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Cómo lidiar con personas pasivo-agresivas
Publicado
hace 12 mesesen
Durante mucho tiempo, la personalidad pasivo-agresiva fue clasificada como un trastorno de personalidad. En la actualidad, se considera un tipo de personalidad negativista. Hablamos de un patrón conductual, cuya característica principal es la expresión de los sentimientos negativos de una forma indirecta. Pero, cómo lidiar con personas pasivo-agresivas. Lo analizamos en profundidad.
Suelen ser un perfil de personas que hablan con sarcasmo, burla o menosprecio hacia los demás, suponiendo que es a modo de «broma». Su respuesta ante los conflictos es con un «trato silencioso» o empleando indirectas, en vez de ir directos al grano. A menudo, las personas pasivo agresivas, suelen herir los sentimientos de las personas de su alrededor. En concreto, de aquellas otras personas que pertenecen a su círculo de confianza y es complicado hacer como si nada en estos casos.
Principales características
Se trata de personas muy egoístas o egocéntricas, se centran en sí mismos, sin importarles los sentimientos de los demás, y está es su principal característica. Les gusta controlar a los demás y les parece normal, puesto que su principal objetivo es sentirse bien consigo mismo actuando de tal manera. Emplear la manipulación ante los demás es uno de sus puntos fuertes debido a su egocentrismo. Es por ello, que comienzan alagando a las personas con el fin de entablar amistad, pero son muy extremistas y pasan del amor al odio en muy poco tiempo. También, utilizan las palabras para hacer sentir mal a aquellos que les brindan su confianza tanto como su tiempo al considerar que se trata de su afecto es fruto de una amistad, pero muchos de sus comentarios son sutilmente agresivos.
Existen un par de estrategias que se pueden emplear para establecer barreras mentales o psicológicas para delimitar la importancia de los comportamientos irientes de las personas, pero es complicado dejar de entrar en su campo de batalla constante. Adelantamos, que estas tienen que ver con la interacción para evitar que nos afecte negativamente en nuestro día a día.
¿Qué es el comportamiento pasivo agresivo?
Se trata de un patrón de conducta de una persona que es pasivo agresiva , que es incapaz de ser honesta y expresar sus sentimientos o pensamientos reales por miedo a que los de su alrededor se aparten de su lado, ya que dichos pensamientos suelen ser negativos hacia ellos.. A pesar de ser una persona que critica a los demás sin cesar. Pero, la realidad del caso es dirá lo que piensa de un momento que considere indicado, donde él sienta que tiene la confianza necesaria como para hacerlo abiertamente de manera sutil.
«Hay una desconexión entre lo que la persona que presenta la conducta pasivo-agresiva dice y lo que hace». (Daniel Hall Flavin, psiquiatra de la Clínica Mayo)
Rasgos de conducta
En un momento de disputa o mal entendido, este tipo de personas ocultan su enfado través de sonrisas. A menudo, muchos de los errores o momentos de enfado son relacionados con la provocación o intención de una persona pasivo agresiva, y sus actuaciones suelen ser por lo tanto, intencionadas para ver reacciones en la otra persona y ver hasta donde puede llegar con esta supuesta relación de afecto amistoso. En el momento en el que la otra persona le comenta algo contrario a sus ideales o forma de ver las cosas te responden con una sonrisa y asienten cuando en realidad su idea mental es contraria y no tardan demasiado en reprocharte lo que le han dicho y criticar la idea propuesta debido a que solamente creen en lo que ellos mismos consideran que es lo realmente correcto y no existe otra alternativa. Es más, no pararan hasta que te disculpes y les des la razón. Una vez más podemos observar que son egocéntricos, manipuladores y cínicos.
El ser humano
Se considera que casi todas las personas actúan de forma pasivo agresiva en situaciones en las que por la razón que sea, no pueden tener una comunicación abierta y clara. Pero, cuando se vuelve un patrón de conducta tan repetitivo, o más bien un rasgo de personalidad, es donde realmente lo podemos considerar un problema.
Rasgos de personalidad
El hecho de reprimir su ira interior y propia es otro de los rasgos que les caracterizan. Por ejemplo. la frustración, la infelicidad, enfado constante por todo y a causa de todos los que les rodean genera su estado de amargura o en algunos casos, incluso, envidia. Debido a que, son personas que no se sienten satisfechas casi nunca o su nivel de satisfacción, suele durar muy poco tiempo. Ellos mismos son los que suelen crear este tipo de emociones, y su forma indirecta de expresarlas acaban por hacer daño a su entorno.Según Hall Flavin, dicha conducta es común en personas que padecen algunas enfermedades mentales. Pero, como tal, no es considerada enfermedad mental la que hace que estos individuos actúen de esta manera. A pesar de ello, su personalidad les hace que busquen cohesionar con alguna persona para buscar la razón absoluta. De ahí la importancia de reconocerla y buscar recursos para afrontarla.
