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Salud y Bienestar

Migraña o problemas de estómago: Los excesos navideños que afectan a la enzima DAO

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enzima dao alimentos

La Sociedad Internacional del Déficit de DAO recomienda moderar el consumo de alimentos especialmente ricos en histamina como los embutidos, ahumados, mariscos y postres típicos de estas fiestas, e incluso suplementar el menú con enzima DAO para favorecer la metabolización de la histamina.

Las fiestas navideñas suponen, para muchos, una alteración de los hábitos de consumo, especialmente alimenticios, debido a las comidas copiosas y al aumento del consumo de alcohol. Estos excesos pueden llegar a mermar la salud, ya que provocan, en muchos casos, digestiones pesadas, flatulencias, sensación de hinchazón, dolores de cabeza e incluso migraña.

Según la Sociedad Internacional del déficit de DAO, todos estos síntomas tienen una explicación científica: la acumulación de histamina, una molécula presente en la mayoría de alimentos, y en especial los alimentos ‘navideños’. En circunstancias normales y en personas sanas, el organismo produce una proteína o cadena de aminoácidos conocida como enzima DiaminoOxidasa o DAO, que se encarga de metabolizar la histamina en el intestino para que pueda ser eliminada a través de la orina. Pero con los excesos alimenticios de la Navidad, la actividad funcional de esta enzima puede quedar inhibida o bloqueada, provocando trastornos gastrointestinales y otras molestias.

Estos síntomas se agudizan en el caso de las personas que tienen déficit en la actividad de la enzima DAO. El déficit de DAO es una alteración en el metabolismo que se presenta cuando, por algún motivo, existe una desproporción entre la histamina ingerida en la dieta y la capacidad de degradarla intestinalmente, lo que provoca que la histamina ingerida se acumule en la sangre y desencadene múltiples efectos no deseados.

Según conclusiones de la Sociedad Internacional del Déficit de DAO, una de cada cuatro personas tiene un déficit en la actividad de esta enzima, siendo más frecuente en mujeres que en hombres por cuanto la mujer tiene genéticamente menor actividad DAO. Los síntomas más frecuentes derivados del déficit de DAO son trastornos gastrointestinales y migraña, teniendo relación directa con los dolores musculares, la piel atópica, la fatiga, la alternación del sueño o incluso los acúfenos, síntomas que claramente se agudizan en Navidad.

Si bien la histamina está presente en todos los alimentos, en mayor o menor medida, son algunos de los alimentos que se consumen típicamente en Navidad los que presentan mayor concentración de histamina, como los canapés, embutidos, ahumados, marisco, salsas como la bechamel, quesos y dulces típicos de estas fiestas. El cava, y las bebidas alcohólicas en general, tienen un doble efecto pues además de presentar un elevado contenido de histamina, el alcohol inhibe o bloquea la actividad de la enzima DAO.

La Sociedad Internacional de Déficit de DAO recomienda consumir estos alimentos con moderación, reducir o evitar el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente espumosas y, si hace falta, suplementar el menú con enzima DAO para favorecer la metabolización de la histamina ingerida y su eliminación sin sufrir las consecuencias. Ante la dificultad de seguir una dieta baja en histamina durante la Navidad, los expertos proponen ciertas pautas para evitar una acumulación excesiva de histamina que podría tener efectos nocivos para la salud.

Alimentos que conviene evitar

Alimentos procesados como los embutidos, leche y derivados lácteos (quesos, nata, salsas tipo bechamel, tártara…), alimentos precocinados y vegetales fermentados (como el tofu, salsa de soja, chucrut…).

Bebidas alcohólicas, pues el alcohol inhibe la actividad de la DAO, además de ser altamente histamínicas. Especialmente las espumosas como el cava o champagne

Alimentos que conviene reducir

Alimentos liberadores de histamina endógena como el marisco (mejillones, gambas…), los turrones (por su contenido en chocolate, leche y frutos secos), pasteles (por la clara de huevo, especies como la canela o la crema y las frutas del roscón de Reyes).

Alimentos en conserva como las anchoas o el atún en lata.

 

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¿Por qué dormimos peor en Navidad?

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Por qué dormimos peor en Navidad
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La Navidad es una época llena de celebraciones, reencuentros familiares y abundantes cenas, pero también puede ser un período en el que muchas personas experimentan trastornos del sueño. A pesar de que las fiestas deberían ser sinónimo de relajación y descanso, la realidad es que el estrés, las alteraciones en la rutina y otros factores propios de la temporada pueden dificultar un sueño reparador. A continuación, exploramos las razones por las que durante la Navidad muchas personas duermen peor y cómo podemos intentar mejorar la calidad del sueño en estas fechas tan ajetreadas.

1. Alteración de las rutinas

Durante las festividades, las rutinas diarias suelen verse interrumpidas. Las cenas, las reuniones familiares y los compromisos sociales pueden hacer que nos acostemos más tarde de lo habitual, lo que afecta negativamente nuestro reloj biológico. El cuerpo humano tiene un ciclo natural de sueño y vigilia que puede desajustarse fácilmente cuando cambiamos nuestros horarios de descanso. Al no seguir un horario regular de sueño, es más probable que nos sintamos cansados o que tengamos dificultades para dormir.

