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Salud y Bienestar

Esto es lo que dice la ciencia sobre tomar una lata de sardinas a la semana

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lata de sardinas a la semana

Consumir una lata de sardinas a la semana es una opción de alimentación saludable. Las sardinas son una fuente rica en nutrientes y ofrecen varios beneficios para la salud.

Estos son los principales aspectos respaldados por la ciencia sobre el consumo de sardinas:

Alto contenido de ácidos grasos omega-3:

Las sardinas son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, específicamente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos grasos son beneficiosos para la salud cardiovascular, la función cerebral y la reducción de la inflamación.

Proteínas de alta calidad:

Las sardinas son una buena fuente de proteínas de alta calidad. Proporcionan aminoácidos esenciales necesarios para el crecimiento y la reparación del cuerpo.

Vitaminas y minerales:

Las sardinas contienen vitaminas y minerales importantes, como vitamina B12, vitamina D, calcio y selenio. Estos nutrientes son esenciales para una buena salud ósea, inmunidad y función neurológica.

Fuente de calcio:

A pesar de ser pequeñas, las sardinas son una fuente sorprendentemente rica en calcio, lo que las hace beneficiosas para la salud ósea.

Bajas en mercurio:

Las sardinas suelen tener niveles más bajos de mercurio en comparación con peces más grandes, lo que las hace seguras para el consumo regular, incluso para mujeres embarazadas y niños.

Apoyo a la salud cardiovascular:

Debido a su contenido de ácidos grasos omega-3, las sardinas pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al disminuir los niveles de triglicéridos, mejorar el perfil lipídico y reducir la presión arterial.

Es importante señalar que la frecuencia con la que consumes sardinas, así como la cantidad y la forma de preparación, pueden afectar sus beneficios para la salud. Optar por sardinas enlatadas en agua en lugar de aceite puede reducir la cantidad de calorías y grasas no saludables. Además, combinar las sardinas con una dieta equilibrada y variada es fundamental para aprovechar al máximo sus beneficios.

En resumen, consumir una lata de sardinas a la semana puede ser una adición saludable a tu dieta, siempre y cuando se haga en el contexto de una alimentación equilibrada y variada. Como con cualquier aspecto de la dieta, es aconsejable consultar a un profesional de la salud o un dietista/nutricionista para obtener recomendaciones personalizadas.

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Salud y Bienestar

¿Sueles tener los pies fríos? Estas son las enfermedades que pueden estar detrás

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pies fríos causas
Análisis de pies - ULE - Archivo

VALÈNCIA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) – El Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha resaltado que problemas circulatorios, neuropatía periférica, enfermedad de Raynaud, hipotiroidismo o anemia son algunas enfermedades que pueden generar sensación de pies fríos, así como el tabaquismo. Estas son las causas.

La causa más común: problemas circulatorios

En primer lugar, la patología más común es tener problemas circulatorios. “Esta patología suele progresar de forma silenciosa con la edad y la insuficiencia venosa dificulta el retorno de la sangre al corazón. Las venas pierden elasticidad y tienen dificultades para hacer subir la sangre contra la gravedad. Este estancamiento venoso enfría progresivamente los pies y provoca sensación de pies fríos”, ha explicado el podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV, Jorge Escoto.

La arteriosclerosis, el endurecimiento de las arterias, también reduce su capacidad para transportar sangre caliente a las extremidades. Para ayudar a evitar los pies fríos por problemas circulatorios, los podólogos recomiendan estimular la circulación con ejercicios sencillos como flexionar los dedos de los pies o rotar los tobillos.
Estos movimientos activan la bomba muscular y favorecen el retorno venoso, evitando el círculo vicioso de que cuanto más frío se siente, menos se mueve la persona, ralentizando aún más la circulación.
Junto a ello, es “importante” eliminar hábitos tóxicos como el tabaquismo, ya que fumar endurece, inflama y obstruye las arterias.

Enfermedad de Raynaud: ataques isquémicos transitorios

En segundo lugar, la enfermedad de Raynaud es otra patología que podría estar detrás de esta sintomatología. Se trata de un ataque isquémico transitorio, es decir, un periodo breve en el que se detiene el flujo de sangre hacia los pies por obstrucción de las arterias, generando sensación de frío en los miembros inferiores.

En quienes la padecen, la llegada del frío acentúa la enfermedad: los vasos sanguíneos se contraen, los pies pueden verse blanquecinos o azulados, y aparece entumecimiento. Para aliviar los síntomas, el ICOPCV aconseja realizar ejercicios, usar medias que favorezcan la circulación y reducir la nicotina en personas fumadoras.

También se recomienda evitar braseros y fuentes de calor directo, ya que los cambios bruscos de temperatura agravan la clínica. Es esencial apostar por calzado con buena capacidad de aislamiento térmico y calcetines de lana de merino durante el invierno.

Neuropatía periférica: pies fríos que no están fríos al tacto

Otra enfermedad que genera sensación de pies fríos es la neuropatía periférica, originada por daño en los nervios que detectan la temperatura.
“Es importante destacar que, en estos casos, los pies se sienten fríos, pero al tocarlos en realidad no lo están. Esto es muy común en personas diabéticas y, por ello, se deben extremar las precauciones”, ha explicado Escoto.

La neuropatía reduce la capacidad para percibir calor o frío reales, lo que incrementa el riesgo de quemaduras o congelaciones sin que la persona lo perciba. Por este motivo, se recomienda:

  • Revisar los pies regularmente.

  • Evitar braseros y fuentes de calor directo.

  • Optar por baños con agua tibia.

  • Realizar revisiones podológicas periódicas para controlar el estado de las uñas, el calzado y las ortesis plantares.

  • No caminar descalzo y examinar los pies a diario en busca de cortes, ampollas o enrojecimiento, usando un espejo o ayuda familiar de ser necesario.

Además, es fundamental secar correctamente los espacios interdigitales, hidratar la piel y realizar un masaje suave tras el lavado diario.

Hipotiroidismo y anemia: patologías sistémicas que también enfrían los pies

Por último, tener los pies fríos de forma constante puede ser consecuencia de hipotiroidismo o anemia.

En el hipotiroidismo, la glándula tiroides no produce suficientes hormonas T3 y T4, esenciales para controlar el metabolismo y la producción de calor en las células. Esto provoca frialdad y sequedad en los pies.

En la anemia, la deficiencia de hierro limita la oxigenación y la capacidad del cuerpo para generar calor, produciendo una circulación sanguínea deficiente.

Escoto subraya la importancia de que los podólogos formen parte de unidades multidisciplinares, ya que una consulta podológica puede detectar patologías sistémicas o, a la inversa, muchas enfermedades generales tienen manifestaciones en los pies que requieren atención especializada.

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