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La leyenda del dragón de la Malvarrosa

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La leyenda del dragón de la Malvarrosa
La leyenda del dragón de la Malvarrosa-EFE

La playa de la Malvarrosa, uno de los destinos más emblemáticos de Valencia, es famosa por su belleza y su ambiente animado. Sin embargo, pocos conocen la inquietante leyenda que envuelve este lugar: la historia de un dragón que aterrorizaba a los pescadores y a los habitantes de la zona.

El dragón y su amenaza

Se dice que, en tiempos antiguos, un feroz dragón habitaba en las profundidades del mar cerca de la playa de la Malvarrosa. Este monstruo marino emergía de las aguas en busca de presas, atacando barcos de pescadores y causando pánico entre los que se atrevían a faenar en sus dominios. Los relatos hablaban de aletas gigantes que rompían la superficie y de rugidos que retumbaban en la costa, llenando de terror a los habitantes de Valencia.

La leyenda cuenta que el dragón tenía la capacidad de provocar tormentas y maremotos, haciendo que la pesca se volviera cada vez más peligrosa. A medida que los ataques se intensificaban, los pescadores comenzaron a abandonar sus barcos, temerosos de convertirse en la próxima víctima de la criatura. Las historias sobre el dragón comenzaron a circular, y los valencianos se unieron en oración, implorando a sus santos y vírgenes que los protegieran de la bestia.

La llegada del caballero valiente

Fue en medio de este desasosiego que un valiente caballero decidió enfrentarse al dragón. Con su armadura brillante y su espada afilada, se preparó para la batalla, decidido a liberar a la ciudad de la amenaza que la acechaba. La leyenda cuenta que el caballero, llamado Don Álvaro, era conocido por su valentía y destreza en el combate, además de ser un noble defensor de los más necesitados.

Al llegar a la playa, el caballero se encontró con el dragón, que se alzaba imponente sobre las olas. La lucha fue intensa y espectacular, un verdadero espectáculo de valor y fuerza. Mientras el dragón lanzaba llamaradas y batía sus alas, Don Álvaro se movía ágilmente, esquivando sus ataques. La batalla duró horas, con el sol ocultándose en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos rojos y naranjas.

Finalmente, con un golpe certero, Don Álvaro logró atravesar el corazón de la bestia, derrotando al dragón y liberando a la ciudad de su terror. La gente, que había estado observando con el corazón en la mano, estalló en vítores y agradecimientos al valiente caballero.

El legado de la leyenda

Tras la victoria del caballero, la playa de la Malvarrosa se convirtió en un símbolo de valentía y sacrificio. La historia de Don Álvaro se transmitió de generación en generación, recordando a los valencianos que el coraje y la determinación pueden superar incluso las amenazas más aterradoras.

Los pescadores, agradecidos por la liberación, comenzaron a realizar ofrendas a la Virgen de los Desamparados, pidiendo su protección en el mar. En agradecimiento, se dice que se construyó una pequeña capilla en la playa, donde los pescadores acudían para rendir homenaje a la Virgen y al caballero que los había salvado.

Hoy en día, la leyenda del dragón de la Malvarrosa sigue viva en la memoria colectiva de Valencia, recordándonos la importancia de enfrentar nuestros miedos y proteger lo que amamos. La playa, ahora un lugar de alegría y diversión, alberga aún el eco de las historias de antaño, donde un caballero valiente se alzó contra el dragón y devolvió la paz a la ciudad.

Además, la leyenda ha inspirado obras de arte, poemas y representaciones teatrales, convirtiéndose en una parte integral del patrimonio cultural valenciano. En festivales y eventos, se reviven los relatos del dragón y el valiente caballero, recordando a las nuevas generaciones la riqueza de su historia local.

La playa de la Malvarrosa, con su hermosa arena y vistas al mar, se presenta como un lugar ideal para reflexionar sobre estas historias, invitando a todos a explorar no solo sus paisajes, sino también las leyendas que han dado forma a la identidad de Valencia.

