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Valencia

El Govern y TV3 ofrecen a la Comunitat una campaña en defensa del catalán

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Consejo de À Punt

Barcelona, 23 jun (OFFICIAL PRESS – EFE). La Generalitat de Cataluña ha lanzado una campaña en defensa del catalán y para alertar de las consecuencias de los pactos de PP y Vox, un anuncio que ha sido emitido por TV3 y redes sociales del Govern. También ha sido ofrecido, sin éxito por ahora, a las televisiones autonómicas de Baleares y la Comunitat Valenciana.

Campaña en defensa del catalán

Dicha campaña consta de un vídeo de medio minuto que arranca con el anuncio habitual protagonizado por «Queta», una dentadura a la que se da cuerda en apoyo al catalán y que nació en 2005. Hace pocos meses el gobierno catalán la recuperó y convirtió en un personaje de animación con multitud de personalidades representantes de la diversidad de la sociedad catalana de 2023.

Pero a los pocos segundos, la canción en catalán de ese anuncio se va apagando poco a poco hasta que las imágenes quedan en silencio. En ese momento aparece superpuesta una frase del cantautor Ovidi Montllor: «Hay gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piense en catalán. Es la misma gente a la que no le gusta que se hable, se escriba o se piense».
El anuncio concluye con el lema «Defendamos nuestra lengua», con motivo de la celebración de la Diada de Sant Joan de mañana 24 de junio y la verbena de esta noche.

 

Campaña dirigida para alertar de los pactos PP – Vox

Según han explicado a EFE fuentes de la Generalitat, esta campaña institucional va dirigida a Cataluña, Islas Baleares y la Comunitat Valenciana, para alertar de que los pactos entre PP y Vox en esos dos últimos territorios «quieren eliminar el catalán».

La campaña ya se ha emitido en la televisión catalana y se ha difundido a través de las redes sociales del gobierno catalán; pero, según esas mismas fuentes del Govern, desde la Secretaría de Difusión del Departamento de Presidencia de la Generalitat de Cataluña se ofreció también en los últimos días a las televisiones autonómicas de la Comunitat Valenciana y de Baleares.

Según han relatado desde el Ejecutivo catalán, la balear IB3 no ha respondido por ahora al ofrecimiento, mientras que la valenciana À Punt inicialmente argumentó que los espacios para publicidad de su parrilla televisiva ya estaban repletos para San Juan y, posteriormente, adujo que se trataba de publicidad política y, al estar en época electoral, no podía emitir dicha campaña, siempre según la versión del gobierno catalán.

Precisamente esta mañana, en un acto en el Palau de la Generalitat, el presidente catalán, Pere Aragonès, ha hecho un llamamiento a «reforzar» la defensa de la lengua y cultura catalanas, frente a la «ofensiva» y la «amenaza» de los «nacionalismos de Estado» y unos pactos entre PP y Vox que suponen «un claro mensaje de hostilidad».

Aragonès ha citado también esa misma frase de Ovidi Montllor, justo cuando el president se refería a que «las primeras decisiones en gobiernos de algunos territorios han sido un claro mensaje de hostilidad hacia la cultura y lengua que compartimos», ha dicho en alusión a los pactos PP-Vox en Baleares o la Comunitat Valenciana.

El mandatario catalán ha considerado que, en este contexto actual, «los ataques a la escuela catalana y al uso social de la lengua catalana no se han frenado». Ha apostado por «reforzar los lazos de fraternidad» entre los distintos territorios de habla catalana.

 

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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