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Nino Bravo: La primera biografía autorizada revela la vida íntima del mito

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Imagen de la portada del libro, editado por Milenio. EFE

València, 16 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- Tras más de una década recopilando documentos y testimonios de familiares y amigos, Darío Ledesma, creador y responsable de la web oficial de Nino Bravo, publica la primera biografía autorizada del cantante valenciano, fallecido hace hoy 49 años, que invita a descubrir «a la persona detrás del mito».

Nino Bravo: La primera biografía autorizada revela la vida íntima del mito

«Nino Bravo. Voz y corazón», publicado por la editorial catalana Milenio, reúne en casi 500 páginas la «verdadera historia del padre, marido, amigo y cantante» a través de entrevistas con los familiares, amigos y las personas que le acompañaron en su trayectoria vital y artística, que sacan a la luz anécdotas y documentos inéditos, y quiere hacer «justicia musical e histórica» a uno de los artistas, todavía hoy, más influyentes de la música pop en español.

«La visión general que se tiene de Nino Bravo -nombre artístico de Luis Manuel Ferri- es de un personaje que llegó al éxito y se fue cuando estaba en la cima, pero faltaba la explicación de cómo había llegado ahí, cuáles fueron las barreras y los obstáculos que tuvo, su relación con otros cantantes de la época y conocer más a la persona detrás del personaje», señala Ledesma a Efe.

El autor explica que uno de las mayores aportaciones del libro es poder hacer un «zoom» en su infancia a través de los recuerdos de sus familiares, que rememoran en el libro la música que escuchaba de niño en la radio, su afición por las películas de Antonio Molina, o los motivos que le llevaron a cambiar de casa, de Aielo de Malferit a València, de allí a Carcaixent y de nuevo a València.

Ledesma clarifica por ejemplo que no llegó a estar escolarizado en Aielo de Malferit, donde el cantante nació y tiene su museo, el pueblo de sus ancestros, al que regresaba en verano; habla de su bisabuela paterna, que fue cantante de ópera y su bisabuelo, director de los coros del orfeón valenciano, y que en Carcaixent fue donde se crió, estudió de niño y tuvo sus primeros amigos.

También de sus primeras influencias musicales de la mano de Jorge Sepúlveda, Antonio Machín, Jorge Negrete, Carlos Gardel o Antonio Molina, el cante jondo y de los cantantes italianos, sobre todo de Domenico Modugno, quien «despertó» su motivación para dedicarse a la música.

EL FRANK SINATRA ESPAÑOL

Ledesma asegura asimismo que quiso convertirse en un Tom Jones o Frank Sinatra español, con una voz propia que le identificara, y que de hecho lo consiguió en su último disco, en el que llevó a su terreno éxitos internacionales como «Mona Lisa» o «Laura».

El libro está plagado de anécdotas también de su trayectoria musical, desde su primer grupo Los Hispánicos a Los Superson y su debut en solitario con su nombre artístico, Nino Bravo, de cuya elección también hay numerosas versiones.

La más creíble a juicio del autor es la de quien fue su primer representante, Miguel Siurán, el que dio con él: Nino por el auge de los nombres en italiano y porque suena igual en cualquier idioma, y Bravo por su carácter, ya que aunque era una persona tímida cuando sacaba su genio era muy «bravucón».

La historia está también acompañada de fotografías inéditas, de momentos familiares e íntimos que el cantante guardó siempre con mucho celo. «Defendía que la familia pertenecía a Luis Manuel Ferri y las noticias que se dieran en prensa tenían que ser estrictamente musicales», de su faceta artística, recuerda el autor.

Una prueba fue su boda con Amparo, que hizo en la estricta intimidad. Un periodista de «Mundo joven» consiguió colarse en la ceremonia y como represalia Nino Bravo envió las fotos a una agencia para que las divulgase y fastidiarle así la exclusiva.

Ledesma asegura asimismo que con este trabajo ha querido dejar un legado sobre la historia y trayectoria del hombre y su «alter ego», con sus «luces y sus sombras» y lo más objetivo posible, y escribir el libro que a él, como fan, le habría gustado leer.

¿Y a dónde habría llegado hoy Nino Bravo? «Lo imagino con un éxito internacional que ya estaba proyectándose, grabando en inglés, habría seguido grabando discos pero a otro ritmo, para dedicar el resto del tiempo a producir a otros artistas y, sin duda, ligado a la música».

De la vigencia del mito «solo hay que recordar que ‘Libre’ fue una de las canciones que sonó cuando se levantó el confinamiento» por la pandemia de coronavirus, señala el autor.

«A sus ‘fans’ nos faltaba sentir al Nino Bravo presente, poder acompañarlo en ese viaje vital que fatídicamente se truncó el 16 de abril de 1973» en un accidente de tráfico.

Darío Ledesma presentará el libro «Nino Bravo. Voz y corazón» el próximo miércoles en El Corte Inglés de la calle Colón de València, acompañado de Amparo Ferri, hija del cantante.

