Síguenos

Sucesos

Prisión permanente revisable para el padre que asesinó a su hijo de 11 años en Sueca

Publicado

en

parricida de Sueca
Un jurado popular juzga a un hombre acusado de matar a su hijo de 11 años en Sueca (Valencia) el 3 de abril de 2022. En la imagen, el procesado durante el juicio. EFE/Biel Aliño

Sigue desde Official Press el juicio contra el parricida de Sueca:

València, 1 feb (EFE).- La Audiencia Provincial de Valencia ha dictado prisión permanente revisable para José Antonio A.C., de 47 años, que asestó 27 cuchilladas a su hijo de 11 años en abril de 2022 con la intención de causar el mayor dolor posible a su exesposa y madre del niño, de la que se acababa de divorciar.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso EFE, el tribunal lo considera autor de un delito de asesinato hiperagravado, cualificado por la alevosía y el ensañamiento perpetrado sobre un menor de 16 años, con la concurrencia de las circunstancias agravantes de parentesco y de discriminación por razón de género, en concurso ideal con un delito de lesiones psíquicas.

El tribunal ha aceptado las peticiones de la Fiscalía y las acusaciones, que pedían prisión permanente revisable por el delito de asesinato, y ha desestimado la de la defensa, que argumentaba que no hubo premeditación alguna ni ensañamiento y pidió que los hechos se contemplasen como un homicidio.

Asimismo, establece la prohibición de comunicarse y acercarse a menos de dos kilómetros de su exesposa, en cualquier lugar donde ésta se encuentre, por tiempo superior en 10 años al de la duración de la pena de prisión, así como de residir o acudir a la localidad de Cullera por el mismo tiempo.

Como autor de un delito de maltrato psíquico y físico habitual a su exesposa, se le impone una la pena de dos años y cuatro meses de prisión, a la que se suman otros dos años como autor de un delito de amenazas no condicionales; 10 meses como autor de un delito de maltrato físico, y otros 10 meses como autor de un delito continuado de quebrantamiento de condena.

Se le condena, además, a indemnizar a su exesposa con 500.000 euros por los daños morales causados por la muerte de su hijo, a los que se suman otros 450 euros por los daños morales causados por maltrato físico y amenazas.

Se declara improcedente, por expresa manifestación en este sentido del tribunal del jurado popular, la aplicación al penado de los beneficios de remisión condicional de las penas, en los casos en que concurran los presupuestos legales al efecto, así como la solicitud de indulto para el penado, caso de que la presente resolución devenga firme.

El pasado 16 de enero, el tribunal del jurado declaró por unanimidad culpable de asesinato a José Antonio A.C, y lo consideró responsable de los delitos de amenazas, quebrantamiento de condena, maltrato físico y maltrato psíquico por los que había sido acusado en este mismo proceso.

La sentencia dictada ahora por la Audiencia, con fecha del 31 de enero, considera probado que el 3 de abril de 2022, José Antonio A.C. mató a su hijo, de 11 años de edad recién cumplidos, acuchillándolo repetida y profundamente con un cuchillo de cocina en el cuello, cara, torso y cabeza.

Señala que el niño, además de otras 41 lesiones de defensa en manos y brazos y otros cortes en diversas partes del cuerpo y cabeza, recibió 27 cuchilladas en la parte delantera del cuello, cara, torso y cabeza, penetrantes en profundidad y de severa gravedad, dos de ellas mortales de necesidad.

Asegura que José Antonio A.C. sabía, mientras acuchillaba a su hijo, que tales actos eran susceptibles de causar la muerte del mismo, y quería matar a su hijo para, así, causar a la madre del niño (su exesposa) el mayor dolor de todos los imaginables.

Añade que el condenado «despreciaba y discriminaba a su esposa por el hecho de ser mujer», y que matar al hijo común de ambos «fue el colofón de su deseo de dominación machista contra ella mantenido a lo largo de su matrimonio».

València, 12 ene (OFFICIAL PRESS- EFE).-El tribunal del jurado ha declarado por unanimidad culpable de asesinato a José Antonio A.C., de 47 años, que asestó 27 cuchilladas a su hijo de 11 años en abril de 2022 con la intención de causar el mayor dolor posible a su exesposa y madre del niño, de la que se acababa de divorciar.

Los miembros del jurado también han considerado probado que el procesado es igualmente responsable de los delitos de amenazas, quebrantamiento de condena, maltrato físico y maltrato psíquico por los que había sido acusado en este mismo proceso.

Culpable

En la lectura del veredicto, que ha tenido lugar la tarde de este martes en la Ciudad de la Justicia de València, los nueve miembros del jurado han mostrado asimismo su criterio desfavorable a que se apliquen al procesado los beneficios de la remisión condicional de la pena.

También su criterio es desfavorable, según ha comunicado a la sala, a que se efectúe en la propia sentencia la petición de indulto a favor del mismo.

La presidenta del tribunal deberá decidir ahora qué pena aplica al procesado, teniendo en cuenta que tanto la Fiscalía como las acusaciones han reclamado prisión permanente revisable por del delito de asesinato, tal y como han mantenido hoy.

