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Consumo

Luz verde al proyecto de la Ley de Infancia que persigue dar voz a los niños y que no estén saturados de deberes

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Jun. (EUROPA PRESS) – El Consell ha aprobado este viernes el proyecto de la nueva Ley valenciana de Infancia y Adolescencia, que otorga a los niños la consideración de ciudadanos de pleno derecho e incluye medidas como la eliminación de la edad mínima para que sean escuchados en tratamientos médicos y la obligación de respetar sus convicciones. También establece el acceso al ocio educativo como un derecho, con la carga lectiva en horario escolar para que los niños «no estén cargados de deberes» cuando llegan a casa.

Así lo ha explicado la vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, en la rueda de prensa tras el pleno del Consell. La norma –tramitada de urgencia desde noviembre después de que la actual quedara desfasada– pretende sentar «un avance importante para que los niños sean sujetos y no objetos», tras recoger sus aportaciones y antes de arrancar su trámite en Les Corts.

La nueva ley tiene como objetivo que «los niños sean protagonistas del presente» e ir más allá de la función protectora que las administraciones públicas y la sociedad tienen sobre la infancia, además de avanzar en la garantía e implantación de sus derechos. Se trata de la primera vez que una ley desarrolla conceptos como la promoción de derechos infantiles y su participación.

Bajo el principio de «empoderamiento» de niños y adolescentes, la normativa los reconoce por primera vez como ciudadanía activa y de pleno derecho en todos los ámbitos de esferas públicas y privadas.

Incluye así la eliminación del límite de edad para que se escuche su opinión antes de dar el consentimiento informado en los tratamientos médicos, al tiempo que dicta la obligación de los padres o tutores a escuchar sus opiniones y respetar sus convicciones en referencia a la libertad de ideología, conciencia o religión.

El objetivo no es que los niños tomen las decisiones, sino que simplemente «sean escuchados en función de su madurez», ha precisado Oltra, pues «hay chicos con 7, 8 y 9 años con suficientemente maduros para que se les pregunte ante cualquier intervención». Si bien ha recordado que «obviamente, la decisión es del padre o tutor», ha lamentado que «muchas veces anulamos su capacidad de opinar cuando te sorprende la madurez que tienen».

PROTECCIÓN DEL TIEMPO DE JUEGO
En materia de ocio, el texto establece el acceso de los niños como un derecho, para lo que recoge que durante la educación primaria se procurará que las actividades de aprendizaje puedan hacerse dentro de la jornada lectiva. De esta manera, la Generalitat trata de que el exceso de deberes no reduzca el tiempo de juego.

Oltra ha defendido al respecto que «no puede ser que un chiquillo que está de 9 a 5 en el cole se vaya a casa cargado de deberes después de una jornada de ocho horas». «Es como si un trabajador de una empresa de automóviles llega a casa y se lleva el volante para seguir repujando», ha ilustrado, y ha subrayado que los niños también están «cargados de extraescolares».

«Ya está bien; tiene que llegar a los centros educativos y a la mentalidad de los padres: jugando se crece mejor, se aprende más y se es más feliz», ha reivindicado.

DERECHO A LA IDENTIDAD Y A LA EXPRESIÓN DE GÉNERO
En la misma línea, la ley reconoce por primera vez el derecho a la identidad y a la expresión de género, y en la esfera pública garantiza que las administraciones tendrán que consultar su opinión en aspectos que les afecten, como las políticas de ocio educativo o el diseño urbano de los municipios, adaptando las consultas públicas para que puedan participar.

Entre las novedades que introduce la reforma también está la regulación de las situaciones de riesgo, medidas para dar preferencia a la acogida familiar respecto al residencial y la limitación de la posibilidad de institucionalización de los más pequeños. Establece así los derechos de las personas acogedoras y acogidas o la adopción abierta, contenidos que requieren de cambios en la legislación autonómica.

La Ley de Infancia pretende «dar un paso más» en la lucha contra la desigualdad que ya ha iniciado el Consell con otros proyectos como la renta valenciana de inclusión. En concreto, la concesión de ayudas a la infancia tendrá en cuenta la situación de la persona menor de edad a la que van dirigidas y no la de sus representantes legales, con el objetivo de que los niños no se vean excluidos porque sus familias tengan deudas o incumplimientos.

Dentro del fomento de la desinstitucionalización, el proyecto incluye novedades sobre la acción protectora sobre los chicos tutelados por la Generalitat una vez cumplen la mayoría de edad, en forma de programas para la preparación de la vida independiente, que incluyen acceso preferente a la educación postobligatoria, o en programas de inserción sociolaboral.

BUEN TRATO Y NO MALTRATO
Otra incorporación es que el foco se traslada de prevenir el maltrato a promover el buen trato y los afectos. Para ello, la ley recoge medidas trasversales como programas de orientación familiar para la corresponsabilidad, coparentalidad positiva, promoción de horarios y condiciones laborales compatibles con la crianza, además del fomento de las competencias parentales y la educación emocional en las aulas.

En el ámbito de la protección, abre la puerta a que la Generalitat se pueda personar como acusación popular en los casos de violencia contra las personas menores de edad. Además, en los casos de agresión machista o violencia familiar, el Consell impulsará que sea el agresor y no la víctima la que abandone el domicilio familiar.

En definitiva, gracias a todas las novedades que recoge, Mónica Oltra ha destacado que la Ley valenciana de Infancia y Adolescencia «afecta mucho a la vida de las personas» y es una de las normativas «de las que cambian paradigmas y la forma en la que nos relacionamos». «A veces, los padres tomamos decisiones con cariño y buena voluntad pero sin tenerlos en cuenta ni respetar su criterio», ha remachado.

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Consumo

¿Qué coste tiene celebrar una boda?

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El coste medio de celebrar una boda en la Comunitat Valenciana es de casi 40.000 euros, donde la partida más cara suele ser la recepción, el banquete y los diferentes añadidos para los invitados, según un informe de la Unión de Consumidores.

El objetivo de este informe es el de proporcionar una visión general del coste de organizar una boda, así como consejos y recomendaciones para planificar este evento dentro de un presupuesto establecido, evitando excesos económicos y que se ajuste a los servicios contratados.

Aunque se organizan bodas a lo largo de todo el año, la Unión de Consumidores ha precisado que, con el inicio de la primavera, empieza la temporada en la que se concentran más celebraciones de bodas.

Un evento que, han advertido, requiere de una planificación cuidadosa, identificación de prioridades, comparar servicios y, sobre todo, tiempo para que ese día «se ajuste a las expectativas de los protagonistas».

Además del coste medio de la celebración, también han recopilado otras partidas como el coste del novio y la novia, que asciende a 1.000 euros y 3.725 euros respectivamente.

Otros de los servicios que se contratan son los servicios de peluquería y tratamientos faciales para ambos cuyo coste asciende a 516 euros.

La partida más costosa suele ser el lugar de recepción, el banquete y los extras, que habitualmente incluyen música, animación tanto para adultos como para niños, mesa de dulces, barra libre y autobuses para el traslado.

Todos estos servicios para una boda tipo de 150 invitados pueden ascender a 18.190 euros.

También han puntualizado en su informe el coste adicional que implica los servicios de fotógrafo y vídeo.

Una pareja ojea álbumes de fotos nupciales, en un expositor de una feria destinada a las bodas. EFE/Javier Cebollada/Archivo

 

Aun así, en este apartado los precios pueden variar mucho, según el tipo de reportaje que se vaya a realizar o si se van a utilizar drones.

También hay que contar con el alquiler del coche nupcial, el coste de la floristería, detalles que se entregan a los invitados, alianzas, invitaciones, y en su caso el coste de la ceremonia. En contratar estos servicios el coste medio puede subir a 6.973 euros.

Por último, el viaje de novios a destinos como las Maldivas, Kenia, Madagascar, Polinesia, Nueva Zelanda, EEUU o Costa Rica puede oscilar entre los 7.000 y 10.000 euros en función de los días y los servicios que se incluyen en el viaje.

Vicente Inglada, secretario de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, ha recordado que este desembolso económico no tiene que suponer un sobreendeudamiento que supere las posibilidades económicas familiares.

Como recomendaciones, ha explicado que lo mejor es la planificación con antelación, priorizar los elementos más importantes, elaborar un presupuesto detallado y ceñido y guardarse toda la documentación que acredite la contratación de servicios.

Celebrar una boda en la Comunitat Valenciana cuesta unos 40.000 euros, según la Unión Consumidores

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