Cómo identificar las conductas pasivo agresivas
Estas se pueden manifestar de diferentes maneras, esto quiere decir que depende de cómo sea la persona en sí. Pero, el patrón de agresividad lo tiene insitu. Son personas que buscan contradecir las respuestas de las demás personas de manera general, y eso les crea un conflicto interno propio, en el que se conoce la versión de las dos partes. Donde se puede identificar cuando las acciones contradicen de manera sutil las palabras y la razón por la cual ocurre dicho fenómeno. Lo cual, es muy evidente e incuestionable. Se trata de emociones negativas ocultas que tarde o temprano salen a la luz en forma de ráfaga de viento. Entre sus manifestaciones, podemos encontrar: la ira, el enfado, la envidia y entre otras.
Cuando una persona actúa de esta manera puede ir relacionado con un problema de autoestima, ya que siente temor a perder el control o como vía para enfrentar su estrés, su ansiedad, su miedo al rechazo o al conflicto. En más de una ocasión, dichas manifestaciones buscan la manera de expresar lo que se sienten, como que están siendo subestimados o que guardan algún tipo de rencor.
Conozcamos este patrón:
- Tienden a culpar a los demás por sus errores y se victimizan.
- Guardan rencor para sacarlo a relucir más tarde.
- Hacen comentarios sarcásticos:«estoy bromeando».
- Se centran en temas que saben que para otros pueden ser sensibles.
- En lugar de ofrecer elogios a los demás, les restan importancia o los ignoran directamente.
- Excluyen a otros de actividades grupales, como almuerzos o salidas.
- Ignoran o se alejan de las conversaciones que consideran un conflicto y evitan enfrentarlas para no asumir su responsabilidad.
- Le dicen «sí» a todo cuando en realidad no van a ser serios y francos en los proyectos, las tareas o cualquier otro compromiso con la intención de no completarlos o de sabotearlos como una forma de represalia.
Cómo lidiar con personas pasivo agresivas: 11 estrategias
Las relaciones con las personas pasivo agresivas son incómodas y causan un impacto negativo en la salud mental de las personas de su alrededor. Debido en muchas ocasiones a sus comentarios y conductas hirientes que pueden crear problemas de autoestima, inseguridad o incluso, ansiedad. Por otra parte, si no se sabe poner los límites adecuados a tiempo, puede seer muy angustiosa la situación.
Te enseñaremos como sobrellavar estas situaciones gracias a unas ciertas estrategias que tendrás que aprender para cuidar de tu salud mental. Aunque, las terapias son clave de igual modo.
1. Reconoce el patrón pasivo agresivo
Reconocer su patrón de comportamiento es el primer paso para poder lidiar con él. Te darás cuenta de que las acciones de este individuo contradicen sus palabras. Tu observación debe de ser profunda pero rápida. Es decir,si se queja constantemente y culpa a los demás es este perfil.Si utiliza el sarcasmo para atacar o evita los conflictos.
2. Deja claro que estás abierto al diálogo
Actúan a modo de «defensa», por miedo al qué dirán los demás o cómo actuarán. En muchas ocasiones sienten temor a ser rechazados, al abandono o a reacciones negativas por parte de las otras personas. De este modo, también es como muestran sus inseguridades o insatisfacciones generales. Es importante estar abierto al diálogo con esa persona pasivo agresiva para aclarar asuntos importantes con el objetivo de solucionar problemas. Acabar con las suposiciones que podrían estar alimentando dichas emociones negativas es clave.
3. Escoge el momento adecuado para enfrentar el problema
Enfrenta a la persona pasivo agresiva con el fin de establecer ciertos límites a su comportamiento. Pero no en los momentos en los que te haga enfadar o sentir mal. Cuando tus emociones sean claras comunícalas con calma.
Lo más recomendable es que te prepares lo que quieras decir, y que estés listo para recibir criticas, ya que lo más seguro es que no le siente bien tu opinión. Incluso, intentará culparte. El diálogo debe comenzar por cómo te hace sentir y cuáles serían las consecuencias en el caso en el que él o ella no modifique su comportamiento. Debes de evitar señalarlo o acusarlo en todo momento. Ten en cuenta que si te enfrentas al problema con enfado, o incluso, actuando de la misma manera en la que la otra persona te ha estado tratando a ti no podrás logran nada y menos aún tu objetivo.
4. Prioriza tus sentimientos y necesidades
Debes priorizar tus necesidades y tus sentimientos si no quieres ser víctima de una persona pasivo agresiva. Tienes que saber que ante todo, estas personas anteponen aquello que desean antes que preocuparse por los demás o darle importancia a sus asuntos, así que debes de ser más agil y no dejar que estas personas cambien algo en ti mismo. No dejes que controle todo en vuestra relación, sea cual sea, porque si lo permites no dudará en pasar por encima de lo que sientes o deseas. Traza tus límites y la otra persona deberá de respetarlos si quiere continuar manteniendo el tipo de relación que tenga. Aunque eso sea complicado de conseguir.
5. Haz responsable a la persona pasivo agresiva
Responsabiliza las acciones de una persona pasivo agresiva. No evites hablar del problema existente, ya que si no, se hará como una pelota que nunca deje de rodar y serás una presa de sus emociones. No tiene justificación los malos comportamientos, por lo que el único culpable es la persona que actúa de esa manera y debes de pararle los pies, si no quieres que te siga haciendo daño emocionalmente. Así que, hazle saber aquello que te molesta y que no tienes por que estar soportando.
6. Di adiós a las disculpas innecesarias
Los expertos en manipulación buscarán a toda costa que les pidas perdón y querrán que te sientas mal. Evita disculparte si sabes que no tienes nada que ver con el conflicto. En el caso en el que la persona no quiere mantener una conversación sobre lo ocurrido es que no lo hiciste bien, nunca deberías de dejar los temas por zanjados si algo de lo ocurrido te ha afectado de forma directa o indirectamente. Cada vez que ofreces una disculpa por no llevarle la contraria o por evitar agrandar el conflicto, le das la razón y alimentas su conducta.
7. Sé consciente de tu gestión de emociones
Analiza de qué recursos dispones para gestionar tus emociones adecuadamente. De esta manera dispondrás de unas de las claves fundamentales para que no te afecte emocionalmente la carga negativa de aquellas personas pasivo agresivas que buscan por encima de todo crear malestar en ti. Son incapaces de gestionar emociones como la ira y la frustración, y por esa razón buscan provocarlas en los demás. Si les sigues el juego respondiéndoles de forma similar a como actuaron ellos contigo habrán conseguido lo que querían.
En ese momento, deberás de contar hasta tres, respirar y pensar si es eso lo que quiero lograr. De esta manera, le quitas importancia a lo sucedido.
8. Piensa en tus propias conductas
Podría darse el caso en el que tengas también un comportamientos pasivo agresivos, y sea aquella la razón por la cual la otra persona te desafíe. Dedica tiempo a pensar en reflexionar sobre ello, es decir, en cómo reaccionas con tus amigos, compañeros de trabajo, pareja o familia cuando algo te molesta o te hiere. De cierto modo, debemos de observar nuestro propios comportamientos antes de ver los defectos en los demás.
9. Marcar claros límites
Debes mantener tus límites de manera clara para no dar lugar a confusión y más importante aún, para que sepa la persona pasivo agresiva que no puede hacer contigo lo que quiera. Debes de ser coherente con lo que dices como con lo que haces. De esta manera, esa persona se motivará a cambiar o para que al menos tenga claro que no estás dispuesto a seguir soportando sus agresiones.La persona pasiva agresiva tiene que conocer que puede perder algo si no cambia su manera de actuar. Es decir, es dejar claro que los actos traen consecuencias.
10. Retírate con respeto
Si no surgen cambios de conducta por parte de la persona pasivo agresiva, lo mejor que puedes hacer es evitar el contacto con la misma. De esta manera, habrá acabado el problema.
11. Sin alternativas
Acabar con una relación ante un problema con una persona pasivo agresiva, a veces es complicada, ya que puede tratarse de un familiar, compañero de trabajo, de una amistad o una relación amorosa.
En lugar de explotar, tomarse la agresión a título personal o caer en su dinámica, escoge la alternativa de actuar desde la validación y la empatía. Una vez asuman su papel de víctimas o saquen excusas por sus conductas, puedes utilizar frases como las siguientes:
- Sí, está bien.
- Te escucho.
- Vale, perfecto.
- Comprendo.
Por otra parte, puedes emplear el humor como harma protectora a tu favor teniendo en cuenta el contexto y de forma correcta.
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La ruptura de una relación puede ser uno de los desafíos emocionales más difíciles que enfrentamos en la vida. Sin embargo, con las estrategias psicológicas adecuadas, es posible superar una ruptura el dolor y avanzar hacia la sanación. En este artículo, exploraremos técnicas efectivas respaldadas por la psicología para ayudarte a superar una ruptura de manera saludable y constructiva.
