Síguenos

Salud y Bienestar

‘Marchando con mi pediatra’, una consulta pionera en España contra la obesidad infantil

Publicado

en

Antes de que llegue el verano finaliza el programa ‘Marchando con mi pediatra’, una novedosa consulta médica desarrollada por los facultativos infantiles de la Unidad contra la Obesidad Infalntil, del Hospital General de València. La iniciativa consiste en reunir una vez a la semana a dos pediatras del Programa de Atención Integral contra la Obesidad (Paido) y dos monitores del Ayuntamiento de València, con niños que padecen obesidad infantil y sus familias, para practicar marcha rápida en el cauce del Turia.

Todos los jueves, durante 45 minutos, estos niños y niñas con sobrepeso realizan actividad física monitorizada junto a sus padres. Este pionero modelo, que también cuenta con la colaboración de la concejalía de Sanidad, Salud y Deporte del consistorio valenciano, pretende aumentar la motivación de sus pacientes e involucrar a su entorno para que el tratamiento sea más efectivo.

Las marchas se han inspirado en el proyecto ‘Walk with a Doc’ (caminando con tu médico o médica), que cuenta con gran difusión en EEUU. Pero además, la versión valenciana de esta novedosa forma de realizar las consultas, es la primera de estas características en España, y una de las pocas en todo el mundo que cuenta con la participación de menores de edad y sus familias.

El 11% de los menores valencianos padece obesidad

Según datos de la conselleria de Sanitat, el 18,11% de los niños y adolescentes de la Comunidad Valenciana padece sobrepeso, y el 11% sufre obesidad. Las cifras, aunque inferiores a la media nacional, preocupan a los pediatras porque se trata de una de las enfermedades que con mayor frecuencia acaba siendo crónica.

«Los niños obesos tienen más posibilidades de seguir siéndolo en la etapa adulta y de desarrollar hipertensión o colesterol alto. Por ello, los que padecen sobrepeso vivirán peor, y probablemente menos que los que no sufren obesidad», afirma el pediatra Julio Álvarez Pitti, miembro de la Unidad contra la Obesidad y el Riesgo Cardiovascular. Por ello, los pediatras quieren dar un paso más en la lucha contra esta enfermedad, y lo hacen literalmente junto a sus pacientes.

Un total de 50 niños y sus familias vienen participando en la actividad desde el mes de febrero. Primero dan un mensaje sobre hábitos saludables, calientan y después practican esta actividad durante 45 minutos.

El proyecto pretende mejorar la eficacia del tratamiento concienciando a los niños y a sus familias sobre la importancia fundamental que tiene la práctica del ejercicio físico en la lucha contra la obesidad. Además, los pediatras involucran al entorno del paciente, inculcan a toda la familia hábitos saludables de vida, y demuestran a los niños y niñas con sobrepeso que son tan capaces de realizar deporte como el resto de sus amigos. «Cuanto antes se instauren estos hábitos en la vida familiar, antes se tratan y se reducen las consecuencias», recuerda Pitti, que además señala la importancia que tiene la educación sobre salud desde la infancia.

Levantarse del sofá para hacer ejercicio

Los responsables del programa están convencidos de los buenos resultados, y los padres y madres de los pacientes, coinciden con los facultativos. «Los niños que participan en esta iniciativa tienen un apoyo extra al resto del tratamiento ya que tienen un contacto directo con su pediatra y la actividad física que realizan está monitorizada», explica Pitti.

Por su parte, Nicolás Cabo, padre de uno de los niños inscritos en ‘Marchando con mi pediatra’, asegura que su hijo «se ha levantado del sofá para pedir venir a esta actividad cada semana». Según Cabo, «toda la familia ha tomado conciencia de que teníamos que cambiar algunos aspectos». Su hijo ha perdido siete kilos en unos meses, «y no lo ha conseguido por dejar de comer, sino por comer mejor y por la motivación que le da esta actividad física».

Y es que la motivación es uno de los elementos clave para iniciar cualquier tratamiento médico. Por ello, la implicación de la familia y del pediatra en el propio tratamiento es de vital importancia.

De momento, las marchas seguirán realizándose hasta el próximo 15 de junio, pero tanto el Hospital General de València como la concejalía de Sanidad, Salud y Deporte, han mostrado su voluntad de extender la iniciativa en el futuro. «Ha sido un año maravilloso, que ha supuesto un antes y un después en la forma de realizar los tratamientos», asegura el pediatra Julio Álvarez Pitti.

banner ivi

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

¿Por qué dormimos peor en Navidad?

Publicado

en

Por qué dormimos peor en Navidad
PEXELS

La Navidad es una época llena de celebraciones, reencuentros familiares y abundantes cenas, pero también puede ser un período en el que muchas personas experimentan trastornos del sueño. A pesar de que las fiestas deberían ser sinónimo de relajación y descanso, la realidad es que el estrés, las alteraciones en la rutina y otros factores propios de la temporada pueden dificultar un sueño reparador. A continuación, exploramos las razones por las que durante la Navidad muchas personas duermen peor y cómo podemos intentar mejorar la calidad del sueño en estas fechas tan ajetreadas.