Por Eva Batalla

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Cultura

Muere a los 55 años Esther Uria, actriz de ‘Hospital Central’ y ‘Cuéntame cómo pasó’ 

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Esther Uria
Esther Uria, en una imagen del sindicato vasco de actores. (Euskal Aktoreen Batasuna)

El mundo de la interpretación y la cultura vasca llora la pérdida de Esther Uria, actriz y pedagoga donostiarra conocida por sus papeles en series de televisión tan emblemáticas como Hospital Central, Cuéntame cómo pasó, Doctor Mateo o El comisario.
La intérprete falleció el pasado jueves 23 de octubre a los 55 años, en el Hospital Donostia, tras sufrir una breve enfermedad que sorprendió a familiares, compañeros de profesión y antiguos alumnos.

Su muerte ha provocado un hondo pesar en el sector audiovisual y educativo, donde era muy querida por su doble faceta como actriz y docente.


Una artista con alma de educadora

Nacida en San Sebastián, Esther Uria se formó en Arte Dramático y dedicó buena parte de su vida a unir dos de sus grandes pasiones: el teatro y la educación.
En el escenario, destacó por su talento natural, su versatilidad y su compromiso con los textos clásicos y contemporáneos. Participó en obras como La cacatúa verde y La importancia de llamarse Ernesto, donde demostró una sólida técnica interpretativa.

Su rostro también se hizo familiar en la pequeña pantalla, con participaciones en algunas de las series más populares de la televisión española.
Entre ellas, Cuéntame cómo pasó, El comisario, Doctor Mateo y Hospital Central, donde interpretó a personajes secundarios cargados de humanidad y cercanía.


Una nueva etapa dedicada a la investigación y la enseñanza

En 2008, en el punto álgido de su carrera artística, decidió dar un giro radical y retomar sus estudios universitarios. Su inquietud intelectual la llevó a obtener el Premio Extraordinario en Educación Especial y la Licenciatura en Psicopedagogía con Premio Fin de Carrera.
Posteriormente, cursó un Máster de Formación del Profesorado en Secundaria (2012) y una beca internacional en la Universidad de Victoria (Canadá) para desarrollar una tesis sobre el teatro como herramienta pedagógica para fomentar la convivencia en las aulas.

Esa investigación culminó en 2018 con su doctorado en la Universidad del País Vasco (EHU/UPV), bajo el título:
Diseño, desarrollo y evaluación de un programa basado en las técnicas del sistema teatral para el fomento de la convivencia positiva en el alumnado de secundaria del País Vasco.

Con este trabajo, Esther Uria consolidó una línea de investigación pionera sobre el poder del teatro como motor educativo y emocional.


Teatro, pedagogía y vida: su legado

Pese a su dedicación a la docencia, Esther Uria nunca abandonó del todo los escenarios. En 2013, junto a su pareja y colaborador artístico Edu Errondosoro, estrenó la obra Cada día es solo una vez al día, un montaje íntimo y reflexivo sobre la importancia de la risa, el amor y el presente.

En una entrevista concedida a El Diario Vasco, Uria resumía su filosofía vital con una frase que hoy resuena con fuerza:

“No nos lamentamos del pasado, tenemos el presente y una forma muy positiva de vivirlo es empezar a hacerlo con humor reflexivo. Vivamos el presente con humor y amor.”

Esta obra representaba fielmente su manera de entender la existencia: optimismo, resiliencia y humanidad. A través de su trabajo, defendía que el teatro no solo debía emocionar, sino también educar y sanar.


Una figura querida en Donostia y en el ámbito cultural vasco

En el País Vasco, su figura trascendía el ámbito artístico. Esther Uria fue reconocida por su compromiso con la cultura local, la enseñanza inclusiva y la promoción del arte como herramienta de convivencia.
Sus compañeros de la Universidad del País Vasco la definen como “una mujer brillante, entusiasta y profundamente humana”.

También numerosos intérpretes que coincidieron con ella en platós y escenarios han expresado su tristeza en redes sociales, recordando su sonrisa constante, su humildad y su forma de hacer del teatro un espacio de encuentro.


El adiós a una vida dedicada al arte y la educación

La muerte de Esther Uria deja un vacío en el panorama cultural español, pero también un legado de inspiración para nuevas generaciones de actores, docentes y creadores.
Su vida fue una lección sobre cómo reinventarse sin perder la esencia, y cómo el arte puede convertirse en una herramienta de transformación personal y social.

El funeral se celebrará en Donostia-San Sebastián en la más estricta intimidad familiar, aunque sus allegados no descartan organizar más adelante un acto público de homenaje para celebrar su vida y su obra.

A los 55 años, Esther Uria se despide dejando tras de sí una huella imborrable: la de una mujer que hizo del teatro una forma de entender el mundo y del humor una forma de resistirlo.

Las tragedias de los protagonistas de la serie Hospital Central

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