Salud y Bienestar
Los mitos del embarazo: cuatro investigadoras valencianas publican un libro para resolver todas las dudas
Publicado
hace 4 añosen
¿Influye el tipo de alimentación en la capacidad para concebir?, ¿qué es la diabetes gestacional?, ¿qué pasa si mi bebé viene de nalgas?, ¿es cierto que tras una cesárea tarda más en subir la leche que en un parto vaginal? El antes, el durante y el después del embarazo abarcan un periodo cargado de dudas para las mujeres gestantes. Y las respuestas habituales carecen, en ocasiones, de la adecuada fiabilidad científica.
Por ello, cuatro profesoras del Departamento de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valeència, especializadas en la investigación y la asistencia al embarazo, acaban de publicar el libro “Antes, durante y después del embarazo. Preguntas y curiosidades basadas en la evidencia científica”, editado por CEU Ediciones.
Según destacan las autoras del libro, profesoras de los Grados en Fisioterapia y Enfermería en la CEU UCH, “con esta obra pretendemos resolver dudas sobre el embarazo desde una base científica, pero de una forma divulgativa y comprensible. Nuestro objetivo es desmontar falsos mitos y creencias o bulos e informaciones incorrectas en torno al embarazo desde la evidencia científica, para reducir dudas e incertidumbres y empoderar a la mujer durante esta fascinante etapa vital que es la gestación”.
Para ello, las autoras han organizado los contenidos del libro en forma de 60 preguntas o dudas frecuentes, con su correspondiente respuesta correcta, explicada de forma concisa y divulgativa, con las referencias bibliográficas que se han tomado como fuente para resolver cada cuestión.
Dudas frecuentes y creencias populares
Entre las cuestiones seleccionadas como preguntas a las que responde el libro “Antes, durante y después del embarazo”, las profesoras de la CEU UCH abordan temas como la relación entre vacunas y embarazo; las causas del dolor lumbar y cómo prevenirlo; la relación entre embarazo, dieta y sobrepeso; el tipo de lesiones del suelo pélvico que produce el parto o los riesgos del parto de nalgas. También explican conceptos habituales, pero cuyo significado exacto a veces se desconoce, como la preclampsia, la diabetes gestacional o las contracciones de Braxton Hicks. El libro también aborda la respuesta científica a las dudas habituales tras el parto, sobre la lactancia o sobre cómo curar adecuadamente el cordón umbilical.
La mayor parte de las preguntas respondidas en el libro por las profesoras de la CEU UCH están formuladas en los mismo términos que usa la creencia popular, como “Tengo ardores, mi madre me ha dicho que es porque mi bebé tiene mucho pelo, ¿es eso cierto o hay otra razón?”. O en forma de preguntas frecuentes, como por ejemplo: “¿Cómo puedo aliviar las náuseas durante el embarazo?” o “¿Cuánto peso se gana durante el embarazo y qué pasa si cojo más kilos?”. También reflejan los temores comunes entre las mujeres embarazadas, en cuestiones como “Tengo miedo al dolor del parto, ¿puede este miedo afectar a mi proceso de parto?” o “Tengo sobrepeso, ¿puede afectar a mi embarazo o al bebé?”.
Sobre las autoras
Las profesoras de la CEU UCH autoras de “Antes, durante y después del embarazo”, obra editada por CEU Ediciones, son expertas en la materia desde los ámbitos de la Enfermería y la Fisioterapia.
La profesora del Grado en Fisioterapia Gemma Biviá Roig se doctoró con una tesis sobre la función lumbopélvica durante el embarazo y la lactancia. Su producción científica está centrada en la mujer, concretamente en la biomecánica lumbar, en los efectos de técnicas fisioterápicas sobre el dolor y en estilos de vida sobre la salud reproductiva.
María Inmaculada Sánchez López es profesora del Grado en Enfermería de la CEU UCH y ha desarrollado parte de su labor asistencial en las áreas de maternidad, neonatología y pediatría. Su tesis doctoral está dedicada a los estados hipertensivos del embarazo y a las complicaciones maternas y perinatales.
Isabel Martínez Hurtado, formada en Fisioterapia en la CEU UCH, ha dedicado más de diez años de su labor asistencial a la fisioterapia de suelo pélvico, ginecología y obstetricia y actualmente es profesora de esta especialidad en el Grado. Y Marta Lluesma Vidal, doctora en Ciencias de la Salud por la CEU UCH, es también profesora y miembro del grupo de investigación del Departamento en Enfermería de la CEU UCH.
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La Navidad es una época llena de celebraciones, reencuentros familiares y abundantes cenas, pero también puede ser un período en el que muchas personas experimentan trastornos del sueño. A pesar de que las fiestas deberían ser sinónimo de relajación y descanso, la realidad es que el estrés, las alteraciones en la rutina y otros factores propios de la temporada pueden dificultar un sueño reparador. A continuación, exploramos las razones por las que durante la Navidad muchas personas duermen peor y cómo podemos intentar mejorar la calidad del sueño en estas fechas tan ajetreadas.
