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Salud y Bienestar

Inmunoterapia frente a quimioterapia: Un ensayo clínico validará la eficacia de la inmunoterapia en 29 tipos de tumores

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EFE

Barcelona, 14 jun (EFE).- Diez centros sanitarios, entre ellos el Hospital Clínico de València y el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), participan en un ensayo clínico pionero que ha arrancado hoy y durará dos años para validar la eficacia de un fármaco de inmunoterapia, el spartalizumab, en 29 tipos de tumores, según ha informado el grupo cooperativo de investigación académica SOLTI.

Se trata del estudio ACROPOLI, en el que participarán 141 pacientes de los diez hospitales españoles, entre los que se encuentran el Hospital Vall d’Hebron, el Hospital Clínic, ambos en Barcelona, y el Hospital 12 de Octubre de Madrid.

Según ha explicado Aleix Prat, presidente de SOLTI, jefe de Oncología Médica del Clínic y jefe del grupo Genómica traslacional y terapias dirigidas en tumores sólidos del IDIBAPS, el objetivo es medir la eficacia de la inmunoterapia para una alteración genética que sea común entre todos los participantes, independientemente de la localización del tumor.

Prat ha destacado que es el primer estudio Basket -que mide la utilidad clínica de un solo fármaco en diferentes tumores con un biomarcador compartido- promovido por el grupo cooperativo de investigación académica SOLTI.

Habitualmente, se estudia cada cáncer de forma individual, pero en este caso, los investigadores analizarán múltiples tipos de cáncer que comparten la sobreexpresión de este mismo biomarcador para comprobar si la inmunoterapia funciona con independencia de la localización del tumor.

La inmunoterapia es la activación del propio sistema inmunológico para hacer frente al cáncer, con lo que el tratamiento no se dirige al tumor sino al sistema inmune, por lo que la toxicidad es más baja que los tratamientos estándares, como la quimioterapia.

«Este estudio va a permitir participar a pacientes con tumores menos frecuentes para los que no hay tanta investigación clínica ni tantos tratamientos aprobados. En este caso, comprobaremos si utilizando un biomarcador específico, un subgrupo de estos pacientes pueden beneficiarse de la inmunoterapia como lo hacen otros tipos de cáncer mucho más habituales», ha detallado Prat.

El jefe de Oncología del Hospital Vall d’Hebron, Josep Tabernero, ha añadido que «uno de los objetivos que perseguimos con este estudio ‘basket’ es demostrar que el marcador basado en el gen PD-1 -utilizando la detección previa del ARN mensajero- es más sensible para determinar la población de pacientes que se benefician del tratamiento que la expresión de la proteína PD-L1 detectada por inmunohistoquímica, que es la que utilizábamos hasta ahora».

El ensayo permitirá identificar a los pacientes en que la inmunoterapia puede tener un gran impacto; hacerlo mediante la oncología de precisión, es decir, a través de biomarcadores que determinen a priori qué pacientes pueden beneficiarse de ello; y avanzar hacia un tipo de estudio donde la localización del tumor no sea el objetivo principal.

La inmunoterapia es una estrategia terapéutica que lleva años en desarrollo, y la evidencia indica que es imprescindible conocer el estado de activación inmunológica de los tumores de los pacientes para predecir si la respuesta a este tipo de terapia será o no significativa.

Es lo que los oncólogos llaman «tumores fríos» -con baja cuantificación de PD1- comparados con los «tumores calientes» -en los que hay mayor cantidad de PD1-.

El ensayo está liderado por Aleix Prat y Josep Tabernero, y, además de Vall d’Hebron, Clínic y 12 de Octubre, también participan la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, el Hospital Clínico de València, el Hospital Sant Joan de Reus (Tarragona), la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), el Instituto Oncológico Barcelona (IOB) del Hospital Quirónsalud de Barcelona y el Complejo Asistencial de León.

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¿Por qué pican los lunares? ¿Es peligroso?

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Muchas personas se preocupan cuando sienten picor en los lunares, ya que suelen asociarlo con un posible cáncer de piel. Sin embargo, los dermatólogos explican que en la mayoría de los casos no se trata de un signo peligroso, sino de una reacción cutánea común. A continuación, te explicamos por qué pican los lunares, cuándo deberías preocuparte y cómo aplicar la regla ABCDE para detectar posibles cambios sospechosos.

¿Por qué pican los lunares?

El picor en los lunares puede deberse a distintas causas, la mayoría de ellas benignas y temporales:

  • Exposición solar prolongada: después de tomar el sol o acudir a una cabina de rayos UVA, la piel puede irritarse y generar picazón debido a una quemadura solar leve.

  • Rozaduras con la ropa: los lunares pueden picar o enrojecerse por el contacto con prendas ajustadas o tejidos ásperos.

  • Dermatitis o alergias: las personas con piel sensible o con problemas dermatológicos son más propensas a notar picor en los lunares.

  • Sequedad cutánea: una piel deshidratada o irritada también puede causar molestias o picazón en las zonas donde hay lunares.

En la mayoría de los casos, este tipo de picor desaparece por sí solo o con una buena hidratación y cuidado de la piel.

¿Cuándo debes acudir al dermatólogo?

El picor por sí solo no suele ser motivo de alarma, pero es importante acudir al dermatólogo si, además de picar, el lunar sangra, se agrieta, presenta costras o cambia de color o forma. Estos pueden ser signos de melanoma o cáncer de piel, por lo que requieren una evaluación médica inmediata.

La regla ABCDE para detectar lunares sospechosos

La regla ABCDE es una guía básica que ayuda a identificar cambios peligrosos en los lunares:

  • A – Asimetría: una mitad del lunar no es igual a la otra.

  • B – Bordes: son irregulares, dentados o poco definidos.

  • C – Color: presenta varios tonos (marrón, negro, rojo, azul o blanco).

  • D – Diámetro: mide más de 6 milímetros.

  • E – Evolución: cambia en forma, color o tamaño con el tiempo.

Ante cualquiera de estos signos, se recomienda una revisión dermatológica para descartar lesiones malignas.

¿Cómo saber si un lunar es bueno o malo?

Un lunar benigno suele ser uniforme en color y forma, puede ser plano o ligeramente elevado, y no cambia con los años. Los lunares nuevos o modificados deben ser examinados por un especialista, sobre todo si presentan asimetría, variaciones de color o crecimiento rápido.

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