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Salud y Bienestar

Vuelta a la oficina: los españoles creen que empeorará su alimentación, descanso y actividad física

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El ritmo de vacunación en España está creciendo poco a poco, y con ello, ya sea de forma íntegra o híbrida, muchas empresas y trabajadores se preparan para a partir de septiembre afrontar la vuelta progresiva a las oficinas.  Y es que este plan de retorno puede resultar estresante, así como tener un profundo impacto en los hábitos de autocuidado de los trabajadores.

«La alimentación, el correcto descanso y el ejercicio regular están estrechamente relacionados con la productividad y la salud de los trabajadores. De hecho, las tres principales causas de baja laboral en nuestro país son las dolencias musculoesqueléticas, la depresión y los resfriados. Por ello es muy importante inculcar y favorecer los buenos hábitos de autocuidado entre los trabajadores ya que éstos, además, impactan directamente en la propia cuenta de resultados. Esta encuesta demuestra que los españoles están preocupados por el impacto que la vuelta presencial a las oficinas va a tener en su salud y, muchos de ellos, reclaman ayuda” afirma Carlos Melara, fundador de ekilu.

Según una encuesta realizada entre mil personas durante este mes de agosto por ekilu, la app de referencia en bienestar, casi la mitad de los españoles cree que se alimentará peor con el regreso a la oficina. Asimismo, la previsión de los españoles con respecto a su descanso y al ejercicio físico con la vuelta a las oficinas, tampoco es positiva. Concretamente más de la mitad de los encuestados (53%) opina que el retorno presencial a las oficinas pasará factura negativa a su descanso. De igual manera, un tercio afirma que su actividad física será menor.

 Vuelve el tupper

El «tupper» vuelve a ser tendencia, y se convierte ahora en el compañero inseparable para las jornadas de trabajo presencial. Según los datos de la encuesta de ekilu, tres de cada cuatro afirman prepararse la comida en casa para llevar al lugar de trabajo.

A pesar de ello, la falta de organización y planificación (27%) y de tiempo (25%) al estar tantas horas fuera de casa son las principales barreras para alcanzar sus objetivos de bienestar, según datos de ekilu. “Con estas cifras, no es de extrañar que, entre las opciones de los españoles para comer en la oficina, reinen las opciones rápidas”, apunta Melara. Así, el 44% afirma que prepara algo rápido el día anterior o el mismo día, el 12% suele salir a comer fuera o come en la cantina de la empresa, y el 8% suele llevarse lo primero que pille en la nevera o ‘sobras’ de otras comidas.

No obstante, los hay previsores y es casi un 30% los que preparan un menú semanal que cocinan a lo largo de la semana o durante el fin de semana. Y es que uno de los aspectos más importantes para poder llevar a cabo una alimentación equilibrada y una rutina de ejercicio, es una buena planificación. Dedicar un tiempo a planificar un menú semanal de cara a la vuelta presencial al trabajo, además de ahorrar tiempo y dinero, permite optar por una dieta variada y equilibrada sin cansarse de cocinar siempre lo mismo o quedarse sin ideas. Según ekilu, el domingo (17%) y el lunes (16%) son los días elegidos por los españoles para planificar los menús semanales.

Con el fin de ayudar a comer mejor y más equilibrado, y, además, reducir el desperdicio de alimentos, ekilu sugiere recetas saludables con lo que se tiene a mano. También, cuenta con la posibilidad de crear “Menús Equilibrados” de forma personalizada, con su respectiva lista de compra automática, siendo el primer menú personalizado desarrollado con inteligencia artificial en España. Funciona acorde a las necesidades y preferencias específicas de cada usuario, ayudando a las personas a simplificar su vida y ahorrar tiempo y dinero.  Además, en su sección Aprende, se puede encontrar multitud de información y herramientas de valor, fiables y contrastadas, sobre nutrición, ejercicio, mente, sostenibilidad, organización y cómo llevar a cabo las metas de bienestar.

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¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

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¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?
¿Por qué nos ponemos malos en vacaciones?

Cuando llegan las vacaciones todos soñamos con descansar, desconectar del trabajo y disfrutar del tiempo libre. Sin embargo, muchas personas experimentan justo lo contrario: resfriados, problemas digestivos, dolores de cabeza, alergias o incluso bajones anímicos. Este fenómeno, tan habitual como molesto, tiene una explicación médica y psicológica. Te contamos por qué nos ponemos malos en vacaciones y qué hacer para evitarlo.


