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¿Qué sabemos del origen del SARS-CoV-2?
Publicado
hace 4 añosen
Redacción Internacional, 5 feb (EFE/Fernando Labrador).- Más de un año después de detectarse los primeros casos de una neumonía de origen desconocido en la ciudad china de Wuhan persisten numerosas incógnitas sobre el inicio de la pandemia y una teoría conspirativa difícil de erradicar: que el nuevo coronavirus es artificial.
Un equipo de epidemiólogos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se desplazó en enero a Wuhan para investigar el origen del nuevo coronavirus con un trabajo abierto a «todas las hipótesis».
Hasta el momento, la ciencia ha determinado que el origen fue zoonótico (transmitido a humanos desde otras especies) y que los primeros casos se dieron en Wuhan, pero todavía se desconoce información relevante sobre el comienzo.
De forma paralela a los estudios científicos han circulado en todo el mundo un sinfín de falsedades sobre el origen del SARS-CoV-2 y de la enfermedad que ocasiona, la covid-19, que ha superado los 104 millones de contagios y los 2,2 millones de fallecimientos.
Uno de los mensajes más repetidos y arraigados es el que afirma que el virus es artificial. Quienes esparcen esta teoría en las redes dicen que es un arma, que se ha expandido con ayuda del 5G o incluso que es extraterrestre.
LA CERTEZA DEL ORIGEN NATURAL
La principal certeza científica a día de hoy sobre el origen del nuevo coronavirus es que surgió de forma natural en alguna otra especie animal antes de infectar a los humanos.
Paradójicamente, aquello que los científicos ven más claro es, a la vez, uno de los aspectos más cuestionados por teorías de la conspiración: que el origen es artificial y se ha expandido de forma accidental (al escapar de un laboratorio) o intencionada.
Toda esa desinformación ha calado en una parte importante de la sociedad. En España, según un sondeo hecho a principios de noviembre por la consultora 40dB, el 64,9 % creía que el virus fue creado deliberadamente en un laboratorio.
Sin embargo, la comunidad científica descarta que el virus haya sido fabricado, ya que su secuencia genómica refleja una evolución natural, según una publicación en Nature Medicine.
Uno de los cinco autores del estudio, Robert Garry, detalló que el virus de murciélago más próximo «es sólo un 96 % similar» y «no es posible completar esa distancia genética (4 %) en un laboratorio».
Este grupo de científicos descubrió que las proteínas espiga, la parte exterior del virus con la que se introduce en las células, presenta dos rasgos básicos: el dominio de unión al receptor (el gancho) y el sitio de escisión molecular (la llave).
La evidencia del origen natural la hallaron al comprobar cómo el gancho de las proteínas había evolucionado para adaptarse a una característica molecular de las células llamada ACE2, que regula la presión arterial. No cabía ingeniería genética en ese caso.
MENTIRAS SOBRE PREMIOS NOBEL
Un bulo extendido sobre la creación artificial implica al premio Nobel Tasuku Honjo, cuya identidad fue suplantada en un escrito muy compartido en redes sociales donde el científico japonés asegura supuestamente que el virus fue creado en un laboratorio chino.
Otro premio Nobel, Luc Montagnier, sí afirmó que el SARS-2 había sido creado artificialmente a partir del virus del sida, pero lo dijo sin aportar ninguna prueba. Su reputación como científico ya estaba en declive por su apoyo a causas acientíficas como la homeopatía.
El único documento que comparó las similitudes entre los virus de sida y covid fue una prepublicación que se hizo en enero de 2020 y que ya ha sido retirada al no corroborarse.
EL GENOMA SE HA SECUENCIADO CORRECTAMENTE
Entre los embustes sobre el origen está también el que niega la mayor: que el coronavirus no existe como tal, sino que es solo una nueva variante del virus de la gripe.
Han sido compartidos textos que indican que el nuevo virus no ha podido ser aislado ni purificado para poder ser examinado, pero eso es totalmente falso, pues ya se ha aislado para secuenciar su genoma más de 58.000 veces.
Por otro lado, la secuenciación se hizo con soporte informático, pero eso no quiere decir que el material genético fuera inventado por ordenadores –como difundieron otros bulos–, sino que se requiere la precisión de las computadoras para ordenar las 30.000 letras que describen su genoma para que sea más legible.
EL LABORATORIO BIOTECNOLÓGICO DE WUHAN, FIJACIÓN DE LOS NEGACIONISTAS
El expresidente estadounidense Donald Trump apuntó a un laboratorio biotecnológico del Instituto de Virología de Wuhan como posible lugar de incubación del virus y dijo poseer pruebas, pero no las aportó nunca.