Cómo superar una ruptura con técnicas psicológicas
1. Permite que las Emociones Fluyan:
– Es fundamental reconocer y aceptar tus emociones después de una ruptura. La tristeza, el enojo, la confusión son respuestas naturales. Permítete sentir y procesar estas emociones para dar paso a la curación.
2. La Importancia de Hablar:
– Compartir tus sentimientos con amigos, familiares o incluso un terapeuta puede proporcionar un espacio seguro para expresarte. Hablar sobre la ruptura no solo alivia la carga emocional, sino que también brinda perspectivas externas valiosas.
3. Establece Límites de Contacto:
– Reduce la frecuencia de las interacciones con tu expareja. Establecer límites claros de contacto te ayudará a ganar tiempo y espacio necesarios para centrarte en tu propia sanación.
4. Prioriza tu Bienestar Físico y Emocional:
– Cuida de ti mismo mediante una alimentación saludable, ejercicio regular y un buen descanso. Un cuerpo sano contribuye a un estado mental positivo.
5. Establece Metas Pequeñas:
– Fíjate metas pequeñas y alcanzables para mantener tu enfoque en el presente. Estas metas pueden abarcar áreas profesionales, personales o de bienestar emocional.
6. Desarrolla Nuevas Rutinas:
– Introduce cambios en tu rutina diaria para evitar asociaciones constantes con la relación anterior. Nuevas rutinas pueden ofrecer una sensación de renovación y ayudar en el proceso de superación.
7. Aprende y Crece:
– Reflexiona sobre lo que has aprendido de la relación y la ruptura. Este proceso de aprendizaje contribuye a tu crecimiento personal y te ayuda a tomar decisiones más informadas en futuras relaciones.
8. Evita la Idealización del Pasado:
– Reconoce tanto los buenos momentos como las dificultades de la relación. Evita idealizar el pasado y mantén una perspectiva equilibrada.
9. Practica la Autocompasión:
– Trátate con amabilidad y comprensión. La autocompasión implica reconocer que el sufrimiento es parte de la experiencia humana y ser amable contigo mismo durante momentos difíciles.
10. Considera la Terapia:
– Si sientes que la carga emocional es abrumadora, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Un terapeuta te puede proporcionar orientación y apoyo adicional durante este proceso.
Recuerda que superar una ruptura requiere tiempo y esfuerzo, pero con estrategias psicológicas efectivas, puedes avanzar hacia la sanación y construir un futuro emocionalmente saludable. Cada persona tiene su propio ritmo, y buscar apoyo cuando lo necesitas es una señal de fortaleza y auto-cuidado.
¿Cómo afrontar la soledad después de una ruptura?
1. Permítete Sentir:
- Es normal experimentar una variedad de emociones después de una ruptura, incluida la soledad. Permítete sentir estas emociones y reconoce que son parte del proceso de curación.
2. Busca Apoyo Social:
- Mantén contacto con amigos y familiares. Compartir tus sentimientos con personas de confianza te puede proporcionar apoyo emocional y ayudarte a sentirte menos solo.
3. Desarrolla Nuevas Amistades:
- Participa en actividades sociales y conoce a nuevas personas. Unirse a clubes, clases o grupos basados en tus intereses puede ser una excelente manera de ampliar tu círculo social.
4. Enfócate en Ti Mismo:
- Aprovecha este tiempo para centrarte en tu propio crecimiento personal. Retomas antiguos intereses que te apasionen.
5. Explora Actividades en Solitario Placenteras:
- Encuentra actividades que te hagan disfrutar. Puede ser leer, practicar un deporte, explorar la naturaleza o aprender un idioma nuevo. Aprender a disfrutar de tu compañía propia es clave para superar la soledad.
6. Cuida de tu Bienestar Físico y Mental:
- Establece una rutina de cuidado personal que incluya ejercicio regular, una dieta saludable y tiempo para relajarte. El bienestar físico puede tener un impacto positivo en tu bienestar emocional.
7. Considera la Terapia:
- Hablar con una terapeuta puede ser beneficioso para explorar y gestionar tus emociones. Un profesional de la salud mental puede proporcionar herramientas y estrategias para superar la soledad.
8. Evita el Aislamiento:
- Aunque es natural querer tiempo a solas, evita el aislamiento. Mantente conectado con el mundo exterior, incluso a través de interacciones pequeñas y significativas.
9. Establece Metas Realistas:
- Establece metas alcanzables para ti mismo. Estos objetivos pueden ser tanto personales como sociales y te ayudarán a sentir que es un pequeño logro.
10.Aprende de la Experiencia:
- Reflexiona sobre la ruptura y busca lecciones positivas para aplicar en el futuro. Utiliza esta experiencia como una oportunidad para crecer y fortalecer emocionalmente.
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