Salud y Bienestar
València, modelo de referencia para extender la donación multiorgánica
Publicado
hace 7 añosen

MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) – La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) apuesta por incrementar en los próximos cinco años el número de centros con programas de donación en asistolia y transformarlos en una donación multiorgánica, posibilitando así la realización de otros trasplantes como, por ejemplo, el pancreático o, incluso, el cardíaco.
Actualmente, un total de 91 hospitales cuentan con estos programas, de los cuales 11 tienen iniciativas de donación en asistolia no controlada. El objetivo de la ONT es extender este último tipo de programa a ciudades con menos de 500.000 habitantes, tras ver los «buenos resultados» que se han obtenido en ciudades como València, Alicante, Cáceres, A Coruña, Granada, San Sebastián, Santander, Sevilla, Madrid y Barcelona.
La ONT ha presentado este miércoles su nuevo Plan Estratégico Nacional en Donación y Trasplante de Órganos, también denominado ‘Plan 50×22’, con el que también pretende alcanzar en los próximos cinco años los 5.500 trasplantes anuales y los 50 donantes por millón de habitantes.
Entre las medidas que va a realizar para alcanzar este objetivo destaca la potenciación de la colaboración público y privada, con la que se pretende desarrollar el proceso de donación en centros hospitalarios privados en colaboración con los equipos de coordinación de trasplantes de centros autorizados para la obtención de órganos.
Asimismo, según ha informado la directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, en la estrategia se contempla también la necesidad de generalizar los cuidados intensivos orientados a la donación en las unidades de críticos, lo que, a juicio de la organización, permitiría aumentar la donación de órganos en un 10 por ciento.
Y es que, tal y como ha informado Domínguez-Gil, el 24 por ciento de las todas las donaciones que se producen en España son de personas a punto de fallecer que ingresan voluntariamente en las unidades de cuidados intensivos para donar un órgano, por lo que es necesario facilitar a los pacientes que están al final de su vida ingresar en estos servicios para que puedan donar.
RECUPERACIÓN DE ÓRGANOS
Los programas de recuperación de órganos van a ser también objeto de mejora de cara al año 2022. Actualmente, hay un porcentaje variable de órganos que ni siquiera son extraídos para trasplantarse porque no se consideran válidos, si bien existen ya tecnologías que permiten recuperar estos órganos para poder trasplantarlos.
En este punto, la directora general de la ONT ha informado de que el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, el Reina Sofía de Córdoba y el Hospital Puerta del Hierro de Madrid cuentan con máquinas de perfusión ex vivo para extraer pulmones que no serían válidos para trasplantes, mantenerlos en equipos que emulan condiciones fisiológicas normales de preservación y tratarlos para conseguir que puedan ser trasplantados. Con esta estrategia, la ONT estima que se podrían tener 50 pulmones cada año potencialmente recuperables.
FOMENTO DE LA DONACIÓN RENAL DE VIVO
Fomentar la donación renal de vivo para recuperar la actividad de nueve trasplantes por millón de población es otra de las principales líneas estratégicas del nuevo plan, después de que en los últimos años se haya producido un descenso «muy importante» de esta actividad por el aumento en la disponibilidad de riñones de donantes fallecidos.
Ahora bien, la directora general de la ONT ha recordado que el trasplante renal de vivo es una actividad especialmente desarrollada en algunas comunidades autónomas como, por ejemplo, en Cataluña, donde el año pasado se registraron 17,6 trasplantes renales de donante vivo por millón de habitantes, mientras que la media española se situó en el 7,1 por millón de personas, por lo que se pretende identificar las buenas prácticas en este ámbito y difundirlas a toda España.
Asimismo, y dentro del programa de trasplante renal cruzado, la ONT quiere impulsar la figura del ‘buen samaritano’ que en determinados países como, por ejemplo, Reino Unido o Estados Unidos, permite realizar «muchas» cadenas de trasplantes. Se trata de personas que desean donar un órgano en vida a una persona que no conoce y, en lugar de donarlo a un paciente en lista de espera para trasplante de donante fallecido, lo hace al programa de trasplante renal cruzado, iniciando así una cadena de trasplantes que beneficia a «muchos más» receptores.
