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Cómo evitar la ansiedad de nuestros perros por separación tras las vacaciones

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EFE/EDUARDO PALOMO/Archivo
ANICURA

Después de las vacaciones, los animales pueden experimentar ansiedad por separación, un estado de estrés que pueden sufrir las mascotas cuando no tienen acceso a su cuidador, lo que provoca cambios en su comportamiento

Cada vez son más los cuidadores que aprovechan los días de vacaciones para disfrutar y pasar más tiempo con su mascota. Estos días de descanso traen cambios en sus rutinas y el animal se acostumbra a estar todo el día con su cuidador, realizando todo tipo de actividades poco habituales en su día a día. Ahora, tras la vuelta de las vacaciones, toca decir adiós a esos nuevos hábitos y dar la bienvenida al mes de septiembre, en el que toca “volver al cole”.

Cómo evitar la ansiedad de nuestros perros por separación

Desde AniCura recuerdan la importancia de prestar especial atención a las mascotas al regreso de las vacaciones, dado que pueden experimentar ansiedad por separación, es decir, cambios en su comportamiento ante la ausencia de sus cuidadores en el día a día.

“Los perros son muy transparentes con sus emociones, si tienen ansiedad por separación u otro problema por lo general nos lo van a mostrar, es probable que vocalizando o con cambios pronunciados en su comportamiento. De hecho, cuando los perros están pasando por este proceso, ladran, lloran, rascan las superficies y también intentan huir o autolesionarse”, explica Jesús Flórez-Estrada Pérez, cirujano de AniCura Constitución Hospital Veterinario.

Los gatos, sin embargo, suelen revelarnos la información de forma diferente. “Tienden más a esconderse cuando  están enfermos o estresados. Además, debemos poner mucha atención en su apetito y cualquier pérdida de las ganas de comer de más de un día debemos comentarla con nuestro veterinario. Asimismo, se debe prestar atención a la frecuencia con la que utilizan el arenero”, señala Flórez-Estrada.

A veces, estas modificaciones en el comportamiento, que se asocian erróneamente al calor del verano, también pueden ser la antesala de un problema de salud. “En los perros, esta situación supone un estrés adicional, se hacen patentes problemas etológicos referentes a la falta de ejercicio habitual que acaban desencadenando patologías asociadas al sobrepeso. Por otro lado, los gatos, por lo general, son más independientes que los perros, pero son muy sensibles a los cambios de rutina y esto puede provocar problemas del tracto urinario inferior y problemas de páncreas e hígado”, destaca este especialista.

Cuidados del animal a la vuelta de las vacaciones

Ante los cambios de comportamiento que experimenta nuestra mascota, es importante volver gradualmente a la rutina que tiene el resto del año para que pueda acostumbrarse a ella poco a poco. Si el cuidador tiene que volver a su jornada laboral, es aconsejable prepararle días antes dejándole solo durante cortos periodos de tiempo para que adquiera independencia. “Un cambio paulatino de los hábitos de nuestros animales antes de la reincorporación al trabajo puede hacer que la transición sea mucho más suave, pudiendo esto evitar los problemas etológicos y de salud asociados a este periodo”, asegura Flórez-Estrada.

Además, sería conveniente que durante el tiempo que permanezca solo en casa tenga juguetes, como mordedores y alfombras de olfateo para perros y árboles con rascadores para gatos. De esta manera, se entretienen en ese espacio de tiempo en el que no está su cuidador.

Los horarios para los perros y gatos

Tanto para los perros como para los gatos, se aconseja marcar unos horarios para las diferentes actividades diarias (comida, paseo, juego, siestas, etc.) con el fin de evitar el estrés o la ansiedad.

Los expertos aconsejan marcar un horario fijo de paseo para los perros con una duración determinada y, en el caso de los felinos, situar el arenero en su ubicación de siempre y que no haya cambios en el sustrato que se usa como absorbente.

Sin embargo, los expertos inciden en que cada animal requiere unos determinados cuidados, dependiendo de la etapa en la que se encuentre. En palabras de Flórez-Estrada, “siempre sería recomendable acudir a consulta para la elaboración de un plan personalizado y óptimo para cada animal”.

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El día más corto del año: cuándo es el solsticio de invierno en 2025 y por qué es tan importante

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FREEPIK ARCHIVO

Cada mes de diciembre, el calendario señala una fecha clave que va mucho más allá de una simple curiosidad astronómica. El solsticio de invierno marca el día con menos horas de luz del año y simboliza un punto de inflexión natural: a partir de ese instante, las jornadas comienzan a alargarse de forma progresiva, aunque casi imperceptible al principio.

Este fenómeno, seguido desde hace miles de años por civilizaciones de todo el mundo, continúa despertando interés tanto por su significado científico como por su carga simbólica. En 2025, el solsticio volverá a producirse puntualmente en diciembre, dando inicio al invierno astronómico en el hemisferio norte.

¿Cuándo se produce el solsticio de invierno en 2025?

En 2025, el solsticio de invierno tendrá lugar el 21 de diciembre a las 15:03 horas (hora peninsular española). Es importante matizar que el solsticio no dura un día entero, sino que es un instante exacto, el momento en el que el Sol alcanza su menor altura aparente sobre el horizonte en el hemisferio norte.

Desde ese preciso segundo, la duración del día empieza a aumentar poco a poco. Aunque durante los días posteriores el amanecer aún puede retrasarse ligeramente, el número total de minutos de luz diurna comienza a crecer, marcando el inicio del llamado “retorno de la luz”.

Qué ocurre exactamente durante el solsticio de invierno

La palabra solsticio procede del latín sol (Sol) y sistere (detenerse), y hace referencia a la sensación de que el Sol “se detiene” en su recorrido antes de invertir su trayectoria aparente.

La explicación científica

El fenómeno se explica por la inclinación del eje terrestre, que se mantiene en unos 23,5 grados respecto al plano de su órbita alrededor del Sol. Esta inclinación es la responsable de que las estaciones existan y de que la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio varíe a lo largo del año.

Durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte:

  • El Sol se sitúa perpendicularmente sobre el Trópico de Capricornio, en el hemisferio sur.

  • En el sur se vive el día más largo del año.

  • En el norte se registra la noche más larga y el día más corto.

Por qué la fecha del solsticio cambia cada año

Aunque suele producirse entre el 20 y el 22 de diciembre, el solsticio de invierno no cae siempre el mismo día ni a la misma hora. La razón está en que el calendario gregoriano no encaja de forma perfecta con el año solar real.

La Tierra tarda aproximadamente 365 días y casi seis horas en completar una órbita alrededor del Sol. Ese desfase se corrige con los años bisiestos, que añaden un día extra cada cuatro años. Además, influyen otros factores como:

  • Pequeñas variaciones en la órbita terrestre.

  • La precesión del eje terrestre, un lento movimiento similar al de una peonza.

Todo ello provoca ligeros cambios en la fecha y hora exactas de los solsticios a lo largo del tiempo.

El día más corto del año según la latitud

El impacto del solsticio no se percibe de la misma forma en todos los lugares del planeta. La duración del día depende directamente de la latitud:

  • En España, el 21 de diciembre de 2025:

    • En Madrid, el día durará algo más de nueve horas.

    • En el norte peninsular, la luz será todavía más escasa.

  • En latitudes próximas al Círculo Polar Ártico, el Sol no llega a salir, dando lugar a la conocida noche polar, visible en zonas de Noruega, Finlandia o Islandia.

Cuanto más al norte, menos horas de luz; cuanto más al sur, mayor duración del día durante el solsticio invernal del hemisferio norte.

¿El solsticio marca realmente el inicio del invierno?

Esta es una de las dudas más habituales. Existen dos formas oficiales de definir las estaciones, y ambas conviven:

Invierno meteorológico

  • Se basa en criterios climáticos y estadísticos.

  • Tiene fechas fijas.

  • Comienza el 1 de diciembre y termina el 28 o 29 de febrero.

Invierno astronómico

  • Depende de la posición de la Tierra respecto al Sol.

  • Comienza con el solsticio de invierno.

  • Finaliza con el equinoccio de primavera.

Por eso, aunque muchas previsiones meteorológicas hablan de invierno desde principios de diciembre, el invierno astronómico no arranca hasta que se produce el solsticio.

El solsticio a lo largo de la historia y su simbolismo

El solsticio de invierno ha sido observado, medido y celebrado desde la antigüedad. Numerosas culturas lo consideraban un momento sagrado ligado a la renovación y al ciclo de la vida.

Monumentos como:

  • Stonehenge, en Reino Unido.

  • El Templo del Sol de Machu Picchu, en Perú.

están alineados con la posición del Sol durante el solsticio, lo que demuestra la importancia que este evento tenía para los calendarios agrícolas, los rituales religiosos y la organización social.

Un punto de inflexión en el año

Hoy, aunque la ciencia ha explicado con precisión qué ocurre durante el solsticio de invierno, su significado sigue intacto. Representa el final del descenso de la luz y el inicio de un nuevo ciclo, un recordatorio natural de que incluso tras el día más oscuro del año, la claridad siempre regresa poco a poco.

El 21 de diciembre de 2025 volverá a marcar ese instante exacto en el que el Sol “se detiene” para empezar, lentamente, a ganar altura en el cielo.

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