La defensa, por su parte, trató de argumentar que no hubo premeditación alguna ni ensañamiento y pidió que los hechos se contemplasen como un homicidio, un argumento que ha mantenido este martes.

Tanto Fiscalía como las acusaciones han pedido al tribunal la prórroga de la prisión provisional de José Antonio A.C., dado que esta tiene un periodo máximo de dos años y no se prevé que la sentencia sea firme antes de principios de abril, cuando el procesado cumplirá ya dos años en a cárcel.

La madre del pequeño

La lectura del veredicto del jurado ha congregado a numerosos medios de comunicación, que han seguido la vista desde una sala habilitada para ello. Al contrario de la madre del niño asesinado, que ha escuchado, encogida y compungida, parte de la exposición en la misma sala del tribunal, aunque tras un biombo que le separaba visualmente del acusado.

Los miembros del jurado, que empezaron a deliberar en la mañana de este lunes, han alcanzado este veredicto de culpabilidad tras responder a las preguntas que les han planteado los letrados de la defensa y las acusaciones.

El juicio se desarrolló la semana pasada y durante el mismo el agresor confesó el crimen, si bien trató de argumentar que era alcohólico y que pudo haber sido víctima de una enajenación.

Sin embargo, admitió abiertamente que habría matado al menor si su ex no se hubiese divorciado o si hubiese accedido a volver con él.

«Para causar el mayor daño posible a su exmujer»

Por el contrario, las acusaciones -que ejerce tanto la familia materna del menor como la Abogacía de la Generalitat- sostuvieron que no había indicio alguno de que el procesado se encontrase bajo los efectos del alcohol.

«Es habitual que el acusado diga que se endemonió, pero en este caso todos los forenses han dicho que era plenamente consciente. Se llama maldad, se hace para causar el mayor daño posible, y por eso pedimos la máxima pena posible», señaló el letrado de la Generalitat.

En este mismo sentido se pronunció un equipo de forenses que examinaron al procesado al señalar que el agresor «no tenía alterada ni la inteligencia ni la voluntad» cuando cometió el crimen; «hay gente mala, y eso no significa que esté enferma».

«Dirigió su acción criminal contra el hijo porque la madre era ya insensible a las agresiones y amenazas. Se llama violencia vicaria. No toleró perder el control sobre su mujer», agregaron.

El escalofriante testimonio del parricida de Sueca cuando asesinó a su hijo: «Le cogí del cuello. No recuerdo cuántas puñaladas le di»

València, 9 ene (OFFICIAL PRESS- EFE).- El hombre acusado de haber asesinado a puñaladas a su hijo de 11 años en Sueca (Valencia) en abril de 2022 ha admitido este martes el crimen en la primera sesión de un juicio en el que la fiscal ha subrayado la violencia vicaria del caso: «La madre está muriendo cada día».

«No lo habría matado si ella no se hubiese divorciado»

En sus respuestas, la mayoría con monosílabos o fórmulas cortas y en valenciano como «aixó no es veritat» (eso no es verdad), el acusado, José Antonio A.C., de 47 años, ha admitido que su hijo «era lo que más quería» su exmujer en «en el mundo» y que no lo habría matado si ella no se hubiese divorciado o si hubiese accedido a volver con él.

También ha intentado justificar sus acciones en la depresión y alcoholismo que asegura que sufre, si bien, como ha recordado el abogado de la Generalitat, que ejerce la acusación popular, todos los informes forenses acreditan que era consciente de lo que había.

A pesar de que fue condenado por maltrato hacia su exmujer, el procesado ha insistido en que jamás la cogió por el cuello ni amenazó con un cuchillo: «Solo le dije que no estaba de acuerdo con la separación, que se lo pensara mejor».

Por el contrario, ha admitido haber llamado a su exesposa de forma insistente cuando ésta abandonó el domicilio y también haber acudido al colegio para ver a su hijo, pero «cuando ella no estaba delante».

«Me tomé mal el divorcio, caí en una depresión fuerte y alcoholismo», ha dicho el acusado.

Preguntado por el día del crimen -dos días después de que su hijo cumpliese 11 años-, el procesado ha afirmado que había consumido alcohol y que era habitual que su ex le dejase al niño estuviese o no bebido.

«Le cogí del cuello. No recuerdo cuántas puñaladas le di»

«El día de los hechos discutimos porque él no quería estar conmigo, en ese momento no estaba a gusto, me dijo que yo ya no era su padre. Pasó todo lo que pasó, le cogí del cuello y le clavé un cuchillo, él estaba quieto. No recuerdo cuántas puñaladas le di», ha explicado.

En el transcurso de la agresión con dos armas blancas, el menor recibió la llamada de su madre -a la que había escrito pidiéndole que le recogiera- y el padre permitió que el menor cogiese el teléfono, según ha admitido, aunque el niño sólo pudo gritar «mamaaaaá», tal y como se detalla en los escritos de las acusaciones.