Hasta ahora en España han habido 13 donantes samaritanos que han permitido realizar 37 trasplantes renales de vivo. Precisamente, en este aspecto, la ONT está trabajando en la internacionalización del programa de trasplante renal cruzado y, junto con Italia y Portugal, se ha promovido un programa piloto de trasplante renal cruzado internacional en el que participan 122 parejas, de las cuales 89 son españolas, 18 portuguesas y 15 italianas.
Gracias a este programa, tal y como ha adelantado la directora general de la ONT, «probablemente» el próximo mes se podrá realizar el primer trasplante cruzado internacional, un proceso pionero en España y de los primeros de estas características que se realizarían en el mundo.
Entre los años 2018 y 2022 también se ha trabajar por adaptar al conocimiento científico actual los criterios de utilización de órganos de determinados tipos de donantes. Este es el caso de los donantes con infección por el virus de la hepatitis C, a la vista de la eficacia y seguridad de los nuevos antivirales de acción directa.
De hecho, la ONT ya ha establecido un grupo de expertos para elaborar un protocolo nacional que defina los criterios de uso de órganos donantes con este virus que hayan sido tratados previamente, o no, con los nuevos tratamientos.
MEJORAS PARA LOS TRASPLANTES EN POBLACIÓN PEDIÁTRICA
Los pacientes infantiles son otro de los asuntos a los que la ONT va a poner el foco durante los próximos 5 años, como consecuencia de las dificultades que los niños tienen para acceder a un trasplante por la escasa mortalidad infantil que hay en España.
Por ello, y con el objetivo de incrementar sus posibilidades, la ONT propone establecer recomendaciones, en colaboración con sociedades científicas de Pediatría y Neonatología, sobre la donación pediátrica en general, y la donación pediátrica en asistolia en particular.
TRANSPLANTE CARDIACO INFANTIL EN LA FE
Del mismo modo, apuesta por el desarrollo de programas especiales que faciliten la utilización de los órganos infantiles disponibles como, por ejemplo, el Programa Nacional de Trasplante Cardiaco Infantil ABO incompatible, iniciado este año por el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, y que va a permitir aumentar las opciones de trasplante cardiaco de niños muy pequeños. En esta iniciativa participan, además del citado hospital madrileño, La Paz, La Fe de València, el Reina Sofía de Córdoba y el Vall d’Hebron de Barcelona.
Otras medidas que contempla la nueva estrategia es el desarrollo de un sistema nacional biovigilancia ampliado que integre órganos, tejidos y células de origen humano; actualizar las recomendaciones existentes para la utilización segura de los órganos para trasplante; crear una plataforma de información para la notificación y gestión de eventos y reacciones adversas; analizar la composición actual de los equipos de coordinación hospitalaria de trasplantes y equipos extractores y de trasplante; o mejorar el Programa de Acceso al Trasplante para Pacientes Hiperinmunizados (PATHI).
«En el plan se identifican todas las variantes mejorables y creemos que es un documento fantástico que debería ser asumido por todos los países del mundo», ha detallado el coordinador de trasplantes de Andalucía, Manuel Alonso. Del mismo modo se ha pronunciado el coordinador de trasplantes del País Vasco, Joseba Aranzabal, quien ha asegurado que la ONT ha vuelto a demostrar que «tiene creatividad y energía suficiente para mejorar los sistemas de trasplante y donación adaptándose a los cambios del entorno».
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Betabloqueantes tras un infarto: un estudio español demuestra que ya no son necesarios en la mayoría de pacientes
Publicado
hace 1 díaen
31 agosto, 2025
Un estudio internacional coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha revolucionado el abordaje del tratamiento del infarto de miocardio. La investigación concluye que los betabloqueantes, recetados de forma rutinaria desde hace más de 40 años, no aportan beneficios en pacientes que han sufrido un infarto no complicado, es decir, cuando la función contráctil del corazón se mantiene conservada.