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Reyes Magos de Oriente: 5 cosas que igual no sabes

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Reyes Magos de Oriente

La noche del 5 de enero es una de las noches más mágicas del año. Esa noche Melchor, Gaspar y Baltasar, montados sobre sus camellos dejan regalos a los niños. El ritual cada año es el mismo, dejar los zapatos fuera para que los llenen de dulces, poner agua para los animales de sus majestades, un poco de leche con galletas y pronto a la cama. Dormir es complicado por los nervios a la espera que nuestros regalos (carbón si no hemos sido del todo buenos) e ilusiones se cumplan. Pero, ¿qué sabemos de los Reyes Magos de Oriente? ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen?

1. Reyes Magos de Oriente

«¿Dónde está el niño que ha nacido rey de los judíos? Observamos su estrella al salir y hemos venido a rendirle homenaje». En el Evangelio de Mateo, dentro del Nuevo Testamento, nos encontramos este relato del encuentro de los tres sabios en su encuentro con Herodes I el Grande, Rey de Judea. Guiados por una estrella, los tres reyes llegaron a Belén. Pero, ¿Eran realmente magos? ¿Quiénes son?

Desde pequeño hemos pensado que lo de «magos» guardaba relación con la habilidad que tienen estos monarcas para repartir tantos y tantos juguetes a todos los niños en tan solo una noche. Pero el término «magos» en realidad se refiere al nombre que recibían los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente.

De hecho este término proviene del persa «ma-gu-u-sha«, que significa «sacerdote», término que luego pasaría al griego como «μάγος» (magos, plural: μάγοι, magoi), y que se refería a una casta de sacerdotes, tal vez persas o babilonios, que estudiaban las estrellas con el objetivo de dar con Dios.​ La palabra griega fue adaptada al latín como «magus», plural «magi, /mágui/» y de ahí llegó al español mago.

2. ¿Cuál es su origen?

En el evangelio de Mateo realmente en ningún momento indica los nombres de los reyes, ni que fueran tres, ni que fueran reyes. Al principio únicamente se sabía que eran personas con poder económico debido a sus regalos pero nada más.

Desde el siglo II, en las pinturas de las catacumbas de Santa Priscila, se les representa como nobles persas, como una casta sacerdotal de Media y Persia, dedicados al estudio de los conocimientos y la sabiduría. Debemos esperar hasta el siglo VIII para verlos plasmados en el arte como reyes.  

La clave del origen

En el siglo III, Orígenes, un escritor y teólogo propuso que fueran tres magos en virtud de los tres dones ofrecidos a Jesús. Hasta entonces por las ilustraciones y dibujos se pensaba que tal vez fueran dos, tres o cuatro los magos que fueron a adorar al niño. De hecho la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, con doce nombres distintos, igual que los apóstoles y las doce tribus de Israel.

El papa León I el Magno, en el siglo V, establece de manera oficial que fueron tres los Reyes tal y como ha llegado la tradición a nuestros días.

3. Melchor, Gaspar y Baltasar

La primera vez que aparecen los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, es en el conocido mosaico de San Apolinar el Nuevo (Rávena) del siglo VI d. C. En él se puede apreciar a los tres magos vestidos al modo persa y con sus nombres escritos encima de cada imagen.

Conocemos sus nombres de carrerilla, pero ¿desde cuándo se llaman así?

A partir del siglo VIII, los Reyes Magos recibieron nombres, aunque fueron sufriendo modificaciones a lo largo de los años y siglos como por ejemplo Bithisarea, Melchior y Gathaspa. No es hasta el siglo IX cuando el historiador Agnello, en su obra «Pontificalis Ecclesiae Ravennatis» les da los nombres con los que niños y mayores nos dirigimos a ellos en nuestras cartas.

4. Curiosidades sobre los Reyes Magos

-¿Sabías que en la Edad Media ya eran venerados como santos?

