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El Supremo rebaja una condena por violar a una chica que se encontraba borracha y drogada porque no ve a la víctima especialmente vulnerable

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Madrid, 8 abr (EFE).- El Tribunal Supremo ha rebajado de doce a seis años de prisión la pena impuesta a un hombre condenado por violar a una mujer que se encontraba borracha y drogada al entender que no se trataba de una víctima en una situación especialmente vulnerable, porque se defendió y se opuso a la agresión.

La violación tuvo lugar en octubre de 2016, en un solar cercano al aparcamiento de una discoteca valenciana, y, en una primera sentencia, la Audiencia Provincial de Valencia condenó al hombre a seis años de prisión por agresión sexual.

Pero después el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana elevó la pena a doce años al aplicar la agravante de situación de especial vulnerabilidad que recoge el Código Penal.

La chica, que tenía 18 años, «se encontraba muy afectada por el alcohol y las drogas ingeridos», «no era consciente de la realidad» y tenía «perturbadas sus facultades intelectivas y volitivas, hasta el punto de no ser capaz de determinar su conducta sexual con libertad y conocimiento de la significación de los actos», según el Tribunal.

Pero el Supremo recuerda que, conforme a la doctrina del alto tribunal, la agravante de especial vulnerabilidad «no está en la falta o limitación del consentimiento de la persona ofendida, sino en la reducción o eliminación de su mecanismo de autodefensa frente al ataque sexual».

En este caso, destacan los magistrados, «la víctima desde un primer momento, en que el acusado la agarró por la cintura, fue consciente de lo que pretendía y mostró su oposición a sus pretensiones, tanto de forma oral, diciendo ‘basta, basta’, como mediante los actos que realizó, tratando de resistirse, mordiéndole, arañándole y golpeándole en la boca».

Aunque en los hechos probados se señala que el acusado, conociendo el estado en el que se encontraba la víctima, decidió aprovecharse, el Supremo recalca que el alcohol y las drogas que la joven habían tomado «no supuso reducción o eliminación de su posibilidad de autodefensa frente al ataque sexual».

La violencia que ejerció el acusado «probablemente le hubiera permitido perpetrar la agresión en análogas circunstancias aun en el supuesto de que la víctima no hubiera tenido afectadas sus capacidades volitivas e intelectivas», por lo que el Supremo concluye que no se puede aplicar la agravante de especialmente vulnerabilidad.

Estima así el recurso de casación presentado por el agresor y deja vigente el fallo de la Audiencia Provincial de Valencia, con los seis años de prisión.

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VÍDEO| Nacho Vidal relata lo que pasó exactamente con el ritual del Sapo Bufo y la muerte en su casa

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Nacho Vidal vídeo muerte
El director de cine para adultos Nacho Vidal en una imagen de archivo. EFE/ Kiko Huesca/Archivo

Nacho Vidal será juzgado por la muerte del fotógrafo José Luis Abad en el ritual del sapo bufo, la Audiencia Provincial de Valencia ha estimado los recursos de las acusaciones particulares y ha anulado el archivo provisional de la causa.

El pasado 9 de mayo de 2023 el juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Xàtiva decidió archivar la causa por la muerte del fotógrafo José Luis Abad durante el ritual con veneno de sapo. Entre los participantes se encontraba el actor de cine para adultos Nacho Vidal junto a otras dos personas. Pero hoy se ha conocido que

De nuevo, Nacho Vidal tendrá que volver a los juzgados para responder por la muerte del fotógrafo, será el tribunal quien decidirá si es culpable o no de homicidio imprudente, según recoge El Levante.

Nacho Vidal y el ‘rito del sapo bufo’

Los hechos ocurrieron el 28 de julio de 2019 en una vivienda de Enguera (Valencia) propiedad de Vidal. La Guardia Civil inició la operación tras el fallecimiento del fotógrafo José Luis Abad durante la celebración de un ritual místico basado en la inhalación de los vapores del veneno de sapo bufo alvarius, según informó en su día el instituto armado.

Los agentes, tras una investigación desarrollada durante 11 meses, consideraron que se podía haber producido un delito de homicidio por imprudencia y otro contra la salud pública, supuestamente cometido por quienes organizaron y dirigieron el ritual.

Por estos hechos se arrestó a Nacho Vidal y a dos personas de su entorno, un familiar suyo y un empleado, de edades comprendidas entre los 37 y 50 años y de nacionalidad española.

En junio de 2020, Nacho Vidal quedó en libertad provisional tras comparecer en el juzgado y en marzo de 2021, el instructor dio por concluida la investigación sobre los hechos y dictó auto de incoación de procedimiento abreviado –procesamiento– contra el actor de cine para adultos por un presunto delito de homicidio imprudente.

La causa de la muerte de José Luis Abad

En septiembre de 2021, la Sección Tercera de la Audiencia de Valencia revocó la decisión e instó a practicar una pericial para averiguar más datos respecto a la sustancia DMT –la conocida como ‘la molécula de dios’– y su incidencia en el fallecimiento en el que se centra la causa.

En mayo de 2023 y tras las conclusiones del informe forense, el juzgado archivó la causa para los tres investigados, pero casi un año después y tras las peticiones de Carlos Castillo y Javier Vilarrubí, letrados que representan a los hermanos del fallecido fotógrafo, se ha anulado el archivo provisional de la causa.

«Se me murió en mis brazos»

En una entrevista a Nacho Vidal recogida por Europa Press, el actor reiteró que la muerte fue un accidente: «A mí se me murió una persona en mi casa y a mí nadie me ha preguntado cómo me sentí yo que se me murió en mis brazos. Pero a todo el mundo le ha importado que yo sea un asesino y haya matado a alguien».

Según explicó, el fotógrafo entró inicialmente en catarsis durante el ritual y después él le hizo respirar –«el viaje es así», comentó–, tras lo que «de repente» volvió a perder la respiración y él intentó reanimarlo sin éxito.

En qué consiste el ritual del sapo bufo

El ritual del sapo bufo, también conocido como «sapoísmo», es una práctica que implica el consumo del veneno secretado por el sapo bufo o sapo del Colorado (Bufo alvarius), una especie de sapo que se encuentra en el suroeste de Estados Unidos y el norte de México.

El veneno del sapo bufo contiene una potente sustancia psicoactiva llamada 5-MeO-DMT (dimetiltriptamina), que es considerada una de las sustancias más potentes y rápidamente efectivas en el ámbito de las drogas psicodélicas.

El ritual del sapo bufo se ha utilizado tradicionalmente en ciertas culturas indígenas de América del Norte como un medio para alcanzar estados alterados de conciencia, obtener visiones y conectar con lo divino o lo espiritual. Sin embargo, en la actualidad ha ganado popularidad en otros contextos, especialmente en círculos de crecimiento personal y espiritualidad contemporánea.

La extracción del veneno del sapo

El proceso del ritual generalmente implica la extracción del veneno del sapo, que se seca y se convierte en una sustancia que puede ser inhalada o fumada. Los participantes inhalan el humo o vapor del veneno del sapo bufo, lo que conduce a experiencias psicodélicas profundas y, según algunos relatos, a estados de conciencia expansiva, éxtasis y conexión espiritual.

Es importante tener en cuenta que el consumo del veneno del sapo bufo conlleva riesgos para la salud física y mental, así como posibles efectos secundarios adversos. Por lo tanto, su práctica debe ser abordada con precaución y bajo la supervisión de personas con experiencia y conocimientos adecuados. Además, en muchos lugares su uso puede ser ilegal o estar sujeto a restricciones legales.

 

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