València, 23 jul (EFE).- La Comunitat Valenciana ha diagnosticado en las últimas cuatro semanas 37.394 casos de coronavirus, el 7 % de ellos en personas completamente vacunadas (2.556 casos), el 10 % en personas con una sola dosis (3.715) y el 83 % entre quienes no había recibido ninguna dosis (31.123 casos).
De esas personas contagiadas, han presentado síntomas el 48 % de las vacunadas con pauta completa, el 68 % de las que tenían una dosis y el 64 % de las aún sin vacunar, según informe de la subdirección general de Epidemiología del 20 de julio, que ha servido de base para que la Comunitat Valenciana adopte nuevas restricciones.
El informe señala que la situación epidemiológica en la Comunitat Valenciana continua «en franca expansión, con un ritmo de crecimiento exponencial», aunque inferior al periodo anterior, lo que permite afirmar que estamos ante una nueva ola pandémica.
La evolución de la pandemia «no ha mejorado» en las dos últimas semanas, aunque parecen observarse «indicios de ralentización», indica el informe, según el cual la velocidad de cambio en la evolución «sigue siendo muy alta» y en solo dos semanas han aumentado los casos un 286,57 %.
Asimismo, expone que la capacidad de Salud Pública «se está viendo comprometida», lo que impacta «de forma negativa» en los procedimientos de trazabilidad, identificación de contactos, seguimiento y realización de pruebas de laboratorio.
De hecho, expone que los jóvenes, en los que se centra en estos momentos el mayor impacto de la pandemia -sobre todo de 15 a 29 años-, tienen una media de contactos estrechos entre 6 y 10, mientras que las personas de mayor edad tienen 4, lo que supone «una sobrecarga que no se ha dado en las olas epidémicas anteriores».
Además, alerta de «una falta de colaboración en las labores de rastreo que dificulta las acciones de contención», todo lo cual «hace todavía más difícil el control de la trazabilidad, y con ello de la transmisión comunitaria».
La Comunitat se encuentra en estos momentos en un nivel de riesgo alto o alerta 3 a pesar de que los indicadores de capacidad asistencial hospitalaria se encuentren en umbrales inferiores, pero «con una tendencia claramente ascendente».
Así, la incidencia acumulada a 14 días «prácticamente se ha duplicado»; el porcentaje global de positividad de las pruebas diagnósticas de infección «mantiene la tendencia creciente», y los casos confirmados con sintomatología leve que acuden a Atención Primaria se sitúa en riesgo alto, en torno a al 56 %.
La evolución del número reproductivo básico en la última semana ha descendido, pero sigue por encima de 1, lo que apunta a que la epidemia «no está controlada», señala el informe, que refleja la presión asistencial en atención primaria, donde en la última semana se han atendido 19.837 casos, un 252,15 % más que la semana anterior.
Respecto a los brotes, el ámbito más frecuente de contagio es el social, que supone el 81,6% de todos los focos, con especial relevancia de los que se originan en reuniones familiares y/o de amigos, como cumpleaños o comidas, que suponen el 69 % de los brotes sociales y el 58,5 % de los casos.
La evolución de la pandemia en la actualidad se caracteriza porque la mayoría de los nuevos casos corresponden a población joven no vacunada, si bien la alta circulación del virus empieza a impactar en el resto de grupos de edad, ya que en todos ellos se observa un incremento importante en sus tasas de incidencia.
El informe indica que el incremento de casos repercute en los servicios hospitalarios, que de momento tienen una capacidad de respuesta «buena» y se mantienen en umbrales de bajo riesgo, pero en las dos últimas semanas han subido un 182 % los ingresos hospitalarios y un 225,8 % en las UCI.
Finalmente, señala que el 30 % de contagiados cursa la infección de forma asintomática, y que se prevé alcanzar la inmunidad de grupo (el 70 % de la población con vacunación completa) en la primera semana de septiembre.
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