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Valencia

VÍDEO| Las fuertes tormentas y el granizo dejan numerosos destrozos sobre el Camp de Túria

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Fuertes tormentas con granizo del tamaño de una nuez descargan sobre el Camp de Túria
Foto: OFFICIAL PRESS

València, 17 sep (OFFICIAL PRESS- EFE).- Había aviso amarillo pero lo que ha caído en varios puntos de la provincia de Valencia ha sido de película, fuertes tormentas acompañadas de granizo del tamaño de una nuez han descargado muy fuerte sobre Llíria, Benissanó y La Pobla de Vallbona tras pasar por Requena.

Fuertes tormentas con granizo del tamaño de una nuez descargan sobre el Camp de Túria

También se ha registrado una fuerte tormenta sobre el Camp de Túria, con «muchos rayos y gran actividad en la zona de Llíria y Benissanó», que avanzaba hacia el nordeste, a la Calderona y hacia la zona de Marines, Olocau y Gátova, con posibilidad de granizo.

El Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ha recibido varios avisos en Llíria, Benaguasil y La Pobla de Vallbona. En Sagunt los bomberos han tenido que intervenir en la retirada de un árbol.

El granizo ha sido en algunos municipios muy intenso durante unos minutos y ha registrado grandes dimensiones, según explica el 112 de la Comunitat Valenciana hay núcleos tormentosos con granizo avanzando desde el interior de la provincia de Valencia, afectando en la última hora a la comarca de El Camp de Turia. El teléfono de emergencias 112 ha atendido más de 28 incidencias en la última hora relacionadas con el episodio.

En el interior de la provincia de Valencia las lluvias han sido de carácter torrencial durante minutos y el granizo ha provocado numerosos daños entre los campos de la zona, muchos de ellos viñedos que estaban en plena cosecha. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha confirmado que hay cientos de hectáreas de viñas arrasadas ante la vendimia, aunque este lunes hará un análisis más exhaustivo de los daños. La Confederación Hidrográfica del Xúquer ha registrado en solo cuatro horas precipitaciones 31,4 litros por metro cuadrado en Vilamarxant, 27,6 en Serra y 22,6 en Pedralba. AVAMET, por su parte, registró en La Pobla de Vallbona 46 litros por metro cuadrado.

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Valencia

El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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