Salud y Bienestar
¿La soja puede aumentar el riesgo del cáncer de mama?
Publicado
hace 3 añosen
Cuidar de la alimentación y la nutrición se ha convertido en una parte fundamental de nuestra vida. El tipo de hábitos y costumbres que establece cada persona en cuanto a su alimentación son determinantes para poder llevar una vida saludable. Para ayudar a derribar ciertos mitos y hablar de nutrición desde una nueva perspectiva, la app de podcasts y audiolibros Podimo acaba de estrenar en exclusiva la segunda temporada de Zumo de araña, el podcast de Aitor Sánchez (Midietacojea) experto dietista-nutricionista, tecnólogo alimentario e investigador y Lucía Martínez (Dimequecomes), dietista-nutricionista especializada en nutrición clínica en pacientes que siguen una alimentación 100% vegetal.
En Zumo de araña ambos hablarán sobre diferentes temáticas como la obesidad o la influencia de las redes sociales en la alimentación. En el primer episodio, los dietistas-nutricionistas han desgranado los 6 mitos sobre nutrición y alimentación más habituales en la actualidad:
-
¿Son los lácteos un alimento imprescindible?
Los lácteos no son un alimento imprescindible. “De hecho, la mayor muestra es que tenemos personas que son alérgicas a los productos lácteos” comenta Aitor Sánchez, que continúa diciendo: “Aquí lo que sucede es que tenemos mucha mochila cultural en la que se nos ha vendido como que los lácteos eran un producto que había que tomar como sí o sí o si no prácticamente sustituirlo como si tuviera una función prácticamente inalienable sobre otra cuestión”. Sin embargo, nutrientes como la proteína y el calcio se encuentran también en otros muchos productos tanto de origen animal como de origen vegetal.
-
¿La soja puede aumentar el riesgo del cáncer de mama?
“La soja, lejos de ser un factor de riesgo de cáncer, es un factor de prevención. Así que, lo que tenemos es mucho prejuicio y poca información actualizada al respecto”, aseguran los expertos.
-
Hay que comer de todo
Ambos creadores se muestran tajantes con esta afirmación: “No hay que comer de todo, de hecho, hay muchísimas cosas que es mejor no comer. […] Comer de todo es síntoma de una mala dieta, una dieta más restrictiva puede ser más saludable”.
Además, hay alimentos que por su valor nutricional pueden entrar en una dieta saludable pero no es imprescindible que estén, como por ejemplo los lácteos, la carne, el pescado… En definitiva, alimentos de procedencia animal.
-
Qué comer si se nos recomienda llevar una dieta blanda
En estos casos, es importante seguir una dieta que se digiera bien, es decir, que sea baja en fibra y en grasas, en otras palabras, que esté exenta de verduras o de frutas que son productos más conflictivos. Caldo de arroz o arroz cocido con pan blanco pueden ser una buena opción, evitando grasas añadidas.
-
El azúcar es necesario para mejorar el rendimiento mental
“Que el azúcar es necesario es cierto porque nuestras células y nuestro cerebro consumen azúcar en forma de glucosa. Lo que no es cierto es que tengamos que ingerir azúcar especialmente azúcar añadido porque al mismo tiempo nuestro metabolismo es capaz de convertir otros nutrientes en esa glucosa que necesita. Pues por ejemplo los cereales, el pan, todo eso que llamamos hidratos de carbono complejos se pueden convertir en glucosa” afirma Lucía Martínez.
-
¿Es imprescindible tomar carne para tener una dieta saludable?
La carne no es necesaria para llevar una dieta saludable, de hecho, es más fácil que lleves una dieta saludable si no consumes carne porque dentro del grupo de alimentos cárnicos hay muchos alimentos que solo a nivel nutricional son complicados como toda la carne procesada, entre los que se encuentran los embutidos, hamburguesas, salchichas, jamón y también la carne roja.
Esperamos que esta información haya sido de vuestro interés. Si estáis interesados en gestionar una entrevista con Aitor Sánchez y Lucía Martínez para hablar de este nuevo proyecto, además de otros temas relacionados con la alimentación y nutrición, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
Relacionado
Te podría gustar
La Navidad es una época llena de celebraciones, reencuentros familiares y abundantes cenas, pero también puede ser un período en el que muchas personas experimentan trastornos del sueño. A pesar de que las fiestas deberían ser sinónimo de relajación y descanso, la realidad es que el estrés, las alteraciones en la rutina y otros factores propios de la temporada pueden dificultar un sueño reparador. A continuación, exploramos las razones por las que durante la Navidad muchas personas duermen peor y cómo podemos intentar mejorar la calidad del sueño en estas fechas tan ajetreadas.
1. Alteración de las rutinas
Durante las festividades, las rutinas diarias suelen verse interrumpidas. Las cenas, las reuniones familiares y los compromisos sociales pueden hacer que nos acostemos más tarde de lo habitual, lo que afecta negativamente nuestro reloj biológico. El cuerpo humano tiene un ciclo natural de sueño y vigilia que puede desajustarse fácilmente cuando cambiamos nuestros horarios de descanso. Al no seguir un horario regular de sueño, es más probable que nos sintamos cansados o que tengamos dificultades para dormir.
