrable: la de una mujer que hizo del teatro una forma de entender el mundo y del humor una forma de resistirlo.

Las tragedias de los protagonistas de la serie Hospital Central

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