El estudio Reboot cambia las guías clínicas del infarto
Los resultados proceden del ensayo clínico Reboot, en el que han participado 8.505 pacientes de 109 hospitales en España e Italia. El trabajo, publicado en dos de las revistas médicas más prestigiosas —The New England Journal of Medicine y The Lancet—, se ha presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en Madrid.
“Nuestro trabajo va a cambiar el tratamiento del infarto en todo el mundo. Más del 80% de los pacientes con infarto no complicado reciben betabloqueantes al alta, pero no hay evidencia de que les aporten beneficio”, explica Borja Ibáñez, director científico del CNIC e investigador principal del estudio.
Por qué se recetaban betabloqueantes tras un infarto
Desde los años 80, los betabloqueantes se recetaban tras un infarto porque reducen la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el consumo de oxígeno del corazón, protegiéndolo frente a arritmias y complicaciones.
Sin embargo, con la llegada de tratamientos más efectivos como la angioplastia coronaria y la colocación de stents, que abren la arteria obstruida en cuestión de minutos, el papel protector de estos fármacos ha quedado obsoleto en muchos casos.
El CNIC ya lo adelantó en su polipíldora cardiovascular (que combina aspirina, un antihipertensivo y un medicamento para el colesterol), de la que se excluyeron los betabloqueantes por su cuestionada utilidad.
Beneficios de eliminar los betabloqueantes
Según el estudio Reboot, dejar de prescribir betabloqueantes de forma rutinaria tras un infarto no complicado supondrá:
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Menos efectos secundarios: cansancio, bradicardia (ritmo cardíaco bajo) y disfunción sexual.
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Mayor adherencia al tratamiento, al reducirse el número de pastillas diarias.
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Ahorro económico para el sistema sanitario, al disminuir la prescripción innecesaria.
Un riesgo especial para las mujeres
Uno de los hallazgos más relevantes del ensayo es la diferencia en el efecto de los betabloqueantes según el sexo.
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En las mujeres, el estudio encontró un mayor riesgo de muerte, reinfarto y hospitalización por insuficiencia cardiaca cuando recibían betabloqueantes en comparación con aquellas que no los tomaban.
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En los varones, en cambio, no se detectaron estos efectos adversos significativos.
Este resultado pone de manifiesto la importancia de tener en cuenta el sesgo de género en las enfermedades cardiovasculares, algo históricamente poco considerado en la investigación clínica.
Una advertencia para los pacientes que ya los toman
A pesar de los resultados, los cardiólogos insisten en que nadie debe suspender por su cuenta la medicación.
“Si un paciente está leyendo esta información y toma betabloqueantes, no debe interrumpirlos sin hablar antes con su médico. Es el especialista quien debe decidir si mantenerlos o no en cada caso”, advierte Ibáñez.
El infarto en España: cifras y contexto
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Cada año, alrededor de 70.000 personas sufren un infarto en España.
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El 70% de los pacientes sobreviven con la función cardíaca intacta, el grupo donde los betabloqueantes no ofrecen beneficio.
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Hasta ahora, más del 80% de los pacientes eran dados de alta con esta medicación.
Con los nuevos datos, se espera una actualización de las guías clínicas internacionales de cardiología, lo que cambiará la práctica médica en hospitales de todo el mundo.
Conclusión: un cambio histórico en el tratamiento del infarto
El ensayo Reboot marca un antes y un después en la cardiología. Los betabloqueantes dejan de ser necesarios para la mayoría de los pacientes que superan un infarto sin complicaciones, reduciendo riesgos, efectos adversos y costes.
Se trata de un cambio de paradigma comparable al que supuso en su día la introducción de los stents coronarios, y que impactará en la vida de miles de pacientes cada año.
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