-Los tres Sabios de Oriente representan  las distintas edades del ser humano: Gaspar, juventud; Baltasar, madurez y Melchor, vejez. Sus nombres equivalen en griego a «Appellicon», «Amerín» y «Damascón» y en hebreo a «Magalath», «Serakin» y «Galgalath»

-Además de representar las edades, los tres reyes representen las tres razas de la Edad Media ( En aquella época todavía no se había descubierto el continente americano)  Así, Melchor representa a los europeos y ofrece al Niño el oro por la realeza de Cristo; Gaspar da rostro a los asiáticos llevando el incienso por la divinidad de Jesús y Baltasar a los africanos portando la mirra, una sustancia que era utilizada para embalsamar cadáveres y es símbolo de la humanidad del Señor.

-Para que el rey Baltasar aparezca con la tez negra debemos esperar hasta el siglo XV d.C.

-Muchos autores barajan la posibilidad que los Reyes Magos, grandes sabios y estudiosos, conocieran las profecías mesiánicas de los judíos y por eso emprendieron su viaje a Jerusalén.

-La tradicional noche de Reyes se instaura en España a partir del siglo XIX. Esta fiesta infantil con regalos para los niños imitaba los homenajes que recibía el santo oriental San Nicolás en otros países el día de Navidad.

-En 1866 se celebró en Alcoy la primera cabalgata de Reyes Magos, tradición que se extendió al resto del país y posteriormente a otros países y culturas especialmente a países de habla hispana.

5. La estrella de Belén

Una de los símbolos más representados en las fiestas navideñas es el de la estrella que guió a Melchor, Gaspar y Baltasar hasta el lugar de Belén en el que había nacido el niño Jesús. Este cometa o astro luminoso ha cautivado la mente de muchos durante siglos, y han sido muchas las teorías que han tratado de buscar una expliación a este hecho.

-Para muchos expertos, Mateo en su relato del Evangelio pudo basarse en en algún acontecimiento astronómico que pudo producirse en las fechas del nacimiento de Jesús. Según Michael R. Molnar, astrónomo, la estrella de Belén fue un eclipse de Júpiter dentro de la constelación de Aries.

-¿Tenían conocimientos atronómicos los Reyes Magos?

Muchos estudios afirman que sí ya que el hecho de que los guiara una estrella, indica que estaban instruidos en astrología, en la ciencia de la navegación y en el cálculo del tiempo a través de las configuraciones estelares. Los Sabios supieron leer que el Rey de reyes aparecería ese año en Palestina ya que en la antigua astrología, Júpiter era considerado como la estrella del Príncipe del mundo.

-Una de las principales dificultades con las que se encuentran los estudiosos del tema es que no se sabe con exactitud la fecha de nacimiento (si fue en diciembre o abril) incluso el año ya que para muchos hay un margen de error de unos seis años.

-Esta teoría no es nueva a principios del siglo XVII por Johannes Kepler, un astrónomo y matemático alemán afirmó en su estudio que esta misma conjunción planetaria alrededor del 6 a.C. podría haber sido la inspiración de la historia de la estrella de Mateo.

-Entre 1303 y 1305, el artista italiano Giotto pintó en las paredes de la Capilla Scrovegni en Padua, Italia la estrella como un cometa. ¿Era esa la estrella de Mateo? Algunos astrónomos sugieren que Giotto lo hizo como homenaje al cometa Halley que fue visible en 1301.

-¿Fue el cometa Halley tal vez la estrella de Belén?

Los astrónomos también han calculado que el cometa Halley pasó por la Tierra alrededor del año 12 a.C., (5 y 10 años antes de que la mayoría de los estudiosos argumentaran que nació Jesús) Pero aunque hubiera sido ese cometa el que recorriera el cielo, para los científicos ninguna estrella puede realizar ese extraño recorrido para detenerse sobre un punto concreto tanto tiempo tal y como lo relata Mateo en su evangelio.

Lo que sí es seguro, es que cada noche del 5 de enero, guiados por esa mágica estrella, los Reyes de Oriente, no faltan a su cita con niños y mayores repartiendo sueños y regalos.

 

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