Para la OMS, aún nada evidencia que ese edificio fuera el epicentro de la pandemia y el rastro de los primeros casos lleva a un mercado de mariscos y animales local, el de Huanan, situado precisamente a 14 kilómetros del laboratorio de Wuhan.
Esa proximidad alienta las hipótesis de que el nuevo virus se fugó de esos laboratorios, pero, como ha precisado la revista Nature, «no hay evidencias» sobre esa relación y «los científicos creen que la fuente más probable del coronavirus es el mercado de animales».
En el ámbito científico, la publicación más difundida acerca de la posibilidad de que el nuevo coronavirus surgiera de una «ruta sintética» la esbozó Li-Meng Yan en septiembre en la revista Zenodo.
Ese texto fue muy divulgado sin que se tuviera en cuenta que no es experta en virología, sino oftalmóloga, y que era más bien un artículo de opinión, sin pruebas científicas, además de que la publicación corriera a cargo de una fundación vinculada a Steve Bannon, exasesor de Trump y mentor de conspiraciones.
Se sucedieron análisis de instituciones de prestigio que negaron el carácter científico de las conclusiones a las que llegaba, lo que no fue óbice para que ella diera entrevistas por todo el mundo.
FALSOS VÍNCULOS ENTRE EL LABORATORIO DE WUHAN, FARMACÉUTICAS Y BILL GATES
Sobre el laboratorio wuhanés pesa otro bulo reincidente: su vinculación a las compañías farmacéuticas que desarrollan las vacunas.
Así, pueden encontrarse mensajes que indican que este es propiedad de Glaxo, que a su vez lo es de Pfizer, multinacional supuestamente propiedad de grandes fondos como BlackRock y Vanguard y con vínculos con George Soros y Bill Gates.
Esa elucubración se cae desde el primer eslabón, ya que el Instituto de Virología de Wuhan es propiedad de la Academia China de Ciencias, del Gobierno de China, y aunque tienen acuerdos de cooperación con proyectos de Francia o Estados Unidos, ninguno es con GlaxoSmithKline (GSK).
Tampoco es cierto que GSK sea propiedad de Pfizer, y la única vinculación mutua es una filial conjunta que crearon para el ámbito del consumo.
En cuanto a los fondos de inversión Vanguard y BlackRock, estos tienen acciones de Pfizer y Microsoft pero son minoritarias y similares a su participación en centenares de compañías de otros sectores.
Según otro bulo ampliamente difundido, el Pirbright Institute, apoyado económicamente por Bill Gates, habría patentado en 2015 el coronavirus causante de la actual pandemia, pero esa patente se refiere a una forma atenuada de coronavirus que solo afecta a pollos y no tiene nada que ver con el brote de Wuhan.
EL PACIENTE CERO NO TOMÓ SOPA DE MURCIÉLAGO
La mayor certeza del origen del virus es la zoonosis y la pista se pierde en el mercado de Huanan, en el que se vendía marisco, pescado, faisanes, serpientes y otros animales comestibles.
Contrariamente a lo que pregonaron muchos memes, la sopa de murciélago no es un plato típico en Wuhan, aunque sí lo es en la isla micronesia de Palaos, de donde provenían algunos vídeos compartidos.
Sería extraña la ingesta de murciélago en Wuhan, pero este dato apenas tiene importancia. En primer lugar, porque la zoonosis no tiene por qué darse por comer el animal en el que surge un nuevo virus; basta con la proximidad física. Además, los científicos creen que el SARS-2 probablemente se originó en el murciélago, pero moró en otra especie antes de infectar a humanos.
Así ocurrió con coronavirus anteriores, como las civetas en el SARS-1 y los camellos en el MERS. Para el SARS-2, el animal intermedio más probable es el pangolín.
En el mercado de Huanan se vendían productos congelados importados, dato al que apuntan medios de comunicación chinos, que sugieren que el nuevo coronavirus surgió en otro país, con pruebas como el hallazgo del virus en carne de vaca argentina llegada a otro mercado similar.
HIPOTESIS CÓSMICAS
Si en China abundan las informaciones acerca del origen en otro país, otra teoría lo sitúa más allá, en el espacio exterior. La formuló el astrofísico británico-srilanqués Chandra Wickramasinghe, quien cree que pudo llegar en un meteorito caído en China en octubre de 2019, aunque ni aportó pruebas consistentes ni esa hipótesis ha tenido eco en la comunidad científica.
