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Salud y Bienestar

ESTUDIO| El ibuprofeno, de nuevo bajo sospecha

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Un nuevo estudio ha averiguado que el ibuprofeno aumenta en un 31% el riesgo de paro cardíaco, según investigadores de Dinamarca.

Otros medicamentos del mismo grupo de analgésicos, conocidos como antinflamatorios no esteroideos (AINE), presentaron un riesgo aún mayor, según los resultados publicados el miércoles en el European Heart Journal.

Diclofenac, disponible en el mostrador en el Reino Unido hasta el año 2015 y aún bajo receta, aumentó el riesgo en un 50%, informa The Guardian.

Ibuprofeno

El profesor Gunnar Gislason de la Universidad de Copenhague, quien dirigió el estudio, pidió controles más estrictos sobre la venta de ibuprofeno y otros AINE. Explicó que «permitir que estos medicamentos sean comprados sin receta y sin ningún consejo o restricción, envía un mensaje al público de que debe ser seguro».

«Los hallazgos son un claro recordatorio de que los AINE no son inofensivos. El diclofenaco y el ibuprofeno, ambos fármacos de uso común, se asociaron con un aumento significativo del riesgo de paro cardiaco».

Aunque ésta no es la primera vez que se alerta sobre el consumo de AINEs. En septiembre pasado un estudio en British Medical Journal encontró que estaban relacionados con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca. Estudios previos han relacionado los fármacos con el ritmo cardíaco anormal – que puede causar insuficiencia cardíaca – y un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular si se toman regularmente.

Gislason instó a las personas con problemas cardíacos a evitar el ibuprofeno y otros AINE. «Los AINE deben usarse con precaución y para una indicación válida. Probablemente deberían evitarse en pacientes con enfermedad cardiovascular o muchos factores de riesgo cardiovascular «, explicó al mismo diario. «No creo que estos medicamentos se deban vender en supermercados o estaciones de servicio donde no hay asesoramiento profesional sobre cómo usarlos».

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Salud y Bienestar

Cómo eliminar el anisakis de la merluza y disfrutar del pescado sin riesgos

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El anisakis es un parásito presente en muchos pescados y cefalópodos que puede causar anisakiasis, una enfermedad que provoca trastornos digestivos y reacciones alérgicas graves. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advierte que el consumo de pescado crudo o poco cocinado es el principal riesgo, y ofrece recomendaciones para disfrutar del pescado con seguridad.

1. Selección y manipulación del pescado

El primer paso para evitar la infección es elegir pescado fresco y limpio, preferiblemente sin vísceras. Si compras el pescado entero, retira las vísceras inmediatamente, ya que el parásito se encuentra principalmente en ellas. Este gesto reduce significativamente el riesgo de anisakiasis.

2. Cocción adecuada: el método más efectivo

Cocinar el pescado correctamente es fundamental para eliminar el anisakis. Asegúrate de que la temperatura interna alcance al menos 60 °C durante un minuto. Como guía práctica:

  • Una pieza de pescado de 2,5 cm de grosor necesita unos 10 minutos de cocción, dándole la vuelta a la mitad del tiempo.

  • Puedes freír, hornear, cocer o cocinar a la plancha, siempre controlando la temperatura uniforme.

3. La congelación salva vidas

Cuando el pescado se va a consumir crudo o semicrudo, la congelación es obligatoria. Las recomendaciones de AECOSAN incluyen:

  • Congelar a –20 °C o menos durante mínimo cinco días.

  • Usar frigoríficos con tres estrellas o más para asegurar la temperatura.

  • Comprar pescado ya congelado de proveedores que cumplan esta norma.

4. Preparaciones que requieren congelación

Algunas recetas tradicionales o internacionales deben seguir este paso:

  • Boquerones en vinagre, ceviche, sashimi o sushi.

  • Carpaccios y pescados marinados.

  • Huevas crudas, arenques o pescados ligeramente salados.

  • Pescado ahumado en frío.

5. Productos que no necesitan congelación

No todo el pescado requiere congelación:

  • Moluscos bivalvos: mejillones, ostras, almejas, coquinas.

  • Pescados de agua dulce: truchas, carpas.

  • Semiconservas y pescados curados: anchoas, bacalao, mojamas.

6. Legislación y responsabilidad

La UE y España obligan a que los productos de la pesca estén libres de parásitos visibles y que los establecimientos garanticen la seguridad de los alimentos crudos o semicocidos. Además, los consumidores tienen derecho a información sobre congelación previa.

7. Prevención: clave para disfrutar del pescado

La prevención del anisakis combina:

  • Elección de pescado limpio y fresco.

  • Cocción a temperaturas seguras.

  • Congelación adecuada cuando sea necesario.

Siguiendo estas recomendaciones, es posible disfrutar de la merluza y otros pescados sin riesgos, equilibrando tradición culinaria y seguridad alimentaria.


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