1. Alteración de las rutinas

Durante las festividades, las rutinas diarias suelen verse interrumpidas. Las cenas, las reuniones familiares y los compromisos sociales pueden hacer que nos acostemos más tarde de lo habitual, lo que afecta negativamente nuestro reloj biológico. El cuerpo humano tiene un ciclo natural de sueño y vigilia que puede desajustarse fácilmente cuando cambiamos nuestros horarios de descanso. Al no seguir un horario regular de sueño, es más probable que nos sintamos cansados o que tengamos dificultades para dormir.

2. Estrés y preocupaciones navideñas

Aunque la Navidad es sinónimo de alegría para muchos, también puede generar estrés. Las compras de último minuto, las celebraciones familiares, la planificación de viajes y la presión por cumplir con todas las expectativas sociales pueden causar ansiedad. Esta tensión emocional puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que afecta la capacidad del cuerpo para relajarse y conciliar el sueño. Las preocupaciones sobre los regalos, las cenas o incluso los compromisos laborales pueden mantener nuestra mente activa durante la noche, dificultando el descanso.

3. Comidas copiosas y alcohol

Las cenas y comidas abundantes son parte esencial de las celebraciones navideñas, pero la cantidad y el tipo de alimentos consumidos pueden influir negativamente en la calidad del sueño. El consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares puede aumentar la actividad digestiva durante la noche, provocando molestias estomacales y dificultando que el cuerpo entre en un estado de relajación necesario para dormir. Además, el alcohol, aunque inicialmente pueda inducir somnolencia, interrumpe los ciclos de sueño y reduce la calidad del descanso, lo que puede provocar despertares frecuentes a lo largo de la noche.

4. Falta de ejercicio físico

Durante las fiestas navideñas, muchas personas disminuyen su nivel de actividad física debido a las vacaciones o a las celebraciones. El ejercicio regular es esencial para un sueño saludable, ya que favorece la relajación del cuerpo y la liberación de endorfinas. Sin embargo, en Navidad, el sedentarismo aumenta debido a la cantidad de tiempo que pasamos en reuniones o en actividades que no requieren esfuerzo físico. Esto puede dificultar la conciliación del sueño, ya que el cuerpo no está lo suficientemente cansado para descansar de manera profunda.

5. Cambios en el ambiente de sueño

Las visitas a familiares o la llegada de familiares a nuestra casa también pueden alterar nuestro entorno de descanso. Dormir en un lugar diferente al habitual o compartir espacio con otras personas puede generar incomodidad y dificultar el sueño. Además, la decoración navideña, con luces brillantes y colores llamativos, puede interferir con el ambiente relajante necesario para dormir bien. Las luces intensas, como las de los árboles de Navidad o las decoraciones externas, pueden alterar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

6. Sobrecarga de estímulos sensoriales

La Navidad es una época cargada de estímulos visuales, auditivos y emocionales. Las luces brillantes, la música festiva y el bullicio de las reuniones familiares pueden mantenernos en un estado de alerta constante. Este exceso de estímulos puede dificultar que nuestra mente se relaje antes de acostarnos, retrasando la conciliación del sueño. Además, el ruido generado por las celebraciones o los fuegos artificiales puede interferir en un descanso tranquilo y reparador.

7. Cambios en la exposición a la luz natural

En invierno, los días son más cortos y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede alterar la producción de melatonina y afectar nuestro ritmo circadiano. Este desajuste de la luz natural y artificial, sumado a los cambios en los horarios durante las festividades, puede dificultar la sincronización de nuestro reloj biológico y empeorar la calidad del sueño. El aumento del uso de pantallas electrónicas (como smartphones, tabletas y televisores) por la noche también puede inhibir la producción de melatonina debido a la luz azul emitida por estos dispositivos.

¿Cómo mejorar el sueño en Navidad?

A pesar de que la Navidad puede traer consigo una serie de factores que afectan el sueño, hay varias estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso durante estas fechas:

  • Mantener una rutina de sueño regular: Intenta mantener los horarios de acostarte y levantarte lo más consistentes posible, incluso durante las vacaciones.
  • Evitar comidas copiosas y alcohol antes de acostarse: Trata de cenar de forma ligera y no consumir alcohol en exceso en las horas previas al sueño.
  • Realizar actividad física: Aun durante las vacaciones, intenta incorporar ejercicio físico moderado durante el día para ayudar a tu cuerpo a relajarse por la noche.
  • Crear un ambiente relajante: Asegúrate de que tu espacio de descanso sea cómodo, oscuro y silencioso. Si es necesario, usa tapones para los oídos o una máscara para los ojos.
  • Limitar los estímulos antes de acostarse: Reduce el uso de dispositivos electrónicos y baja la intensidad de las luces al menos una hora antes de dormir.
  • Practicar técnicas de relajación: La meditación, la lectura o tomar un baño caliente pueden ayudarte a calmar tu mente y preparar tu cuerpo para el sueño.

Conclusión

La Navidad puede ser una época de mucha diversión y alegría, pero también puede alterar nuestros hábitos de sueño debido al estrés, la interrupción de las rutinas, la comida y la bebida en exceso, y la sobrecarga de estímulos. Para disfrutar de unas fiestas más relajadas y descansar mejor, es fundamental prestar atención a las necesidades de nuestro cuerpo y adoptar hábitos saludables que nos ayuden a mantener la calidad del sueño.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo