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Críticas por la «Paella» para celebrar los 50 de Julio Iglesias Jr

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paella cumpleaños Julia iglesias jr

Julio Iglesias Jr celebró este fin de semana un cumpleaños muy especial, su 50 cumpleaños, rodeado de amigos en su casa de Miami. En la celebración no pudo faltar su pareja Vivi di Domenico, multitud de amigos y una dudosa «paella» para dar el toque patrio.

«Paella» para celebrar los 50 de Julio Iglesias Jr

El hijo de Isabel Preysler y Julio Iglesias, aunque tenga la cara y el cuerpo de un treintañero, acaba de cumplir 50 años. Nos pudimos enterar gracias al post en Instagram de su novia con la que lleva cuatro meses de relación. Pero estos meses han dado para mucho que el cantante afirma que se ve pasando por el altar otra vez e incluso siendo padre con Domenico, cumpliendo así un gran sueño para él.

 

La modelo brasileña le felicitaba el cumpleaños así: «Happy 50th birthday mi amor . Gracias por ser esa persona con la mejor energía, el corazón más lindo y tan positivo con la vida». Además, también enseñaba parte de las entrañas de la fiesta, en la que pudimos descubrir que el detalle patrio se encontraba en la comida. El catering Paella y Olé fue el encargado de hacerle sentir como en casa. Aunque sea una reinterpretacion de la paella.

 

Esta empresa es original de Miami  cuenta con diez años de experiencia en el sector. Ofrecen todo tipo de platos «españoles» para poder disfrutar en todo tipo de celebraciones, ya sea cumpleaños o incluso bodas. Como si de tapas se tratase presentan una amplia carta de aperitivos como gambas al ajillo, tortilla española, ibéricos, incluso chistorra.

 

La paella viaja hasta Miami en diferentes versiones o reinterpretaciones, pues lo que ellos llaman «Paella Valenciana», y lo que se sirvió en la celebración, se aleja bastante de la realidad. En su página web presentan la paella valenciana de esta forma: «Una deliciosa combinación de pollo deshuesado y mariscos frescos (calamares, camarones pelados y desvainados, mejillones de concha verde y almejas de cuello pequeño) elegantemente preparada con arroz y vegetales (pimiento verde y rojo, cebolla, ajo, judías verdes, guisantes y pimientos del piquillo asados)».

"Paella" para celebrar los 50 de Julio Iglesias Jr

Paella del catering Paella y olé

No obstante, dentro de su amplia carta, también se encuentra su paella de pollo y chorizo, su paella Regional, con todo tipo de  carne, como pollo, longaniza, chorizo y hasta jamón. Sin olvidarse de la fideuá, eso sí con una mezcla un tanto variopinta a la que a cualquier cocinero valenciano le saltarían los ojos.

 

De esta forma, aunque no sea de una manera muy ortodoxa, Julio Iglesias Jr dio la bienvenida a los 50 con un toque valenciano, porque la intención es lo que cuenta. Falta por descubrir qué pensaron los invitados al ver las tres paellas que ofrecieron. ¿Tendría «socarraet»?

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La ‘jeta’ de Bertín Osborne: de negar a su hijo a exhibirlo en una portada 

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Bertín Osborne hijo portada
Portada de ¡Hola!

De villano a padre ejemplar en cuestión de meses. Así parece que quiere venderse ahora Bertín Osborne, que tras negar a su hijo David, pedir una prueba de paternidad y asegurar que no quería volver a ser padre a los 70, aparece sonriente en la portada de ¡Hola! abrazando al pequeño. Todo bajo el argumento de que no quiere que «sea un niño escondido».

La jugada huele a lo de siempre: negocio, blanqueo de imagen y un reportaje bien pagado. Osborne no se conforma con el perdón íntimo de Gabriela Guillén, la madre del niño, sino que lo convierte en espectáculo mediático, el mismo que él mismo alimentó con sus desplantes.

El padre ausente que ahora posa de revista

Que Bertín quiera presentarse como un padre orgulloso no borra la hemeroteca. Cuando se filtró el embarazo, el artista se desentendió y dudó de Guillén públicamente. Ahora, con el niño ya crecido y diciendo «papá», Osborne asegura: «Con el niño estoy encantado. Estoy muy contento de conocerlo, de compartir con él momentos. El niño es una monada, cariñosísimo, un amor».

El contraste es brutal: el hombre que en su día declaró que «nunca quiso ser padre otra vez» es el mismo que ahora afirma querer «conocerlo, que me conozca, estar y que sepa quién es su padre». Una contradicción que resulta difícil de digerir para quienes recuerdan su reacción inicial.

Gabriela Guillén: dignidad frente al espectáculo

Guillén también aparece en el reportaje, aunque no hay ninguna foto de los tres juntos «para evitar confusiones», según explican. La empresaria se muestra cordial, pero sus palabras siguen cargadas de verdad: «Quiero que mi hijo sea lo más feliz posible y que tenga una normalidad. Que, independientemente de que sus padres no estén juntos, él sienta el amor de los dos».

Una declaración que contrasta con la confesión de su propio pasado: «Tener un padre es muy necesario. Yo no lo tuve. Por eso, no le quiero privar a mi hijo de ese derecho, porque él sí lo tiene». Una frase que evidencia lo mucho que ella ha cedido para facilitar esta relación y lo poco que Osborne asumió al principio.

El discurso de Osborne: entre excusas y resignación

En la entrevista, Osborne reconoce que «ejercer de padre es complicado a estas alturas de mi vida, pero el niño no tiene culpa de nada». Una frase que muchos interpretan como una justificación tibia, que no encaja con el desplante inicial ni con el giro posterior hacia el escaparate de revista.

Además, habla de Gabriela como «una mujer estupenda, discreta, trabajadora, responsable», aunque no evita subrayar que nunca quiso volver a tener hijos: «Ahora ayudaré a que el niño tenga sus estudios estupendos y que viva lo mejor que pueda». Palabras que suenan más a compromiso económico que a verdadera implicación emocional.

La estrategia de Osborne: del escándalo al “padre modelo”

Lo llamen “reconciliación” o “presentación oficial”, lo que hay detrás es: un reportaje supuestamente rentable y una nueva narrativa para Bertín, que quiere pasar página con una sonrisa y unas declaraciones amables. El problema es que la memoria colectiva no es tan frágil: cuesta olvidar la prueba de paternidad, los desplantes y las frases hirientes.

Lo que ahora Osborne presenta como un acto de normalidad suena más a marketing que a amor paternal. Y la pregunta queda en el aire: ¿de verdad busca ser un padre presente o simplemente otro titular que engorde su ya larga lista de portadas? Lo que sí parece confirmarse es que la imagen de Bertín será difícil de recuperar.

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