Síguenos

Otros Temas

El centro, la Avenida de Francia y la Pista de Silla, los lugares donde mejoró la calidad del aire durante el confinamiento

Publicado

en

València, 6 jul (EFE).- Dos estudios liderados por la catedrática del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universitat de València (UV), María Morales Suárez, han revelado que la reducción del tráfico en el confinamiento «mejoró la calidad del aire, pero no tanto como se esperaba ante la supuesta contribución del tráfico a la contaminación del aire ambiental».

Los estudios, realizados en València y en tres ciudades italianas, han subrayado que las medidas restrictivas de movilidad para limitar la propagación de covid «brindaron una oportunidad única para mejorar nuestra comprensión del impacto de la movilidad en la contaminación del aire en áreas urbanas», aunque con una conclusión diferente a la esperada.

En el primer trabajo, publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health, el equipo de investigación estudió si había diferencias significativas en los niveles de concentración de partículas en suspensión (PM10, PM2.5, NOx, NO2, NO y O3) entre el período de las restricciones en 2020 y el mismo período en 2019.

Los hallazgos mostraron que las medidas de cierre fueron acompañadas de una disminución significativa en las concentraciones de partículas, incluso si había variabilidad en varias áreas de la ciudad.

Según ha explicado María Morales, «las mayores reducciones de variaciones en los niveles de PM10 y PM2.5 se observaron para el centro de València, en la Avenida de Francia y en la Pista de Silla».

Estas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, son las que más importancia tienen en la contaminación urbana, ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones y por ello poseen riesgos potenciales significativos para la salud.

Además de estas partículas, ha detallado Morales, «hubo una disminución estadísticamente significativa en las concentraciones de NOx, NO2 y NO en las siete estaciones de monitoreo del aire, así como en los niveles de O3 durante el período de bloqueo». En este caso, se trata de un grupo de gases compuestos por óxido nítrico (NO), dióxido de nitrógeno (NO2), su combinación (NOx) y ozono (O3).

«Una exposición prolongada reduce considerablemente la función pulmonar, inflama las vías respiratorias y puede llegar a causar cambios irreversibles en el tejido pulmonar», ha indicado Morales.

En el segundo estudio se evaluaron los efectos de las emisiones reducidas durante el período covid sobre la calidad del aire en tres ciudades italianas, Florencia, Pisa y Lucca, comparando las concentraciones de PM10, PM2.5, NO2 y O3.

«En este caso no encontramos reducciones significativas en los niveles de partículas en suspensión durante el período de bloqueo, excepto en una estación de monitoreo en un área de mucho tráfico, que se considera un punto caliente debido a los niveles consistentemente altos registrados en toda la Toscana», ha explicado Morales.

Por otro lado, el trabajo revela que la reducción en los niveles de contaminación por NO2, consistente con otros estudios, fue estadísticamente significativa en todas las estaciones de monitoreo del aire en las ciudades utilizadas en este estudio, lo que muestra una relación relevante con el volumen de tráfico.

Finalmente, para los niveles de contaminantes O3, los investigadores no observaron una reducción significativa durante el período de bloqueo.

«Las medidas de cierre mejoraron la calidad del aire de las áreas urbanas, pero no tanto como se esperaba dada la supuesta contribución del tráfico a la contaminación del aire ambiental», ha añadido Morales.

«Se debe considerar, por parte de las autoridades, que la respuesta ambiental varía según la fuente de emisión dominante y las condiciones meteorológicas específicas, por lo que sería necesario adoptar medidas holísticas de control para mejorar la calidad del aire en los entornos urbanos», ha sostenido.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Otros Temas

Día de acción de gracias: historia y curiosidades detrás de una de las celebraciones más arraigadas de Estados Unidos

Publicado

en

Cada cuarto jueves de noviembre, Estados Unidos celebra Acción de Gracias (Thanksgiving), una de las festividades más importantes y emocionantes del país. Considerada por muchos más relevante que la propia Navidad, esta cita reúne a millones de personas en torno a un mismo propósito: agradecer, compartir y reencontrarse con la familia. Tanto es así, que es la semana con más desplazamientos del año en todo el territorio estadounidense.

Aunque hoy la imagen de esta jornada se asocia al pavo asado, las largas sobremesas, el fútbol americano y el desfile de Macy’s, Acción de Gracias tiene una historia fascinante que se remonta al siglo XVII, además de múltiples tradiciones modernas que no todo el mundo conoce.

A continuación, repasamos sus orígenes, el porqué del menú y cinco curiosidades sorprendentes sobre esta centenaria celebración.


