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Salud y Bienestar

El dolor modifica la respuesta cerebral y lleva a consumir opiáceos o alcohol

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València, 28 mar (EFE).- La presencia de dolor, especialmente el crónico inflamatorio o el neuropático, modifica la respuesta que se produce en el cerebro tras el consumo de alcohol u opiáceos y podría ser un factor de riesgo para el consumo elevado de estas drogas.

Además, la asociación de esas drogas en pacientes con dolor contribuye al número de muertes por sobredosis de opiáceos, según señala a EFE Lucía Hipólito, profesora en el área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universitat de València (UV).

Esta investigadora es autora del proyecto «Incremento en el riesgo de adicción al alcohol y opiáceos derivada de la presencia de dolor: estudios clínicos y preclínicos con perspectiva de género».

EL DOLOR CAMBIA LOS PATRONES DE CONSUMO DE DROGAS

El trabajo, que comenzó en Estados Unidos en 2012 con estudios preclínicos en modelos animales, ha iniciado recientemente una fase clínica en humanos, concretamente en pacientes de la Unidad de Dolor del Hospital General de València, de la que aún no se tienen resultados.

En paralelo, están realizando estudios financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación que ahondan en los mecanismos neurobiológicos para, además de incrementar el conocimiento en esta situación, poder desarrollar terapias antirrecaída en el consumo de alcohol más efectivas en este tipo de pacientes.

En los modelos animales sí que se observó un cambio en los patrones de consumo de opiáceos en relación con la presencia de dolor inflamatorio.

Según Hipólito, en Estados Unidos es mucho más alta la prescripción de opiáceos que en España, ya que es bastante común que la receten para un simple dolor de muelas, y cuando se inició el estudio preclínico se estaba observando entre los estadounidenses un incremento en las muertes causadas por sobredosis a estos fármacos.

«Exponían a una gran cantidad de población a los opiáceos, con lo cual tienen a más personas en riesgo», según Hipólito, que añade que esto, unido a que se observó que el dolor modifica la respuesta que se produce en el cerebro a la administración de opiáceos y promueve el consumo más elevado, «podía dar una explicación a esas sobredosis».

«Vimos que simplemente por tener un dolor crónico se producen alteraciones en el cerebro que pueden promover que se necesite incrementar la dosis de oxicodona o morfina, no para paliar el dolor físico, sino para paliar el componente emocional del dolor», explica la investigadora.

Según indica, «hay una fuerza que hace que se escale en la dosis para calmar la situación emotiva negativa que puede sentir una persona por sufrir un dolor crónico, y al consumir cantidades más grandes se pone en riesgo la muerte por sobredosis».

PERCEPCIÓN MUY BAJA AL RIESGO DE CONSUMIR ALCOHOL

Lucía Hipólito explica que cuando regresó a Valencia desde Estados Unidos quiso continuar con esta línea de investigación, pero en España la trasladó al alcohol porque el patrón de consumo de opiáceos en España «está muy limitado por la prescripción» médica, «algo que está muy bien porque tenemos un mayor control» sobre esos fármacos.

«Al estar más controlado, das a la población el mensaje de que es un fármaco más peligroso que si, como en Estados Unidos, lo recetas para calmar un dolor de muelas», explica para añadir que en España la percepción de peligrosidad de los opiáceos «es mucho más grande».

Por contra, en el caso del alcohol, una droga que a nivel cerebral actúa por los mismos receptores, las mismas moléculas y neuronas que los opiáceos, en España la percepción de riesgo que tiene su consumo «es muy baja».

Según explica, vieron que, por similitud en los mecanismos cerebrales, el alcohol podría actuar con un factor de riesgo en el desarrollo de conductas adictivas, no solo para su consumo sino también para el de opiáceos.

El dolor impacta negativamente en el procesamiento de la motivación y la recompensa y, en consecuencia, induce un estado afectivo negativo, lo que contribuye al incremento del consumo de heroína pero también a la recaída en el consumo de alcohol solo en hembras.

MAS AFECTACIÓN EN EL SEXO FEMENINO

Durante sus estudios preclínicos con modelos animales de investigación, pudieron observar que solo las ratas hembras que desarrollaban una condición dolorosa durante la abstinencia eran las que mostraban una conducta de recaída.

Es decir, en el efecto del dolor sobre los sistemas que regulan el consumo de alcohol, la adicción a esta sustancia tiene más afectación en las hembras que en los machos, en los que no vieron ningún cambio en la conducta ni a nivel bioquímico.

Según explica, aunque en España no tienen todavía datos de la prevalencia de la adicción en pacientes con dolor, en otros países, especialmente anglosajones, se pasa de un 10 o 12 % de prevalencia de adicción en la población general a un 20 o 40 % en la población con dolor.

¿MENOS DOLOR ES IGUAL A MENOS ADICCIÓN?