Otras teorías conspirativas están igualmente alejadas del suelo científico, como la que sostiene que las redes de telecomunicaciones de 5G expanden el virus, para el que es físicamente imposible viajar a través de redes radiofónicas ni de telefonía, explican los expertos.
Militares y políticos de varios países han difundido, sin mostrar prueba alguna, acusaciones de que el nuevo coronavirus se creó como un arma de guerra. Se han apuntado así mutuamente China y Estados Unidos. Y también culpó a Washington el líder supremo iraní, Alí Jamenei.
Por tanto, pese a que los orígenes del séptimo de los coronavirus descubiertos no están del todo claros para la ciencia, lo cierto es que han circulado muchas falsedades sobre aspectos relacionados con su surgimiento que sí están descartadas con base científica.
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Rus informó a Benavent de que se le investigaba y le pidió que se fuera
Publicado
hace 2 añosen
3 febrero, 2023València, 3 feb (OFFICIAL PRESS/EFE).- Uno de los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que ha testificado este viernes en el juicio de la segunda pieza del caso Imelsa ha asegurado que el exgerente de esta empresa pública y autodenominado ‘yonqui del dinero’, Marcos Benavent, les dijo que «Alfonso Rus y otras personas» le advirtieron a finales de 2014 de que se le investigaba y que debía «dejarlo todo solucionado» e irse del país.
La Sección Segunda de la Audiencia de Valencia ha celebrado este viernes la séptima sesión del juicio por la pieza del caso Imelsa que investiga la contratación irregular de trabajadores en las empresas públicas Imelsa (provincial) y Ciegsa (autonómica).
Este agente ha explicado que inició la investigación tras recibir, por parte de la Fiscalía, unos audios que fueron entregados al Ministerio Público por la entonces diputada de EU y actualmente consellera Rosa Pérez Garijo.
«Benavent explica en una de sus declaraciones, en 2015, que una de las cosas que hizo como gerente de Imelsa fue contratar a personal que realmente no desempeñaba ninguna función en la empresa. Por eso pedimos datos a la Seguridad Social, a la Agencia Tributaria… Muchos de estos contratados eran asesores, y determinamos quiénes eran y cuál había sido su trabajo real», ha declarado este testigo.
Los contratos, según ha dicho este agente de la UCO que les contó Benavent, eran decididos por él mismo o «a petición de empresarios, como José Adolfo Vedri, o pedidos como favores por Alfonso Rus o Emilio Llopis».
Las defensas de los procesados en la segunda de las piezas del caso Imelsa que ha llegado a la fase de juicio han tratado -al igual que sucedió en la primera de las causas- de dudar de la integridad de los soportes en los que se contenían los audios que dieron inicio al caso, así como de su custodia y volcado.
Los agentes de la Guardia Civil han explicado que trabajaron con una copia de los audios contenidos en la memoria portátil o «pendrive» de la marca Kingston entregado por Pérez Garijo al fiscal.
Sin embargo, en la causa consta un segundo «pendrive» (de la marca Intenso) entregado por el exsuegro de Marcos Benavent, Mariano López, con los mismos audios -según sostiene el fiscal- extraídos de un ordenador que Benavent dejaba en su casa.
Un informe pericial encargado por la defensa de Alfonso Rus e incorporado a esta causa (no a la primera porque Rus no estaba procesado en ella) concluye que el contenido de ambos «pendrives» no es idéntico, pues tienen una diferente estructura de carpetas y hay ficheros que están en el primero pero no en el segundo.
Ademas, esta pericial concluye también que el ordenador del que supuestamente se extrajeron dichos audios no ha contenido jamás archivos similares a los hallados en los «pendrives».
Los agentes de la Guardia Civil han afirmado que comprobaron que los audios analizados eran iguales en ambos dispositivos.
En el primero de los juicios de este macrocausa el tribunal avaló como prueba las grabaciones que efectuó Benavent durante años y que dieron inicio a esta causa, e inadmitió todas las dudas que sembraron las defensas sobre la custodia, volcado y posible manipulación de las mismas.
«Se concluye que las transcripciones de las grabaciones realizadas por Benavent de conversaciones particulares en las que intervenía se corresponden con el material efectivamente entregado, tanto en el pendrive Kingston como en el pendrive Intenso», señaló el tribunal en su sentencia.
«Una vez efectuada la grabación en el servidor de los equipos de la UCO, se trabajó en todo momento con copias. Los pendrives están incorporados a las actuaciones, tanto el aportado por doña Rosa (Pérez Garijo), como el aportado por don Mariano (López, exsuegro de Benavent), habiéndose comprobado que los audios de las presentes actuaciones son coincidentes», añadieron los magistrados.
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