Síguenos

Rosarosae

Mario Vaquerizo: «El dolor te palia mucho y hace que cambies tu forma de ser»

Publicado

en

MADRID, 24 Ene. (CHANCE) – Mario Vaquerizo ha retomado su agenda de actos en Fitur. El integrante de Nancys Rubias ha querido prestar su imagen a la provincia de Almería en esta Feria del Turismo donde ha hablado claro de lo mal lo que ha pasado esta Navidad: «Estoy bien, si no fuera por los nervios, mira que me han pedido tranquilidad. A ver, también quiero tranquilizaros a vosotros. Yo creo que las playas de Almería me han dado mucha paz. El estar aquí con vosotros también me va a dar mucha paz. No me pasa absolutamente nada grave, si es cierto que por primera vez he asistido a una crisis de dolor muy agudo por la que yo no había pasado».

Y es que Mario asegura que nunca se había enfrentado a algo parecido: «Cuando se trata de una persona, como es mi caso, una persona muy vital, muy alegre, pues el dolor te palia mucho y te hace que cambies tu forma de ser, que es lo que me ha pasado a mi. Yo tengo unas hernias, estas no me están afectando a la médula, que sería doloroso, pero sí que es cierto que una de ellas me ha afectado al nervio y me ha movilizado un poquito el brazo izquierdo, que además soy zurdo, entonces estoy como las locas sin poder moverme, y más como yo, que estoy como Chiquito, pero más todavía».

MARIO VAQUERIZO: «EL MEDICAMENTO YA LO HE DEJADO PORQUE ME APETECÍA ESTAR MEDICADO TODO EL RATO»
Además, ha querido tranquilizar a todos sus fans: «Es un episodio que va a ser así, que sí es cierto que existe un cierto indicio de artrosis degenerativa, pero con ejercicio sobre todo, está muy bien. Yo estoy acostumbrado también a hacer un tipo de deporte más agresivo, de correr mucho, muy aeróbico, y ahora de momento los médicos me han recomendado que no lo haga. El medicamento ya lo he dejado porque me apetecía estar medicado todo el rato, pero también es cierto que los antiinflamatorios y los relajantes musculares son necesarios en estos episodios de dolor tan agudo, pero ya está, aquí estoy, si a mí lo que me gusta es estar trabajar, reírme, y lo que me gusta es estar saltando, lo que pasa que bueno, por circunstancias de la vida ahora no puedo, pero vamos, que hay huracán Vaquerizo y para rato».

Con ganas de retomar su vida normal, Mario explicaba que esta dolencia no ha podido con él: «Yo estoy bien, y yo como me digo, soy una mariquita inquieta y conmigo no puede nadie y además, yo mismo lucho contra ese malestar, lo que pasa es que a veces hay que hacerle caso al cuerpo y ponerte en mano de los mejores profesionales y hacerles caso. Lo que ocurre es que bueno, sí es cierto que te replanteas muchas cosas también cuando pasas episodios de este tipo porque el dolor permanente, el dolor continuo, mina mucho a las personas. Te mina tu energía, te cambia el carácter, hace que no seas tú. Te vuelves un ser un poquito extraño. Yo me veía a mi mismo extraño. Han sido 25 días y me ha jodido mucho no poder pasar las Navidades en condiciones con mis familiares y mis amigos, pero el cuerpo es lo que mandaba. Afortunadamente ya estoy bien, poquito a poco, por eso estoy aquí, que sino, no podría estar, y quiero estar al 100%, poquito a poco, que tengo ganas de volver al gimnasio y volver a correr en mi cinta».

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Rosarosae

8 años sin Chiquito, el creador del idioma ‘Grijarder’

Publicado

en

VÍDEO | Chiquito de la Calzada, homenajeado con un semáforo que repite sus frases
Chiquito de la Calzada

Como cada año por estas fechas, los medios de comunicación sacaremos las «listas del año»: que si las mejores películas, las canciones más escuchadas en la plataforma de moda. Incluso hay recuento de las palabras más utilizadas en cada país.

Precisamente, por estas fechas, un día como hoy de hace ocho años fallecía un humorista capaz de revolucionar por completo el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.

Necesitábamos revolucionar nuestro lenguaje, sin necesidad de que lo hicieran desde fuera con nuevos vocablos. Y de eso se encargó, por la gloria de mi madre, Chiquito de la Calzada.

El humorista, cantaor y actor cómico revolucionó nuestra lengua. Todo el mundo niños, mayores, ancianos; ricos y pobres; perros y gatos. Nadie podía evitar contagiarse de esos vocablos que nos traía ese hombre y su nueva lengua, el grijander. Porque si esta persona fue capaz por aquel entonces de batir con más de cuatro millones de espectadores de audiencia un partido de Champions del todopoderoso Real Madrid, seguro que es capaz de terminar con la lengua de Shakespeare en un abrir y cerrar de ojos.

Así creo que sería justo que Chiquito de la Calzada tuviera una silla en la Real Academia Española (RAE) para darle aires nuevos a nuestra lengua y dejar de tomar palabras de otras.

¿Para qué queremos el spanglish? Ya puestos a inventar e incluir palabras nuevas prefiero que por lo menos sean graciosas.

Aquí van los motivos que refrendan el movimiento #chiquitoalarae

Palabra de Chiquito (de la Calzada)

Te das cuen; Quietorr; por la gloria de mi madre; al ataquerr; cobarde; pecador de la pradera; Bambino; jaaarl; era el año 4; ese caballo que viene de Bonansa; mamarl; no puedorl; asexuar; no te digo trigo por no llamarte Rodrigo; apitican de morenau; no puede sé; torpedor; y un largo, largo etcétera.

Que levante la mano aquel que no haya dicho ninguna palabra salida de esa brillante y lúcida mente.

Mi duda es, si la gente hizo suyo ese lenguaje, ¿por qué ninguno de esos términos está en el diccionario?

El idioma Grijander o chiquitistaní

En un país como España en el que todo el mundo tiene nivel medio de inglés aunque luego no sepa ni preguntar la hora, el grijander sería el segundo idioma que tanto nos exigen. Porque Chiquito tiene un método mucho mejor que Vaughan.

Ya imagino esos diccionarios de Español-Grijander/ Grijander-Español.

¿Podría ser el grijander ese idioma esperanto con el que todo el mundo pudiera entenderse con un simple “¡Jaaarl!”?

Su conjugación y formación de palabras es muy sencilla: simplemente basta con añadir las terminaciones “rr” (¿cómorr?), “rl” (fuegorl),… y otras muchas que el espíritu chiquitistaní nos sugiera.

Con el idioma Grijander no existirían las discusiones de si hay que llevar una canción a eurovisión en español o en inglés. Imaginad una versión del “La, la, la” de Massiel. No sería difícil: “Jarl, jarl, jarl”. ¡Nos votarían hasta los países del este! (Que tomen nota los del BenidormFest)

El doctor Grijander

Si hay un médico famoso en nuestro país, ese es el doctor Grijander.

Pupitas en el fistro de abajo; revisiones del diodeno; amatomas sexuales;… no había especialidad que se le resistiera.

Por muy asustado que estuviera el paciente, el doctor Grijander siempre sabía cómo tranquilizarlo con su “¡reláaajese usted!” o el “¡Ten cuidadín no te hagas pupita en el fistro duodenaaal!”

Insultar con gracia

Chiquito te ofrecía la posibilidad de decirle a tu jefe en toda su cara “Me cago en tus muelars… Eres un fistro-pecador-cobarde” Y no solo no te despedía, sino que te subían el sueldo y te ascendían a director.

Fácil de aprender (no requiere de un nivel alto de estudios)

Por aquel entonces sin internet, wikipedias, ni redes sociales, todos sabíamos de memoria sus consignas ya fueras muy listo o no tan listo. Tal vez no recordáramos ya los afluentes del Tajo pero sí que el sastre de Tarzán trabajaba poco; que había un hombre que había nacido después de los dolores; que había gente que en vez del graduado tenía una etiqueta de anís del mono o que se podía freír un huevo con saliva.

Gromenauer, Peich,… números y letras fáciles de recordar. ¿Para cuándo unos Cuadernos Rubio?

Sensualidad y sexualidad

Las novelas eróticas que están tan de moda en la actualidad no serían los mismo si se escribiera en el idioma de Chiquito (serían mejores):

“El señor Grey la recibirá ahora para borrarle el cerito mientras hacen guarreridas españolas con el fistro sexual. Después irán en helicopteror hasta su habitación roja donde allí le hará la caidita de Roma varias veces hasta que grite: ¡Por la gloriaa de mi madrer!”.

¿Y los anuncios de colonias? También cambiarían ligeramente. La imagen en blanco y negro de ese hombre perfectamente esculpido en busca de su camisa en un interminable vestidor mientras camina dando pequeños saltitos con la mano en sus lumbares. Una vez vestido, mirada a cámara frunciendo el ceño en plan malote y grito: ¡¡¡Al ataaqueeerrr!!!

¿Os imagináis a Kate Moss en un anuncio de “A-canemor”, la fragancia para ella”?

El movimiento chiquito

No me refiero a ningún partido, moda o grupo social.  Me refiero a esos pequeños saltitos que hacía el señor Chiquito para caminar con la mano colocada en las lumbares como si tuviera un terrible dolor. Esa perfecta coreografía no era algo banal ni superfluo, era una forma de ser. Una forma de vida. One lifestyle que dirían otros.

Si el siglo XXI nos ha traído a los metrosexuales y a los hipster, los últimos años del siglo pasado nos dejó el chiquitismo como forma de ver las cosas y afrontar el día a día. ¿Por qué no recuperarlo ahora?

Si el chiquitismo hubiera surgido hoy en día en pleno auge de las redes sociales y sus vídeos virales, estoy seguro que hasta el mismísimo Obama habría aparecido en la portada de la revista Time con el titular: “I can´t, can´t”.

Incluso las crisis económicas se podrían afrontar de una manera bien distinta.

–Periodistas: ¿Cómo esta el asunto?

–Político: La cosa está muy malitaaaar.

–Periodistas: ¿Sabría decirnos cuándo saldremos de la crisis?

–Político: No puedorr, no puedorr… ¡jaaaarl!

Y la sociedad ante eso habría reaccionado de otra manera seguro: “nos hemos quedado sin trabajo pero ¡nos hemos reído!”, comentarían por las calles los ciudadanos entre lágrimas de alegría.

Expresiones llenas de sabiduría popular

Tengo más nervios que un filete de cinco pesetas; Trabajas menos que el sobaco de un churrero; Te mueves más que los precios;…

Son solo unos pocos ejemplos de las cientos y cientos de expresiones que a mediados de los 90 invadieron nuestras conversaciones. Contar la comparación más ocurrente se convirtió en deporte nacional, creciendo de paso el ingenio lingüístico de los españoles.

Por eso, desde aquí pido (exigir me parece demasiado) una silla en la RAE para don Chiquito de la Calzada, con el fin de salvar nuestra lengua de la invasión anglosajona.

Él que tanto hizo revolucionando nuestro lenguaje merece un asiento o incluso un tresillo. El de la letra Peich.

¡Hasta luego… Lucas!                                          

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

                                               

Continuar leyendo