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Valencia

Dos años de cárcel para el expropietario de Marina d’Or por homicidio imprudente en el ahogamiento de una menor

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Marina d'Or por homicidio imprudente
Marina D'Or, en Castellón, en una imagen de archivo. EFE/Pedro ARMESTRE
Castelló, 27 ene (EFE).- El Juzgado de lo Penal número 3 de Castellón ha condenado al ex director general de Marina D’Or en 2015, Jesús Ger, y a otros cinco empleados del complejo hotelero a 2 años de prisión por un delito de homicidio imprudente por la muerte de una menor de 16 años en 2015 cuyo brazo quedó atrapado en un tubo de succión de la piscina del balneario y falleció ahogada.

En la misma resolución, la juez absuelve a dos empleados, un responsable de limpieza y el coordinador de los socorristas a los que también se acusaba del mismo delito.

La menor, de 16 años, falleció el 4 de abril de 2015 sobre las 20.25 horas «a consecuencia de haber quedado atrapado su brazo derecho en un orificio de succión existente en la pared izquierda del vaso principal del complejo Marina D,Or, situado a una altura de unos 30 cm del suelo».

La pequeña caminaba junto a sus hermanos por el interior del vaso de la piscina, en una zona de libre acceso a cualquier usuario, y «se sumergió por debajo de la lámina de agua, quedando su brazo atrapado en una boca con 9 centímetros de diámetro que estaba desprotegida».

Ese orificio de succión «no disponía de rejilla que impidiera el atrapamiento». Los hermanos de la menor intentaron tirar de ella pero no pudieron por lo que pidieron ayuda a los socorristas. Cuatro personas intentaron ayudarla pero no lo consiguieron, por lo que la menor falleció por «anoxial tisular».

La pequeña solo pudo ser rescatada cuando se desconectaron los motores de la bomba, cuyo tubo de succión «debía estar protegido por una rejilla, fijada adecuadamente en la pared».

La sentencia explica que cada año se realizaba una parada técnica en la que todos los jefes de las diferentes secciones estaban presentes para reparar cualquier anomalía o desperfecto y en la de 2015 se constataron anomalías en diferentes rejillas y se repararon aunque «pese a ello, sorprende, la permanencia de ciertas irregularidades» en ellas.

Añade que los socorristas «trataron por todos los medios sacar el brazo de la menor del orificio de succión en el que se había producido el vacío, incluso ayudados por terceras personas, hecho que resultó imposible hasta la parada del motor de las bombas de succión».

La jueza explica que el orificio en el que quedó atrapada la menor «debía estar protegido» y, «de haberse realizado un adecuado mantenimiento, se habría detectado la inexistencia de la rejilla y el resultado no se habría producido».

Cuando se produjo el siniestro «no existía rejilla de protección»; no existía plan de mantenimiento preventivo de las rejillas ni control rutinario de las mismas; y el riesgo de atrapamiento era «cierto», subraya la sentencia.

La responsabilidad de Ger en este caso, radica en «no haber llevado un adecuado control de las acciones encomendadas a sus empleados».

Además, se indica que en el momento del accidente no existía ningún Plan de Seguridad de la piscina del Balneario de Agua Marina que contemplara el riesgo de ahogamiento de los usuarios de la piscina.

Por todo ello se condena a Jesús Ger, al entonces encargado de Recursos Humanos, al responsable de Fontanería y al responsable del departamento de Ingeniería a dos años de prisión, y a los técnicos del balneario -encargados de velar por el cumplimiento de la seguridad- a un año y seis meses de prisión.

Además, deberán indemnizar a 180.000 euros a la familia de la víctima de manera conjunta y solidaria.

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Valencia

“La última vez que hablé con él, el agua le llegaba a las rodillas”

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“La última vez que hablé con él el agua le llegaba a las rodillas”: la estremecedora conversación de la hija de un usuario de teleasistencia durante la DANA en Valencia

La investigación judicial sobre la gestión de la devastadora DANA que golpeó la provincia de Valencia y dejó 229 víctimas mortales continúa aportando testimonios que reflejan la magnitud de la tragedia. La jueza que instruye el caso en Catarroja (Valencia) ha incorporado recientemente una nueva transcripción de llamadas registradas en el servicio de teleasistencia, un documento que vuelve a poner el foco en la desesperación vivida durante aquellas horas críticas.

Entre estas conversaciones destaca la mantenida por la hija de un hombre de movilidad reducida, usuario del sistema de teleasistencia, que quedó atrapado en su casa mientras el nivel del agua subía peligrosamente. Su relato es sobrecogedor.


Un anciano atrapado y una llamada que hiela la sangre

Según la transcripción, el propio usuario avisó primero al servicio de que el agua ya había entrado en su vivienda:

“Tengo medio metro de agua en casa”, comunicó.
La operadora le pidió que tratara de refugiarse en un lugar elevado mientras intentaba contactar con su hija.

Poco después, la operadora volvió a hablar con él para informarle de que su familiar estaba intentando llegar para rescatarlo. Sin embargo, la situación empeoraba a cada minuto.


La angustia de una hija que no puede llegar

La llamada entre la hija y la operadora refleja la impotencia de quienes trataban de llegar a sus seres queridos mientras las carreteras quedaban inutilizadas:

  • “Mi padre es de movilidad reducida, estamos atrapados en la carretera… No podemos acceder porque el agua… nos vamos a cubrir nosotros también.”

  • “Él está solo en la casa… la última vez que pude hablar con él dice que el agua le llegaba a las rodillas.”

La operadora, visiblemente desbordada por la situación, trata de tranquilizarla mientras reconoce la saturación del servicio:

“El 112 no coge el teléfono… Está toda Valencia igual.”

La comunicación se corta con la incertidumbre de no saber si el hombre continuaba a salvo.


 La jueza pide explicaciones: ¿hubo avisos previos?

La magistrada Nuria Ruiz Tobarra ha solicitado a la Conselleria de Emergencias que, en un plazo máximo de tres días, informe si los centros de intermediación del servicio de teleasistencia recibieron alguna orden oficial los días 28 y 29 de octubre de 2024 para alertar a los usuarios —directamente o a través de sus familiares— del riesgo extremo asociado a la DANA.

Esta diligencia apunta a determinar si existieron fallos en los protocolos de aviso y prevención, una de las cuestiones clave en la investigación sobre la catástrofe.


Una tragedia que dejó huella en toda Valencia

La DANA del 29 de octubre de 2024 arrasó amplias zonas de la provincia, destruyó viviendas, aisló núcleos completos y provocó una emergencia sin precedentes. Los testimonios recopilados en la causa reflejan la falta de medios, la saturación de los servicios de emergencia y la angustia vivida en miles de hogares.


Conclusión

La estremecedora conversación entre esta hija y el servicio de teleasistencia se ha convertido en una pieza clave dentro de la investigación judicial. Más allá de los datos, muestra el lado más humano de una tragedia que dejó a cientos de familias a merced del agua y la incertidumbre.

La justicia busca ahora determinar si se actuó con la diligencia necesaria y si se pudieron evitar algunas de las consecuencias más fatales de una DANA que marcó un antes y un después en la Comunidad Valenciana.

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