2. Estrés y preocupaciones navideñas

Aunque la Navidad es sinónimo de alegría para muchos, también puede generar estrés. Las compras de último minuto, las celebraciones familiares, la planificación de viajes y la presión por cumplir con todas las expectativas sociales pueden causar ansiedad. Esta tensión emocional puede aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que afecta la capacidad del cuerpo para relajarse y conciliar el sueño. Las preocupaciones sobre los regalos, las cenas o incluso los compromisos laborales pueden mantener nuestra mente activa durante la noche, dificultando el descanso.

3. Comidas copiosas y alcohol

Las cenas y comidas abundantes son parte esencial de las celebraciones navideñas, pero la cantidad y el tipo de alimentos consumidos pueden influir negativamente en la calidad del sueño. El consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares puede aumentar la actividad digestiva durante la noche, provocando molestias estomacales y dificultando que el cuerpo entre en un estado de relajación necesario para dormir. Además, el alcohol, aunque inicialmente pueda inducir somnolencia, interrumpe los ciclos de sueño y reduce la calidad del descanso, lo que puede provocar despertares frecuentes a lo largo de la noche.

4. Falta de ejercicio físico

Durante las fiestas navideñas, muchas personas disminuyen su nivel de actividad física debido a las vacaciones o a las celebraciones. El ejercicio regular es esencial para un sueño saludable, ya que favorece la relajación del cuerpo y la liberación de endorfinas. Sin embargo, en Navidad, el sedentarismo aumenta debido a la cantidad de tiempo que pasamos en reuniones o en actividades que no requieren esfuerzo físico. Esto puede dificultar la conciliación del sueño, ya que el cuerpo no está lo suficientemente cansado para descansar de manera profunda.

5. Cambios en el ambiente de sueño

Las visitas a familiares o la llegada de familiares a nuestra casa también pueden alterar nuestro entorno de descanso. Dormir en un lugar diferente al habitual o compartir espacio con otras personas puede generar incomodidad y dificultar el sueño. Además, la decoración navideña, con luces brillantes y colores llamativos, puede interferir con el ambiente relajante necesario para dormir bien. Las luces intensas, como las de los árboles de Navidad o las decoraciones externas, pueden alterar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

6. Sobrecarga de estímulos sensoriales

La Navidad es una época cargada de estímulos visuales, auditivos y emocionales. Las luces brillantes, la música festiva y el bullicio de las reuniones familiares pueden mantenernos en un estado de alerta constante. Este exceso de estímulos puede dificultar que nuestra mente se relaje antes de acostarnos, retrasando la conciliación del sueño. Además, el ruido generado por las celebraciones o los fuegos artificiales puede interferir en un descanso tranquilo y reparador.

7. Cambios en la exposición a la luz natural

En invierno, los días son más cortos y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede alterar la producción de melatonina y afectar nuestro ritmo circadiano. Este desajuste de la luz natural y artificial, sumado a los cambios en los horarios durante las festividades, puede dificultar la sincronización de nuestro reloj biológico y empeorar la calidad del sueño. El aumento del uso de pantallas electrónicas (como smartphones, tabletas y televisores) por la noche también puede inhibir la producción de melatonina debido a la luz azul emitida por estos dispositivos.

¿Cómo mejorar el sueño en Navidad?

A pesar de que la Navidad puede traer consigo una serie de factores que afectan el sueño, hay varias estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso durante estas fechas:

  • Mantener una rutina de sueño regular: Intenta mantener los horarios de acostarte y levantarte lo más consistentes posible, incluso durante las vacaciones.
  • Evitar comidas copiosas y alcohol antes de acostarse: Trata de cenar de forma ligera y no consumir alcohol en exceso en las horas previas al sueño.
  • Realizar actividad física: Aun durante las vacaciones, intenta incorporar ejercicio físico moderado durante el día para ayudar a tu cuerpo a relajarse por la noche.
  • Crear un ambiente relajante: Asegúrate de que tu espacio de descanso sea cómodo, oscuro y silencioso. Si es necesario, usa tapones para los oídos o una máscara para los ojos.
  • Limitar los estímulos antes de acostarse: Reduce el uso de dispositivos electrónicos y baja la intensidad de las luces al menos una hora antes de dormir.
  • Practicar técnicas de relajación: La meditación, la lectura o tomar un baño caliente pueden ayudarte a calmar tu mente y preparar tu cuerpo para el sueño.

Conclusión

La Navidad puede ser una época de mucha diversión y alegría, pero también puede alterar nuestros hábitos de sueño debido al estrés, la interrupción de las rutinas, la comida y la bebida en exceso, y la sobrecarga de estímulos. Para disfrutar de unas fiestas más relajadas y descansar mejor, es fundamental prestar atención a las necesidades de nuestro cuerpo y adoptar hábitos saludables que nos ayuden a mantener la calidad del sueño.

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