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Sucesos

Desmantelan una ‘startup’ de marihuana que hacía seguimiento ‘on line’ de los cultivos

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ALICANTE, 15 Jun. (EUROPA PRESS) – La Guardia Civil ha desmantelado en San Vicente del Raspeig (Alicante) una de las organizaciones más modernas y mejor estructuradas dedicadas al cultivo y tráfico de drogas, calificada como la «startup» de la marihuana, que realizaba un seguimiento ‘on line’ de los cultivos tras la detención de 13 personas.

El cabecilla de la organización era un holandés reclamado por las autoridades de su país como presunto autor de un asesinato que había comenzado hacía menos de un año este negocio y ya disponía de cuatro cultivos que se encontraban a pleno rendimiento. El mismo día que fue detenido era emitida una Orden Europea de Detención por las autoridades holandesas en la que se le reclamaba por un delito contra las personas.

Uno de los activos de la organización era agente inmobiliario, experto en localizar a los propietarios que alquilaban viviendas, naves o locales comerciales, susceptibles de albergar plantaciones de gran tamaño. Cuando encontraba una vivienda que se adecuaba a las necesidades de la organización, hacía lo posible por alquilarla, incluso aunque estuviera habitada. Para ello, ofrecían grandes cantidades de dinero a sus moradores, que ante la oferta, acababan alquilándoles el inmueble.

Las cinco viviendas registradas por los agentes, estaban situadas en urbanizaciones de lujo. Por ellas pagaban alrededor de los 3.000 euros mensuales, pero todas estaban enganchadas ilegalmente a la red eléctrica, para poder suministrar las necesidades de las plantaciones sin levantar sospechas.

Estas viviendas pasaban totalmente desapercibidas para los vecinos, ya que vistas desde el exterior no se podía apreciar ningún detalle de lo que se estaba cultivando en su interior. De hecho, en ellas vivían los miembros de la banda con sus familias. Durante tres de los registros, la Guardia Civil descubrió en ellos a cuatro niños, de entre 9 meses y 7 años, según las mismas fuentes.

Otros miembros de la banda hacían el papel de «jardineros». Por un lado cuidaban el jardín y los exteriores de las casas, para aparentar normalidad entre el vecindario, pero también se encargaban de las plantas de marihuana en el interior de los recintos donde se estaban cultivando.

En esos cultivos, además, utilizaban tecnología punta para aumentar el rendimiento. El coste de montaje de estos cultivos era más del doble del habitual ya que disponían de equipos informáticos, conectados a aparatos de domótica, con los cuales controlaban el desarrollo de las plantaciones a distancia, con una tablet o un teléfono móvil, a través de una aplicación específica para ello.

De eso se encargaba uno de los miembros de la organización, que realizaba un seguimiento «on line» de los cultivos, controlando los niveles adecuados de temperatura, humedad, o los niveles de CO2. Cuando los agentes le detuvieron, otros miembros de la organización borraron remotamente el teléfono móvil donde tenía toda la información de los procesos de cultivo y las aplicaciones para el control.

Cuando llegaba el momento de la recogida y secado de las plantas, la organización realizaba una subcontratación a un grupo de marroquís, que solo tenían contacto con los miembros durante ese periodo de tiempo.

NEGOCIO PERFECTAMENTE ORGANIZADO
Mientras tanto, el líder de la organización llevaba un alto nivel de vida. Visitaba clubs de alterne y hoteles de lujo, en los que se cree cerraba acuerdos para exportar la droga a otros países europeos. Además, cambiaba constantemente de itinerarios, de vehículos (todos de alta gama y generalmente de alquiler), de teléfonos e incluso de vivienda, lo que dificultaba su seguimiento.

Durante los registros de las cinco viviendas, los agentes descubrieron entre la diversa documentación encontrada, que disponían de varias empresas pantalla, que no tenían actividad ninguna, pero que servían para blanquear el dinero procedente de la venta de droga.
Con ese fin tenían también alquilados varios locales, en los que se encontraban inscritas las empresas, pero que no tenían movimiento alguno. Los administradores de esas empresas, eran personas ajenas a la organización, que cobraban una cantidad mensual, solo por estar dadas de alta en esas funciones.

La Guardia Civil ha aprehendido cinco vehículos de alta gama (BMW y VW), valorados en unos 150.000 euros, cerca de 10.000 euros en efectivo, y numerosos terminales telefónicos con tarjetas de telefonía a nombre de súbitos argelinos con identidades ficticias al objeto de imposibilitar sus posibles intervenciones telefónicas.

También han sido intervenidos numerosos equipos informáticos, tablets, sistema telemáticos para controlar las plantaciones a distancia, arrojando este último extremo que dicho grupo operaba con las técnicas más moderas y pioneras en dicho mercado ilegal.

Además, se han incautado 60 kilos de marihuana dispuesta para su venta (cogollos), del cual hubiesen obtenido en el mercado ilícito unos 300.000 euros. Así mismo se han aprehendido 3.500 plantas de marihuana en cuatro cultivos diferentes y pequeñas cantidades de sustancias psicotrópicas para su propio consumo.
Las viviendas y locales estaban situadas en las localidades de Muchamiel, Gata de Gorgos, Busot, La Alcoraya, El Moralet y la capital alicantina.

En total, los agentes de la Guardia Civil de San Vicente han detenido a 13 personas (dos ucranianas, una rusa, un bosnio, cinco holandés, un colombiano, dos argentinos, dos marroquís), siendo tres de ellas mujeres, todos con edades comprendidas entre 25 y 45 años
como presuntos autores de varios delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, cultivo o elaboración de sustancias estupefacientes y defraudación de fluido eléctrico. Tras ser puestos a disposición judicial, cinco de ellos han ingresado en prisión provisional.

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Muere una agente medioambiental tras caer de una altura de 40 metros en una cala de Moraira

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Muere agente medioambiental cala Moraira
Imagen de un helicóptero de los bomberos de la Diputación de Alicante - DIPUTACIÓN DE ALICANTE - Archivo

Una agente medioambiental ha fallecido tras sufrir una caída de entre 40 y 50 metros en una cala de Moraira, en el término municipal de Teulada (Alicante). La profesional se encontraba trabajando junto a un compañero mientras realizaban un descenso en rápel por una pared vertical para llevar a cabo labores medioambientales programadas.

El accidente se produjo durante un descenso técnico en rápel

Según ha informado este martes el Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante (CPBA), el aviso se recibió a las 11:29 horas. Ambos agentes estaban desarrollando un trabajo técnico que requería descender una pared rocosa de gran altura, una práctica habitual en algunas inspecciones, controles y actuaciones medioambientales en zonas de difícil acceso.

Durante la operación, la agente sufrió una caída desde gran altura, impactando en una zona de difícil acceso. Su compañero quedó atrapado en el tramo medio de la pared, por lo que necesitó asistencia inmediata para completar el descenso con seguridad.

El viento impidió la intervención aérea

Tras recibir el aviso, el CPBA activó un grupo especializado de rescate en montaña. Aunque se desplazó un helicóptero para colaborar en las tareas de búsqueda y rescate, las fuertes rachas de viento registradas en la zona impidieron trabajar suspendidos en el aire.

El helicóptero tuvo que tomar tierra en una base cercana, obligando a los rescatadores a aproximarse a pie hasta la pared del rápel. Desde allí iniciaron un descenso controlado desde tierra para localizar a la agente y asistir al otro profesional.

Recuperación del cuerpo y rescate del compañero

Una vez localizada la mujer, los bomberos confirmaron su fallecimiento. El equipo de rescate permaneció en custodia del cuerpo hasta la llegada de la Guardia Civil, encargada de instruir las diligencias correspondientes.

Paralelamente, se coordinó la operación para acompañar al agente medioambiental superviviente en su descenso seguro. Gracias a la intervención de los especialistas, el hombre pudo completar el recorrido y se encuentra sano y salvo.

La actuación de los efectivos del CPBA finalizó alrededor de las 14:40 horas, después de más de tres horas de intervención en un entorno especialmente complejo por las condiciones meteorológicas y orográficas.

La Generalitat Valenciana lamenta la pérdida

La Generalitat Valenciana, a través de una publicación en la red social X, lamentó profundamente el fallecimiento de la agente medioambiental. En su mensaje oficial expresó:

“Trasladamos todo nuestro afecto, apoyo y pesar a su familia, compañeros y seres queridos”.

La administración autonómica recordó la importancia del trabajo que desarrollan estos profesionales, que con frecuencia se enfrentan a situaciones de riesgo para proteger el entorno natural.

Un accidente que reabre el debate sobre la seguridad en entornos naturales

Este trágico suceso vuelve a poner el foco en la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en tareas medioambientales que requieren intervenciones técnicas en zonas de difícil acceso. Los trabajos en rápel, habituales en inspecciones de acantilados, cuevas, barrancos y calas, exigen dispositivos de seguridad y condiciones meteorológicas favorables.

Asociaciones profesionales y sindicatos ya han subrayado en otras ocasiones la importancia de contar con más recursos, formación avanzada en rescates verticales y protocolos actualizados para minimizar riesgos en labores que, aunque cotidianas para estos equipos, pueden ser extremadamente peligrosas.

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