2. Estrés y preocupaciones navideñas
Aunque la Navidad es sinónimo de alegría para muchos, también puede generar estrés. Las compras de último minuto, las celebraciones familiares, la planificación de viajes y la presión por cumplir con todas las expectativas sociales pueden causar ansiedad. Esta tensión emocional puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que afecta la capacidad del cuerpo para relajarse y conciliar el sueño. Las preocupaciones sobre los regalos, las cenas o incluso los compromisos laborales pueden mantener nuestra mente activa durante la noche, dificultando el descanso.
3. Comidas copiosas y alcohol
Las cenas y comidas abundantes son parte esencial de las celebraciones navideñas, pero la cantidad y el tipo de alimentos consumidos pueden influir negativamente en la calidad del sueño. El consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares puede aumentar la actividad digestiva durante la noche, provocando molestias estomacales y dificultando que el cuerpo entre en un estado de relajación necesario para dormir. Además, el alcohol, aunque inicialmente pueda inducir somnolencia, interrumpe los ciclos de sueño y reduce la calidad del descanso, lo que puede provocar despertares frecuentes a lo largo de la noche.
4. Falta de ejercicio físico
Durante las fiestas navideñas, muchas personas disminuyen su nivel de actividad física debido a las vacaciones o a las celebraciones. El ejercicio regular es esencial para un sueño saludable, ya que favorece la relajación del cuerpo y la liberación de endorfinas. Sin embargo, en Navidad, el sedentarismo aumenta debido a la cantidad de tiempo que pasamos en reuniones o en actividades que no requieren esfuerzo físico. Esto puede dificultar la conciliación del sueño, ya que el cuerpo no está lo suficientemente cansado para descansar de manera profunda.
5. Cambios en el ambiente de sueño
Las visitas a familiares o la llegada de familiares a nuestra casa también pueden alterar nuestro entorno de descanso. Dormir en un lugar diferente al habitual o compartir espacio con otras personas puede generar incomodidad y dificultar el sueño. Además, la decoración navideña, con luces brillantes y colores llamativos, puede interferir con el ambiente relajante necesario para dormir bien. Las luces intensas, como las de los árboles de Navidad o las decoraciones externas, pueden alterar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
6. Sobrecarga de estímulos sensoriales
La Navidad es una época cargada de estímulos visuales, auditivos y emocionales. Las luces brillantes, la música festiva y el bullicio de las reuniones familiares pueden mantenernos en un estado de alerta constante. Este exceso de estímulos puede dificultar que nuestra mente se relaje antes de acostarnos, retrasando la conciliación del sueño. Además, el ruido generado por las celebraciones o los fuegos artificiales puede interferir en un descanso tranquilo y reparador.
7. Cambios en la exposición a la luz natural
En invierno, los días son más cortos y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede alterar la producción de melatonina y afectar nuestro ritmo circadiano. Este desajuste de la luz natural y artificial, sumado a los cambios en los horarios durante las festividades, puede dificultar la sincronización de nuestro reloj biológico y empeorar la calidad del sueño. El aumento del uso de pantallas electrónicas (como smartphones, tabletas y televisores) por la noche también puede inhibir la producción de melatonina debido a la luz azul emitida por estos dispositivos.
¿Cómo mejorar el sueño en Navidad?
A pesar de que la Navidad puede traer consigo una serie de factores que afectan el sueño, hay varias estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso durante estas fechas:
- Mantener una rutina de sueño regular: Intenta mantener los horarios de acostarte y levantarte lo más consistentes posible, incluso durante las vacaciones.
- Evitar comidas copiosas y alcohol antes de acostarse: Trata de cenar de forma ligera y no consumir alcohol en exceso en las horas previas al sueño.
- Realizar actividad física: Aun durante las vacaciones, intenta incorporar ejercicio físico moderado durante el día para ayudar a tu cuerpo a relajarse por la noche.
- Crear un ambiente relajante: Asegúrate de que tu espacio de descanso sea cómodo, oscuro y silencioso. Si es necesario, usa tapones para los oídos o una máscara para los ojos.
- Limitar los estímulos antes de acostarse: Reduce el uso de dispositivos electrónicos y baja la intensidad de las luces al menos una hora antes de dormir.
- Practicar técnicas de relajación: La meditación, la lectura o tomar un baño caliente pueden ayudarte a calmar tu mente y preparar tu cuerpo para el sueño.
Conclusión
La Navidad puede ser una época de mucha diversión y alegría, pero también puede alterar nuestros hábitos de sueño debido al estrés, la interrupción de las rutinas, la comida y la bebida en exceso, y la sobrecarga de estímulos. Para disfrutar de unas fiestas más relajadas y descansar mejor, es fundamental prestar atención a las necesidades de nuestro cuerpo y adoptar hábitos saludables que nos ayuden a mantener la calidad del sueño.
Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)


Tienes que estar registrado para comentar Acceder