Preguntada por si al disminuir el dolor también se reduce esa adicción a las drogas, explica que es algo que están revisando en este momento y es uno de los objetivos de este estudio financiado por el Plan Nacional sobre Drogas.

«Será muy importante determinar qué tipo de analgésico es el adecuado para esta población», asegura a EFE la investigadora y profesora de la Universitat de València.

A su juicio, un «control estricto de las dosis» de opioides puede «permitirnos tratar correctamente la patología dolorosa sin poner en riesgo de recaída, de consumo compulsivo o de sobredosis».

ADICCIÓN CON DOLOR AGUDO Y DOLOR CRÓNICO

Según Hipólito, en los casos de dolor agudo no se han observado alteraciones en los patrones de consumo de drogas, pero sí se ha visto tanto en casos con modelos de dolor crónico inflamatorio (cualquier tipo de artritis) y con modelos de dolor neuropático (diabético o en el nervio ciático).

Esto también sería importante a la hora de adaptar los esquemas terapéuticos, señala, para añadir que se ha visto que la exposición a dosis bajas para controlar el dolor «es mucho menos peligrosa» y por tanto hay que evitar incrementarlas.

Según explica, tanto en el caso del alcohol como de los opiáceos, el paciente puede incrementar la dosis sin que el profesional lo sepa, pero indica que es más sencillo ir al supermercado a comprar alcohol -porque nadie te lo prescribe- que el hecho de que te digan que no debes tomar más de un comprimido cada doce horas porque, si no, podrías tener problemas de adicción.

Concha Tejerina

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Este es el mejor antibiótico natural

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mejor antibiótico natural
En invierno el sistema inmunológico necesita un refuerzo extra y el antibiótico natural para hacer frente a los virus y bacterias responsables de la gripe y los resfriados propios de esta estación empieza a ser muy útil.

Características del mejor antibiótico natural:

Es nutritivo y es bajo en calorías

Libra por libra (¿clavo por clavo?), el ajo se encuentra entre los alimentos más saludables y nutritivos. Solo un diente de ajo contiene el 2 por ciento del valor diario (DV) de manganeso y vitamina B6. La misma cantidad también contiene 1 por ciento de selenio y vitamina C. Otros minerales en cantidades respetables incluyen calcio, cobre, hierro, fósforo y potasio.

Cómo tomar ajo para evitar el reflujo y el mal aliento

Ya se sabe que al comer ajos, se puede sentir malestar estomacal , reflujo y tener mal aliento durante gran parte del día. La mejor forma de consumirlo y obtener los excelentes beneficios es consumir extracto de ajo en capsulas. Para que no repitan las cápsulas y haya reflujo deben ser «Entericas» las cuales se disuelven en el intestino y no en el estómago. Entre las marcas que existen en el mercado se recomienda Garlic Oil 200 capsulas de Kinoko Life sin Olor y No repite.

Puede evitar la osteoartritis

Un equipo de investigación del King’s College y la Universidad de East Anglia postula que las verduras allium pueden reducir los síntomas de la artritis, específicamente la osteoartritis (OA). La OA es una condición que se caracteriza por una degeneración del cartílago y el hueso subyacente.

Es un potente antibiótico natural

Las cápsulas de extracto de aceite de ajo posee potentes propiedades antibióticas. Los antibióticos son sustancias farmacológicas que inhiben o destruyen el crecimiento de bacterias y microorganismos.

Según un estudio publicado en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy, un compuesto en el ajo llamado sulfuro de dialilo es hasta 100 veces más efectivo para resistir la bacteria Campylobacter. Campylobacter es una de las principales causas de enfermedad intestinal.

Protege el corazón

Un equipo de investigación de la Universidad de Emory también encuentra que el trisulfuro de dialilo puede ser un tratamiento eficaz para la insuficiencia cardíaca. Otro componente del aceite de ajo, el sulfuro de hidrógeno, también demuestra propiedades protectoras del corazón.

También posee un potencial significativo para proteger [el corazón]» de la miocardiopatía (enfermedad del músculo cardíaco) desencadenada por la diabetes.

Reduce la presión arterial

La hipertensión, o presión arterial alta, es el factor clave de las enfermedades cardiovasculares como el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular. A nivel mundial, más personas mueren de enfermedades cardíacas que cualquier otra razón.

Algunos estudios muestran que las sustancias en el extracto de ajo reducen la presión arterial en personas con hipertensión. En un estudio, publicado en el Journal of Nutritional Biochemistry, un equipo de investigación concluye que » el extracto de ajo causa reducciones significativas en la presión arterial sistólica y diastólica. También conduce a una disminución de las reacciones de oxidación en el cuerpo».

Puede promover una vida más larga

Dada la vasta literatura científica que pretende los efectos positivos del ajo en los factores que contribuyen a la muerte prematura (por ejemplo, presión arterial, colesterol, disminución del riesgo de ECV y cáncer de pulmón, etc.), es justo decir que el ajo puede ayudar a vivir más tiempo.

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