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Cinco años de cárcel para la joven detenida en Gandia por difundir vídeos de DAESH

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(EUROPA PRESS)-La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a cinco años de prisión por un delito de colaboración con organización terrorista impuesta por la Audiencia Nacional a Raja E. A., una joven marroquí de 20 años detenida en Gandia (Valencia) en 2015, por difundir a través de sus perfiles en las redes sociales fotografías y vídeos de propaganda del DAESH y hacer un llamamiento a la yihad. Asimismo, la joven también tendrá libertad vigilada durante cinco años.

El alto tribunal considera probado que la recurrente «es la responsable de los perfiles en los que se asienta la condena» y que «buscaba con sus mensajes favorecer la causa del Estado Islámico», por lo que desestima el recurso de casación interpuesto contra la sentencia de la Audiencia Nacional que le impuso la pena.

En su recurso, la joven, que tenía 18 años en el momento de su detención, alegaba la inexistencia de pruebas para acreditar que sus manifestaciones habían contribuido a sumar nuevos miembros al grupo terrorista, por lo que no podía ser condenada por dicho delito, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

Después de examinar los vídeos y los textos en árabe insertados en algunas fotografías, extraídos de su perfil de Facebook, Twitter y de otras redes sociales, el TS sostiene que la sentencia recurrida concluyó que había prueba de cargo suficiente de que «las imágenes eran por sí realmente ilustrativas, sin necesidad de entender la letra de los cánticos, ni los textos en árabe».

Añade que, aunque la recurrente no quiso dar explicaciones del material intervenido, se consideró acreditado que ella era la administradora y usuaria de los perfiles de los que se extrajeron esos vídeos y fotografías, basándose en lo que declararon los policías que localizaron la IP, así como en el perfil que lleva un nombre concordante con el de la acusada (raacgaa.elaasemy), además de otros datos personales concordantes con ella, la localidad de Gandia donde reside o el nombre del instituto donde estudiaba.

ADMITIÓ HABER SIDO CAPTADA

Otro dato, explica la sala, es que Facebook Ireland LTD, facilitó -como sustrato del perfil- el número de teléfono que era utilizado por la acusada. También señala que en el momento de su detención tenía un ordenador y dos teléfonos móviles desde los que operaba y que ella misma admitió ante el juez haber sido captada y que escribió uno de los textos.

De igual modo, la sala rechaza rebajar la pena en uno o dos grados por aplicación de la atenuación prevista en el Código Penal -artículo 579 Bis 4 Código Penal- para hechos de menor gravedad, atendidos el medio empleado o el resultado producido. «La colaboración ha consistido en una actividad de adoctrinamiento y captación de personas que puedan incorporarse a la actuación terrorista islamista, la utilización de las redes sociales como instrumento de difusión de sus mensajes, posibilita un esparcimiento generalizado y permanente del ideario captatorio y, con ello, una mayor exposición colectiva al riesgo que el tipo penal trata de evitar», concluye el tribunal.

Por último, el tribunal desestima el motivo en el que la recurrente sostenía que la investigación respondía a un rastreo general en internet para descubrir la comisión de hechos delictivos y que, en el curso de ese rastreo, localizaron su perfil al infundirle sospechas de vinculación con el terrorismo islámico.

La sala reitera que es consciente de que la investigación de hechos de esta naturaleza reviste una gran complejidad, por la forma en la que se generan, y por las amplias posibilidades de que el número de personas que puedan resultar seducidas por las predicaciones de fanáticos religiosos sea imprevisible y totalmente aleatoria.

Por ello, subraya el tribunal, «no es reprochable que los servicios de inteligencia, o las unidades policiales, extiendan sus investigaciones a un amplio espectro de personas que pudieran sentirse atraídas por las prácticas que incitan a la violencia en nombre de creencias religiosas y, una vez agotadas sus posibilidades, centren sus sospechas en un número de personas que, finalmente, ponen a disposición de la autoridad judicial».

SE PLANTEÓ VIAJAR A ZONA DE CONFLICTO

La Audiencia Nacional consideró probado que la joven condenada, que desde 2015 se fue «radicalizando en sus convicciones religiosas y políticas», empezó a hacer público en las redes sociales, a través de su perfil que compartía los postulados del DAESH y a insertar mensajes sobre la conveniencia de hacer la yihad. En ese momento, se empezó a plantear viajar a una zona de conflicto controlada por el Estado Islámico para casarse con un muyahidín, «como forma de hacer su propia yihad».

Tras regresar a España después viajar a Marruecos, donde entró en contacto con personas con las que afianzó sus convicciones extremistas y se informó de cómo hacer el viaje a Siria, siguió difundiendo «con mayor proliferación» fotografías y vídeos de propaganda del Estado Islámico en las que se presentaba a sus miembros como héroes y mártires, y ejecuciones de infieles, al mismo tiempo que hacía un llamamiento para hacer la yihad con comenatrios como «¿hasta cuándo vais a estar sentados?».

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El cuerpo del desaparecido por la Dana hallado en el río Turia estaba momificado

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El cuerpo hallado en el río Turia estaba momificado y podría ser el de Francisco Javier

El Instituto de Medicina Legal de Valencia analiza el cuerpo hallado este martes en el cauce del río Turia, que podría corresponder a Francisco Javier Vicent, desaparecido hace un año junto a su hija durante la DANA de Valencia.

Según fuentes de la investigación, el cadáver se encontraba en avanzado estado de momificación, un fenómeno favorecido por la acumulación de barro y la falta de oxígeno, lo que permitió su conservación durante meses bajo el sedimento del río.


El barro preservó el cuerpo durante casi un año

El hallazgo fue realizado por trabajadores de la empresa pública TRAGSA durante labores de desescombro y limpieza en la desembocadura del Turia. Los operarios detectaron restos humanos semienterrados en el fango y alertaron de inmediato a las autoridades.

El cuerpo, parcialmente cubierto por lodo, no presentaba signos externos de violencia visibles debido al estado de conservación, aunque será la autopsia la que determine las causas exactas de la muerte.

Fuentes forenses explican que el barro actuó como una capa protectora, impidiendo la descomposición total y provocando una momificación natural del cadáver.


La autopsia confirmará la identidad del cadáver

El cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se llevarán a cabo pruebas de ADN y análisis forenses para confirmar si pertenece a Francisco Javier Vicent, de 56 años, desaparecido junto a su hija Susana Vicent, cuyo cuerpo fue hallado días después de la riada en El Saler.

De confirmarse su identidad, se cerraría uno de los casos más trágicos de la DANA que azotó la provincia de Valencia en 2024, en la que varias personas perdieron la vida o desaparecieron arrastradas por el agua.

 


El hallazgo junto al río Túria


Una tragedia que sigue dejando huellas

Javi, de 56 años, era uno de los tres desaparecidos que aún seguían sin localizar casi un año después de la DANA. El vecino de Pedralba se encontraba en una vivienda rural junto a su hija —una joven con síndrome de Down— cuando fueron sorprendidos por la riada.

Días después, la Guardia Civil localizó el cuerpo de la joven, pero las búsquedas de su padre no dieron resultado hasta ahora. Su caso se convirtió en símbolo de la tragedia que azotó a la comarca y que dejó profundos daños humanos y materiales.


Dos personas más siguen desaparecidas: Elizabeth y Francisco

Además de Javi, las otras dos personas que siguen desaparecidas son Elizabeth y Francisco, a quienes la Guardia Civil continúa buscando en distintos puntos de la provincia.

Elizabeth desapareció cuando circulaba en coche junto a su madre cerca del Hotel La Carreta de Chiva. El cuerpo de su madre, Elvira, fue encontrado días después a varios kilómetros del lugar donde el vehículo fue arrastrado por el agua.

Por su parte, Francisco fue visto por última vez en Montserrat, tras salvar a sus dos nietos colocándolos en el techo del vehículo antes de que la riada se los llevara por delante. Desde entonces, no se ha tenido noticia de él.


Una investigación que busca cerrar heridas

El hallazgo del cuerpo en Manises abre una nueva fase en la investigación de una de las catástrofes naturales más graves de los últimos años en la Comunitat Valenciana.
Las autoridades esperan que las pruebas forenses puedan confirmar la identidad de los restos en los próximos días, lo que permitiría dar cierre a una familia que ha esperado durante meses una respuesta definitiva.

Mientras tanto, los trabajos de búsqueda y recuperación en zonas afectadas por la DANA continúan, con el compromiso de localizar a todas las víctimas de aquella trágica jornada.

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