En sus intervenciones iniciales, la fiscal ha puesto el foco sobre el dolor que el procesado quiso causar a su exesposa, «una mujer que está muriendo cada día».

El letrado de la Generalitat ha prevenido al tribunal sobre posibles estrategias de la defensa: «Es habitual que el acusado diga que se endemonió, pero en este caso todos los forenses han dicho que era plenamente consciente. Se llama maldad, se hace para causar el mayor daño posible, y por eso pedimos la máxima pena posible».

Tras la declaración del acusado se ha producido la de la madre del menor asesinado y la de la madre del procesado, aunque ambas han tenido lugar a puerta cerrada por decisión de la presidenta del tribunal y con el acuerdo unánime de los miembros del jurado.

 

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Sucesos

Fiscalía pide cuatro años de prisión para Nacho Vidal por la muerte de un fotógrafo en el “rito del sapo bufo”

Publicado

en

Nacho Vidal juicio
El director de cine para adultos Nacho Vidal en una imagen de 2023. EFE/ Kiko Huesca/Archivo

La Fiscalía de Valencia ha solicitado cuatro años de prisión para el actor porno Nacho Vidal por su implicación en la muerte del fotógrafo José Luis Abad, durante la celebración del denominado “rito del sapo bufo”. La misma pena se reclama para su prima, quien participó en la organización del ritual.


Acusaciones y penas solicitadas

Según el escrito de calificación del ministerio público, al que tuvo acceso Europa Press, se atribuye a Nacho Vidal un delito de homicidio imprudente, así como a su prima. Además, la fiscalía solicita que ambos indemnicen de manera conjunta y solidaria a los hermanos de la víctima con 20.000 euros cada uno, más los intereses legales.

Por su parte, la acusación particular eleva la solicitud de pena a siete años de cárcel, argumentando también un delito contra la salud pública. Además, un amigo del actor, responsable del mantenimiento de la vivienda, enfrenta tres años de prisión por encubrimiento, tras colaborar para eliminar pruebas relacionadas con el incidente.


Cómo ocurrió el “rito del sapo bufo”

El 28 de julio de 2019, en la vivienda de Nacho Vidal en Enguera, Valencia, se realizó el ritual con una pipa de veneno de sapo bufo, sustancia conocida por sus efectos alucinógenos. La víctima, de 49 años, siguió las instrucciones del actor para la inhalación.

En cuestión de segundos, el fotógrafo presentó convulsiones y cambios de coloración en el rostro y pecho. A pesar de estos síntomas, los organizadores continuaron con el ritual y no llamaron a emergencias hasta 20 minutos después del desvanecimiento. Los servicios médicos llegaron a las 11:30 h y confirmaron la muerte, que se atribuyó a una parada cardiorrespiratoria provocada por una reacción adversa a drogas de abuso.

Se determinó además que la víctima había consumido cocaína entre uno y cuatro días antes, lo que aumentó el riesgo cardiovascular y contribuyó a la fatal reacción durante la inhalación del veneno de sapo bufo.


Reacciones de la acusación

El abogado de los hermanos de la víctima ha declarado que el ritual dirigido por los acusados fue irracional, temerario y extremadamente peligroso, ya que realizaron el acto sin ningún tipo de rigor y a sabiendas de los riesgos que implicaba la sustancia. Según la acusación, los implicados ignoraron todos los factores que podían incrementar el riesgo para la víctima.

 

VÍDEO| Nacho Vidal relata lo que pasó exactamente con el ritual del Sapo Bufo y la muerte en su casa

Nacho Vidal y el veneno del sapo bufo

Expone que el actor sacó una pipa de cristal de su propiedad y una sustancia ilícita y de gran toxicidad, conocida vulgarmente como veneno del sapo bufo, y comenzó la preparación de la pócima, «sin tener control alguno sobre la dosis al no estar la pipeta calibrada ni utilizar instrumento de pesaje alguno».

Mientras se llevaba a cabo el ritual, en el que participaron los tres acusados, el fotógrafo comenzó a tambalearse y se desplomó de forma brusca al suelo, según se puede ver en una grabación, que refleja que apenas pasaron 24 segundos de la ingesta de la sustancia hasta que empezaron las convulsiones.

La acusación afirma que Vidal continuó el ceremonial, pese a que el protagonista seguía inconsciente, con temblor corporal y dificultad respiratoria, y sostiene que no llamaron a los servicios sanitarios hasta transcurridos veinte minutos de ritual, a pesar de que «iba empeorando segundo a segundo».

«El acusado dio prioridad al ritual a solicitar llamar de forma urgente a la asistencia sanitaria, demorándola durante 22 minutos, cuando ya la situación de nuestro mandante era absolutamente irreversible y se encontraba fallecido», indica el abogado de la acusación.

Añade que, tras el fallecimiento, todos los acusados alteraron la escena para ocultar lo ocurrido, y afirma que el ritual resultó ser «irracional, temerario y muy peligroso».

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram.

Continuar leyendo