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Salud y Bienestar

La psiquiatra Anabel González: La importancia de curar las heridas emocionales, no podemos cambiar nuestra historia, sí el daño que nos hace

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València, 10 abr (EFE).- La psiquiatra Anabel González reivindica en su nuevo libro, «Las cicatrices no duelen», la importancia de curar las heridas emocionales a través de la terapia, pues, según dice, «no podemos cambiar nuestra historia, pero sí el daño que nos hace y que arrastramos».

En una entrevista con la Agencia EFE con motivo del lanzamiento de su esta nueva obra, editada por Planeta, González, especialista en trauma y regulación de las emociones, ofrece algunas pautas para superar los bloqueos y nudos del pasado y volver a disfrutar del presente y del futuro.EXPLORAR LOS RECUERDOS

Una de las terapias con las que trabaja esta psiquiatra del Hospital Universitario de A Coruña es la EMDR (Eye Movement Desensibilization and Reprocessing), un sistema basado en el uso de los movimientos oculares y el reprocesamiento de los recuerdos, con el que se aprende a sanar traumas y deshacer nudos mentales que impiden evolucionar.

Según explica, esta terapia busca aquellos recuerdos que por su significado no hemos podido asimilar y desbloquea la capacidad que tiene el sistema nervioso para procesarlos, pero advierte de que el movimiento ocular es solo una parte de este complejo proceso, y desaconseja hacerlo en casa o con profesionales no acreditados.

A partir de ese desbloqueo, la persona puede empezar a hacer asociaciones y conexiones entre ese recuerdo y otras cosas que han pasado en su vida, con lo que ese recuerdo va perdiendo fuerza hasta que deja de producir dolor.

El objetivo de la autora es demostrar cómo se pueden romper los nudos emocionales que nos atan al pasado, cómo curar las heridas que nos impiden decidir con libertad y pasar a sentirnos orgullosos de las viejas cicatrices que forman parte de quiénes somos.

«Las cicatrices no duelen» reúne, además, las experiencias de diversas personas que han sido tratadas por ella, y con los que casi cualquier lector puede sentirse identificado.

Y es que, según González, la terapia no está dirigida únicamente a solucionar grandes traumas, como accidentes, maltratos o agresiones, sino que puede ayudar a procesar cualquier experiencia vital que esté suponiendo un lastre en nuestro presente.

No se trata de «escarbar en el pasado», sino de desmontar la influencia negativa de ese pasado. Para ello, es necesario pensar en él, «no para buscar culpables», sino para saber qué cosas me han hecho funcionar como funciono, si eso me hace bien o si es mejorable, y si podría ir a una versión de mí mismo más eficiente.

EMPEZAR POR EL AUTOCUIDADO

«Si es posible actualizar la versión de nuestro sistema operativo, hagámoslo», defiende González, quien afirma que para poder lograr una vida emocional sana es básico el autocuidado, entendido no solo como cuidar de lo físico o buscar cosas agradables, sino como «mirar por mí como si fuese mi mejor amigo».

Si eso no pasa, dice, es importante entender por qué y trabajar en cambiarlo porque «en la vida es muy importante que yo esté de mi parte», pues «ya es bastante complicada como para que nosotros nos hagamos zancadillas».

Cuidarse es ser capaces de pedir ayuda y aceptarla cuando nos la ofrecen; procurar que haya cosas buenas en nuestra vida y que cuando ocurran las dejemos entrar; que si alguien nos dice algo bueno, no lo descalifiquemos, y sobre todo, que no nos machaquemos a nosotros mismos, ya que eso es lo mismo que intentar curar con lejía una herida.

Las heridas emocionales, al igual que las físicas, hay que limpiarlas, asegurarse de que no quedan cosas que la contaminen, dejar que les dé el aire y no rascar encima. Eso supone ser consciente de que están ahí y mientras duelan, ser comprensivo con uno mismo y procurar cuidarse hasta que la herida tenga tiempo de cicatrizar.

LA «ALARMANTE» SITUACIÓN DE LA SALUD MENTAL

Anabel González advierte de la alarmante situación en la que se encuentra la atención a la Salud Mental en España, y desea que después de esta pandemia, donde se ha visibilizado más este tipo de problemas, se le dé la importancia que requiere «con hechos» y no solo de palabra.

Asegura que se han cerrado los antiguos psiquiátricos «pero no tenemos los recursos mínimos para una atención digna a los problemas graves» de salud mental, ni siquiera para atender de forma digna aquellos trastornos que no son graves pero «afectan al bienestar de la gente».

González reconoce que la sociedad se ha hecho más consciente de la importancia de la salud mental, pero su optimismo en que las cosas mejoren «es escaso», aunque han crecido sus ganas de protestar abiertamente contra esta situación.

«La demanda está aumentado y aumentará, y estábamos ya por debajo del subsuelo. Estábamos ya en unas condiciones penosas; que nos refuercen un poquito no hace que lleguemos ni siquiera al nivel mínimo de lo que teníamos antes», denuncia.

Carla Aliño

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Salud y Bienestar

Lola Índigo, Quevedo o Dani Martín: el impacto del agotamiento en la salud mental de los músicos

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La salud mental en el mundo artístico es un tema cada vez más visible. Lola Índigo, una de las figuras más destacadas del pop español, se ha sumado recientemente a la lista de artistas que deciden frenar su carrera para cuidar su bienestar emocional. Durante su actuación en el festival Coca-Cola Music Experience en Madrid, la cantante confesó estar “agotada mentalmente” y anunció una pausa en su carrera, priorizando su salud mental.

El agotamiento emocional de Lola Índigo

Tras siete años de intensa actividad artística, Lola Índigo decidió comunicar a sus seguidores que necesita un descanso para recargar fuerzas. Aunque aún tiene conciertos programados, la cantante quiso ser honesta con su público y explicar que este parón es necesario para seguir haciendo lo que más ama: cantar y bailar con energía renovada.

Otros artistas españoles que también han parado por salud mental

Lola Índigo no está sola. Otros nombres destacados de la música española han vivido experiencias similares. Quevedo, con solo 22 años, tras el éxito mundial de su canción “Quédate”, se alejó de los escenarios durante casi un año debido al desgaste emocional.

Por su parte, artistas consagrados como Pablo Alborán y Dani Martín también han hablado abiertamente sobre sus episodios de agotamiento y problemas de salud mental, visibilizando la necesidad de cuidar el bienestar emocional en la industria musical.

El problema del agotamiento en la música a nivel global

Este fenómeno no es exclusivo de España. A nivel internacional, figuras como Justin Bieber han sido pioneros en hablar públicamente sobre sus luchas emocionales. Bieber ha intentado romper el estigma en torno a la salud mental en la música, demostrando que el éxito y la fama pueden venir acompañados de retos emocionales muy difíciles.

La importancia de normalizar la salud mental en la industria musical

Expertos en salud mental coinciden en la necesidad de normalizar estos descansos. La presión constante, las exigencias de la industria y la exposición mediática pueden generar un desgaste emocional importante en los artistas. Por eso, es fundamental que estas pausas se vean como parte natural de la carrera profesional y que se fomente la búsqueda de ayuda cuando sea necesario.

El anuncio de Lola Índigo abre nuevamente el debate sobre la importancia de cuidar la salud mental en el mundo de la música y la responsabilidad que tienen tanto los artistas como la industria para proteger el bienestar emocional de quienes viven en el foco público.

Lola Índigo anuncia su retirada temporal tras un año «chungo de cojones»: «Estoy agotada mentalmente»

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