1. Alteración de las rutinas
Durante las festividades, las rutinas diarias suelen verse interrumpidas. Las cenas, las reuniones familiares y los compromisos sociales pueden hacer que nos acostemos más tarde de lo habitual, lo que afecta negativamente nuestro reloj biológico. El cuerpo humano tiene un ciclo natural de sueño y vigilia que puede desajustarse fácilmente cuando cambiamos nuestros horarios de descanso. Al no seguir un horario regular de sueño, es más probable que nos sintamos cansados o que tengamos dificultades para dormir.
2. Estrés y preocupaciones navideñas
Aunque la Navidad es sinónimo de alegría para muchos, también puede generar estrés. Las compras de último minuto, las celebraciones familiares, la planificación de viajes y la presión por cumplir con todas las expectativas sociales pueden causar ansiedad. Esta tensión emocional puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que afecta la capacidad del cuerpo para relajarse y conciliar el sueño. Las preocupaciones sobre los regalos, las cenas o incluso los compromisos laborales pueden mantener nuestra mente activa durante la noche, dificultando el descanso.
3. Comidas copiosas y alcohol
Las cenas y comidas abundantes son parte esencial de las celebraciones navideñas, pero la cantidad y el tipo de alimentos consumidos pueden influir negativamente en la calidad del sueño. El consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares puede aumentar la actividad digestiva durante la noche, provocando molestias estomacales y dificultando que el cuerpo entre en un estado de relajación necesario para dormir. Además, el alcohol, aunque inicialmente pueda inducir somnolencia, interrumpe los ciclos de sueño y reduce la calidad del descanso, lo que puede provocar despertares frecuentes a lo largo de la noche.
4. Falta de ejercicio físico
Durante las fiestas navideñas, muchas personas disminuyen su nivel de actividad física debido a las vacaciones o a las celebraciones. El ejercicio regular es esencial para un sueño saludable, ya que favorece la relajación del cuerpo y la liberación de endorfinas. Sin embargo, en Navidad, el sedentarismo aumenta debido a la cantidad de tiempo que pasamos en reuniones o en actividades que no requieren esfuerzo físico. Esto puede dificultar la conciliación del sueño, ya que el cuerpo no está lo suficientemente cansado para descansar de manera profunda.
5. Cambios en el ambiente de sueño
Las visitas a familiares o la llegada de familiares a nuestra casa también pueden alterar nuestro entorno de descanso. Dormir en un lugar diferente al habitual o compartir espacio con otras personas puede generar incomodidad y dificultar el sueño. Además, la decoración navideña, con luces brillantes y colores llamativos, puede interferir con el ambiente relajante necesario para dormir bien. Las luces intensas, como las de los árboles de Navidad o las decoraciones externas, pueden alterar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
6. Sobrecarga de estímulos sensoriales
La Navidad es una época cargada de estímulos visuales, auditivos y emocionales. Las luces brillantes, la música festiva y el bullicio de las reuniones familiares pueden mantenernos en un estado de alerta constante. Este exceso de estímulos puede dificultar que nuestra mente se relaje antes de acostarnos, retrasando la conciliación del sueño. Además, el ruido generado por las celebraciones o los fuegos artificiales puede interferir en un descanso tranquilo y reparador.
7. Cambios en la exposición a la luz natural
En invierno, los días son más cortos y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede alterar la producción de melatonina y afectar nuestro ritmo circadiano. Este desajuste de la luz natural y artificial, sumado a los cambios en los horarios durante las festividades, puede dificultar la sincronización de nuestro reloj biológico y empeorar la calidad del sueño. El aumento del uso de pantallas electrónicas (como smartphones, tabletas y televisores) por la noche también puede inhibir la producción de melatonina debido a la luz azul emitida por estos dispositivos.
¿Cómo mejorar el sueño en Navidad?
A pesar de que la Navidad puede traer consigo una serie de factores que afectan el sueño, hay varias estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso durante estas fechas:
- Mantener una rutina de sueño regular: Intenta mantener los horarios de acostarte y levantarte lo más consistentes posible, incluso durante las vacaciones.
- Evitar comidas copiosas y alcohol antes de acostarse: Trata de cenar de forma ligera y no consumir alcohol en exceso en las horas previas al sueño.
- Realizar actividad física: Aun durante las vacaciones, intenta incorporar ejercicio físico moderado durante el día para ayudar a tu cuerpo a relajarse por la noche.
- Crear un ambiente relajante: Asegúrate de que tu espacio de descanso sea cómodo, oscuro y silencioso. Si es necesario, usa tapones para los oídos o una máscara para los ojos.
- Limitar los estímulos antes de acostarse: Reduce el uso de dispositivos electrónicos y baja la intensidad de las luces al menos una hora antes de dormir.
- Practicar técnicas de relajación: La meditación, la lectura o tomar un baño caliente pueden ayudarte a calmar tu mente y preparar tu cuerpo para el sueño.
Conclusión
La Navidad puede ser una época de mucha diversión y alegría, pero también puede alterar nuestros hábitos de sueño debido al estrés, la interrupción de las rutinas, la comida y la bebida en exceso, y la sobrecarga de estímulos. Para disfrutar de unas fiestas más relajadas y descansar mejor, es fundamental prestar atención a las necesidades de nuestro cuerpo y adoptar hábitos saludables que nos ayuden a mantener la calidad del sueño.
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