🌽 Origen y evolución de una tradición de gratitud y unión

El origen más extendido sitúa la primera celebración de Acción de Gracias en 1621, cuando los colonos ingleses de Plymouth (Massachusetts) y los nativos Wampanoag festejaron la primera cosecha exitosa tras un invierno devastador. Aquella reunión, que duró tres días, incluyó pavo, calabaza y frutas secas, aunque también había maíz, venado y marisco.

Sin embargo, existen otros precedentes:

  • El primer servicio de Acción de Gracias europeo documentado en Norteamérica se celebró en 1578 en Terranova.

  • Es muy probable que los españoles realizaran ceremonias de agradecimiento incluso antes en Florida.

  • Mucho antes de la llegada europea, los pueblos indígenas celebraban rituales para asegurar buenas cosechas, como la Danza del Maíz Verde de los cherokee.

A lo largo de los siglos, las celebraciones locales fueron dando paso a una festividad nacional. Tras una propuesta de 1789 para dar gracias por la Constitución, George Washington estableció una primera fecha. Más tarde, la incansable editora Sarah Josepha Hale promovió durante décadas la unificación del festivo, hasta que en 1863 Abraham Lincoln declaró Acción de Gracias como celebración nacional el último jueves de noviembre.
El Congreso fijó definitivamente la fecha en 1941, tal y como se celebra hoy.


Por qué se come pavo en Acción de Gracias

El pavo no se convirtió en protagonista por tradición simbólica, sino por practicidad. Para los primeros colonos, el pavo salvaje:

  • era abundante en la región,

  • tenía un gran tamaño, ideal para alimentar a grupos numerosos,

  • no aportaba otros recursos como huevos o leche, por lo que sacrificarlo no afectaba a la economía doméstica.

Con el tiempo, la preparación del pavo se convirtió en un símbolo de abundancia y unión familiar, hasta convertirse en el plato más icónico del día.

Además, cada año el presidente de Estados Unidos indulta un pavo en una ceremonia televisada. Aunque la tradición se formalizó en 1989, surgió de forma espontánea cuando George H. W. Bush, ante el nerviosismo del ave, bromeó con que no terminaría en la mesa de nadie. Desde entonces, los pavos indultados viven en granjas y parques agrícolas convertidos en auténticas “celebridades”.


5 curiosidades sobre Acción de Gracias que no todo el mundo conoce

1. El primer banquete duró tres días y tenía un menú muy diferente

En 1621, colonos y nativos celebraron durante tres días un banquete de agradecimiento. Aunque se suele relacionar esta fecha con el pavo, el menú incluía venado, pescado, marisco, maíz, calabaza y frutas secas, más cercano a un festín de supervivencia que al típico menú actual.


2. Thanksgiving era originalmente un día de oración y ayuno

Mucho antes del banquete familiar, Acción de Gracias era una jornada de reflexión religiosa entre los colonos ingleses. Se trataba de un día para ayunar, rezar y agradecer cosechas o pedir protección. Con el tiempo, el ayuno se convirtió en abundancia y la fiesta tomó un carácter más comunitario y festivo.


3. Solo dos presidentes cambiaron la fecha oficial

Aunque hoy es inmovible, en 1939 y 1940 Franklin D. Roosevelt adelantó la celebración al tercer jueves de noviembre. ¿El motivo? Dar más días de compras a los comerciantes en plena Gran Depresión. La polémica fue tal que en 1941 se fijó definitivamente la fecha actual.


4. El National Day of Mourning: otra cara de la celebración

Desde 1970, algunas comunidades indígenas celebran, en paralelo, el National Day of Mourning (Día Nacional de Luto). En vez de dar gracias, denuncian que la llegada de los colonos supuso violencia, epidemias, desplazamientos y pérdida de tierras para los pueblos nativos.


5. Macy’s, fútbol americano y “turkey trots”: las tradiciones modernas

Thanksgiving no sería lo mismo sin:

  • El desfile de Macy’s, que desde 1924 llena Nueva York de carrozas, globos gigantes y bandas musicales, marcando el inicio de la Navidad.

  • El fútbol americano, tradición desde 1934, con los Detroit Lions y los Dallas Cowboys como protagonistas.

  • Las “turkey trots”, carreras populares que se celebran por la mañana en cientos de ciudades para “ganarse la cena”. La más antigua data de 1896 en Buffalo.


Una fiesta que combina historia, cultura y tradición

Acción de Gracias es mucho más que una gran comida: es una reunión nacional que mezcla historia, familia, memoria y agradecimiento. Cuatro siglos después de aquel primer banquete, sigue siendo una de las celebraciones más queridas y arraigadas de Estados Unidos.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo