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Salud y Bienestar

Magnetoterapia: qué es, cómo se utiliza y para qué sirve

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Magnetoteraapia estos son sus beneficios

La magnetoterapia es una terapia alternativa no invasiva que utiliza campos magnéticos de baja frecuencia para tratar diversas afecciones del cuerpo humano. Su uso está cada vez más extendido en clínicas de fisioterapia, centros de rehabilitación y tratamientos de medicina integrativa, gracias a sus efectos positivos en la salud muscular, ósea y articular.

¿Qué es la magnetoterapia?

La magnetoterapia es un tratamiento basado en la aplicación de campos magnéticos pulsados sobre el cuerpo. Estos campos actúan a nivel celular, favoreciendo procesos como la regeneración de tejidos, la circulación sanguínea y la reducción de la inflamación. Está indicada tanto para tratar lesiones agudas como enfermedades crónicas.

¿Cómo se utiliza la magnetoterapia?

El tratamiento se realiza con dispositivos especializados que emiten campos magnéticos controlados. Hay dos formas comunes de aplicación:

  • Magnetoterapia de alta frecuencia (PMF): Ideal para tratar lesiones profundas como fracturas óseas o problemas articulares.

  • Magnetoterapia de baja frecuencia: Utilizada para dolencias más superficiales, como contracturas musculares o edemas.

Las sesiones suelen durar entre 20 y 40 minutos, y pueden repetirse varias veces por semana según la recomendación médica.

¿Para qué sirve la magnetoterapia?

Los beneficios de la magnetoterapia están respaldados por numerosos estudios clínicos. Algunos de los usos más comunes incluyen:

  • Alivio del dolor crónico, como artritis, artrosis o lumbalgia.

  • Aceleración de la curación de fracturas óseas.

  • Reducción de inflamaciones y edemas.

  • Mejora de la circulación sanguínea.

  • Regeneración de tejidos musculares y nerviosos.

  • Tratamiento complementario en osteoporosis.

¿Tiene contraindicaciones?

Aunque es un tratamiento seguro y no invasivo, la magnetoterapia no está recomendada para personas con marcapasos, mujeres embarazadas o pacientes con enfermedades oncológicas activas, salvo indicación médica.


Conclusión:
La magnetoterapia es una técnica eficaz para mejorar la calidad de vida de personas con dolencias musculares, óseas y articulares. Si buscas una alternativa natural para aliviar el dolor y acelerar tu recuperación, la magnetoterapia puede ser una excelente opción bajo supervisión profesional.

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Alimentos que no debes mezclar con antibióticos

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Alimentos que no debes mezclar con antibióticos
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Hay alimentos que no debes mezclar con antibióticos tal y como informa el portal web Noticias24.com. Resulta que varias frutas, verduras, refrigerios y bebidas de consumo frecuente pueden afectar la forma en que el organismo absorbe o metaboliza los medicamentos.

1. Analgésicos y gaseosas

Para inflamaciones, dolores musculares y de cabeza, medicamentos como el ibuprofeno no deben mezclarse con bebidas gaseosas. El ácido carbónico y el ácido de las gaseosas aumentan la absorción y la concentración del medicamento en la sangre, por lo que no se puede controlar la dosis y puede intoxicar y afectar a los riñones.

Alimentos que no debes mezclar con antibióticos:

2. Antibióticos y lácteos

Los medicamentos para combatir infecciones, como la ciprofloxacina, penicilina, entre otros, jamás deben mezclarse con lácteos, pues su eficiencia disminuye.

3. Cítricos y medicamentos para reducir el colesterol malo

La mezcla puede provocar algo similar a la sobredosis. La atorvastatina, fluvastatina, lovastatina, simvastatina, rosuvastatina y pravastatina son medicamentos que se recetan para la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

4. Anticoagulantes y espinacas

Recetada para curar y prevenir la trombosis, la warfarina no puede mezclarse con los alimentos ricos en vitamina K como las espinacas, col, arándanos, ajo o brócoli, entre otros. Al ser anticoagulantes, aumentan el efecto de la warfarina y provocan sangrado.

5. Bebidas con cafeína y broncodilatadores (salbutamol)

Medicamentos como la teofilina o el salbutamol son recetados para el asma, bronquitis u otras enfermedades respiratorias. Provocan un efecto estimulante en el sistema nervioso, por lo que hay que evitar consumir cafeína, sobre todo porque la teofilina aumenta su toxicidad cuando es mezclada con cafeína.

6. Antiarrítmicos, regaliz y alimentos con fibra

La digoxina es un medicamento indicado para curar y prevenir la insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, al comer un alimento con gran nivel en ácido glicirrícico, se generan latidos irregulares o hasta un paro cardíaco. Este ácido está presente en el regaliz, que se encuentra en dulces y pasteles e, incluso, en la cerveza. Por otro lado, otros alimentos que contienen fibra dietética disminuyen la eficiencia de este medicamento, por lo que debes consumirlo al menos dos horas antes de comer fibra.

7. Alimentos ricos en potasio y medicamentos para la presión arterial

El captopril, enalapril y ramipil están recetaods para enfermedades de los riñones y el corazón. Es vital no consumir alimentos ricos en potasio como plátano, patata, soja o espinacas, que aumentan la cantidad de potasio en sangre. Es preciso evitar la sobredosis de este componente ya que podría provocar falta de aliento o latidos cardíacos irregulares.

8. Hormonas tiroideas y soja

Medicamentos como la levotiroxina y sus análogos (eutirox, bagotirox, L-tiroxina) no pueden mezclarse con soja, nueces o fibra, pues estos bloquean la absorción del medicamento.

9. Antidepresivos y carne

Los medicamentos del grupo de los inhibidores de la MAO (tranilcipromina, fenelzina, nialamida) no pueden mezclarse con carnes, pescados, quesos o embutidos secos, pues estos medicamentos al entrar en contacto con la tiramina pueden aumentar críticamente la presión.

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