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Valencia

VÍDEO| Fallece un operario tras el derrumbe del tejado de un colegio en Massanassa 

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derrumbe colegio Massanassa 
Bomberos en la zona que ha colapsado en el colegio Lluís Vives de Massanassa (Valencia), una de las zonas afectadas por la dana, donde un operario que estaba realizando tareas de limpieza ha fallecido este domingo tras el derrumbe de parte del tejado del centro educativo. EFE/Ana Escobar

Massanasa (Valencia), 24 nov (EFE).- Un operario de Tragsa que estaba limpiando un colegio de Massanassa (Valencia) afectado por la dana ha fallecido este domingo tras el derrumbe de una parte de un tejado del centro educativo, mientras que otro trabajador ha sufrido heridas leves.

El derrumbe se ha producido poco antes de las doce del mediodía en las instalaciones del colegio Lluís Vives de Massanassa, ubicado en la calle Joanot Martorell, cuando se ha venido abajo una pérgola ubicada entre dos edificios y ha atrapado a dos operarios.

Uno de ellos, de 51 años, ha fallecido, mientras que el otro, de 35 años, ha sufrido heridas leves en una pierna y escoriaciones en la cabeza, por lo que ha sido trasladado al hospital La Fe de València, según han informado fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU).

Los servicios sanitarios han enviado también un equipo de psicólogos hasta el lugar del derrumbe, que se ha producido veintiséis días después de las inundaciones por la dana que devastó la provincia de Valencia.

Agentes de la Policía Nacional del Grupo de Homicidios y de la Brigada de Policía Científica de Valencia están investigando las causas de este suceso, en el que han intervenido dos dotaciones de bomberos de Torrent y Catarroja para asegurar la zona y que pudieran trabajar en ella las fuerzas de seguridad.

El alcalde avisó de la situación

El alcalde de Massanassa, Paco Comes, ha explicado que se trata de un colegio que había sido catalogado con el nivel «rojo» de afectación por la dana, por lo que seguramente tendrá que ser derruido y construido de nuevo, y que los técnicos trabajaban en tareas de limpieza en el exterior del edificio, en lo que era el patio antes de la devastación.

«Un suceso de estos te deja hoy más triste de lo que estamos», ha dicho Comes, quien ha indicado que desconoce las circunstancias del accidente o más información sobre los trabajos que realizaban estos técnicos, competencia de la Conselleria de Educación -que es la que hace la encomienda de gestión a Tragsa-, y sí ha precisado que lo que se ha derrumbado es un «forjado» de un pasarela había en el exterior.

El colegio cumple 50 años este 2024 y tiene escolarizados más de 450 alumnos de Educación Primaria, que, según las previsiones, retomarán este lunes las clases en la antigua facultad de Magisterio de la Universidad de València, en la capital valenciana.

Sobre el resto de centros, el alcalde ha señalado que la otra escuela que está al lado del CEIP Lluís Vives, el de Educación Infantil Ausiàs March, también ha sido catalogado con nivel rojo, mientras que otro, concertado, y un instituto sí han retomado las clases, porque solo han sido necesarias labores de limpieza.

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha acudido a Massanassa y ha mostrado su pésame por este fallecimiento y «todo el apoyo y la consideración en estos momentos tan complicados a todas las que están trabajando en las labores de reconstrucción de la provincia».

 

La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé consuela a un vecino a su llegada este domingo al colegio Lluís Vives de Massanassa (Valencia), una de las zonas afectadas por la dana, donde un operario que estaba realizando tareas de limpieza ha fallecido este domingo tras el derrumbe de parte del tejado del centro educativo. EFE/Ana Escobar

Gritos de «asesinos» a los políticos

Durante las declaraciones de la delegada a los medios de comunicación, varios vecinos han lanzado gritos de «asesinos», «cuántos muertos más queréis» o «da la cara Mazón, no te escondas», y han insultado también a los periodistas y a los policías desplegados en las inmediaciones del centro educativo.

Hasta Massanassa se ha desplazado también la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Susana Camarero, junto a varios secretarios autonómicos y directores generales, quien ha estado con el alcalde de esta localidad del área metropolitana de Valencia de 10.000 habitantes.

Posteriormente, según han informado fuentes de Presidencia la Generalitat, se han reunido en el Palau de la Generalitat con el president, Carlos Mazón, quien ha convocado una reunión de urgencia en la sede del Gobierno valenciano a la que se han incorporado también responsables de la empresa pública Tragsa y el conseller de Educación, José Antonio Rovira.

Mazón ha afirmado en su cuenta de X que se trata de «un accidente que no puede volver a pasar» y ha transmitido su pésame a la familia del fallecido.

El trabajador de Tragsa fallecido se vio sorprendido por el colapso de una estructura

El Grupo Tragsa ha agradecido las muestras de condolencia recibidas por el accidente ocurrido durante las labores de limpieza del patio exterior del Colegio Luis Vives de Masanasa (Valencia), en el que ha fallecido un trabajador, de 51 años, al colapsar una estructura metálica.

También ha hecho llegar a la familia de la víctima el pésame del Grupo.

En el accidente ha resultado herido un segundo operario, actualmente hospitalizado con lesiones en la pierna, aunque fuera de peligro, ha informado Tragsa en un comunicado de prensa.

Esta actuación -señala el comunicado- «se enmarca en la declaración de emergencia recibida por el Grupo Tragsa de la Generalitat Valenciana, y que está suponiendo un importante despliegue de personas y medios del grupo al servicio de la recuperación tras la DANA».

El comunicado de Tragsa

«En esta fase -explica- se está priorizando la retirada de lodos y enseres por el riesgo de salubridad pública existente y que está suponiendo un importante despliegue de personas y medios del grupo al servicio de la recuperación tras la DANA».

«El suceso, como parece derivarse de las primeras averiguaciones, tuvo lugar como consecuencia del colapso de una estructura metálica exterior que protegía de las inclemencias el paso entre edificios», agrega. Y señala: «Un grupo de trabajadores de Tragsa junto a personal de la UME, se vio sorprendido esta mañana por el imprevisible derrumbe de la misma».

Señala que «La persona fallecida, trabajador de Tragsa, llevaba puesto el equipo de protección correspondiente conforme a la normativa de prevención de riesgos laborales de la empresa». «Actualmente, estamos colaborando estrechamente con las autoridades competentes para esclarecer las causas del accidente», afirma.

«Además, hemos activado los protocolos de apoyo para las familias afectadas y mantenemos contacto con los equipos médicos que atienden al trabajador herido», continúa la nota.

«Estamos prestando apoyo psicológico a las familias y a todo nuestro personal implicado en un día muy doloroso para la empresa, pero que no va a restar un ápice de intensidad en nuestra vocación de servicio público».

«Desde el Grupo Tragsa reiteramos nuestro compromiso con la seguridad de nuestros trabajadores y trabajadoras, y con la mejora continua de las condiciones de trabajo para evitar este tipo de tragedias en el futuro, ratificamos también nuestro compromiso con las administraciones y las personas afectados, concluye.

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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