El síndrome del ocio o del descanso: la base del problema

Los especialistas lo llaman “síndrome del ocio” o “síndrome del descanso”, un fenómeno que aparece cuando, tras un periodo de alta exigencia física o mental, el cuerpo se relaja bruscamente y aparecen síntomas de enfermedad.

Durante los meses de trabajo o estudio, el organismo mantiene un nivel elevado de cortisol y adrenalina, hormonas relacionadas con el estrés. Estas sustancias ayudan a mantenernos activos, aunque también reducen la eficacia del sistema inmunológico. Cuando llega el descanso, los niveles de estrés caen en picado y el cuerpo aprovecha para mostrar todo aquello que llevaba tiempo acumulando.


Factores que explican por qué enfermamos en vacaciones

1. Bajada de defensas tras el estrés

El estrés crónico provoca que las defensas trabajen a menor rendimiento. Durante semanas o meses aguantamos gracias a la tensión diaria, pero cuando el cuerpo se relaja es más vulnerable a virus y bacterias. De ahí que sea común pillar un resfriado o una infección leve justo al inicio de las vacaciones.

2. Cambios bruscos de rutina

En vacaciones solemos alterar horarios de sueño, alimentación y ejercicio. Dormir menos o demasiado, saltarse comidas, consumir más alcohol o comidas copiosas, y la falta de actividad física repercuten directamente en el bienestar. El cuerpo, acostumbrado a un ritmo regular, reacciona con malestares digestivos, cansancio o dolor de cabeza.

3. Viajes y exposición a nuevos entornos

El hecho de viajar implica cambios de clima, altitud, huso horario y contacto con bacterias y virus diferentes. Todo ello supone un desafío para el organismo, que debe adaptarse rápidamente. Por eso, diarreas, alergias y problemas respiratorios son más frecuentes en vacaciones.

4. El “efecto rebote” del estrés acumulado

Muchos trabajadores llegan al periodo vacacional en estado de agotamiento físico y mental. Al desconectar, el cuerpo interpreta que ya puede bajar la guardia, lo que se traduce en un “reajuste” que en algunos casos se manifiesta como malestar general, dolores musculares o incluso ansiedad.

5. Problemas psicosomáticos

La salud mental también influye. La llegada de las vacaciones, con más tiempo libre y menos obligaciones, puede hacer que afloren preocupaciones que antes se mantenían en segundo plano. Esto se traduce en síntomas físicos como insomnio, dolores de estómago, migrañas o tensión muscular.


Enfermedades más frecuentes en vacaciones

  • Resfriados y gripes leves: fruto de la bajada de defensas.

  • Problemas digestivos: gastroenteritis, diarrea del viajero, indigestiones o acidez.

  • Dolores musculares y de espalda: consecuencia del estrés acumulado y cambios en la rutina de ejercicio.

  • Alergias: al polvo de hoteles, al polen en nuevas zonas geográficas o a ciertos alimentos.

  • Problemas dermatológicos: como quemaduras solares, reacciones alérgicas o eccemas.

  • Trastornos del sueño: derivados de los cambios de horario, viajes largos o exceso de actividad nocturna.


Cómo prevenir ponernos malos en vacaciones

Mantener hábitos saludables antes y durante el descanso

Lo ideal es no esperar a las vacaciones para cuidar el cuerpo. Mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y practicar ejercicio con regularidad ayuda a que el sistema inmunológico no sufra tanto el cambio de ritmo.

Evitar los excesos

Aunque es normal disfrutar de comidas especiales, alcohol o trasnochar, conviene hacerlo con moderación. Los excesos son una de las principales causas de problemas digestivos y fatiga durante el verano.

Preparar los viajes con antelación

Si el destino implica cambios de clima, altitud o alimentación, es recomendable llevar un botiquín básico, hidratarse con frecuencia y dar tiempo al cuerpo para adaptarse. En destinos internacionales, conviene revisar las vacunas necesarias.

Escuchar al cuerpo

Muchas veces el organismo avisa antes de caer enfermo. Síntomas como cansancio extremo, insomnio, irritabilidad o dolores de cabeza recurrentes son señales de que necesitamos parar antes de que aparezca una enfermedad.

Proteger la piel y el sistema respiratorio

El uso de crema solar, ropa adecuada y medidas de higiene básicas (lavado de manos, evitar agua contaminada) reducen el riesgo de problemas en vacaciones.


Vacaciones como oportunidad de resetear el cuerpo

Aunque resulte paradójico, ponerse malo en vacaciones puede ser la forma que tiene el cuerpo de “resetearse”. El descanso permite que afloren desequilibrios que estaban escondidos bajo la rutina del estrés. Lo importante es entender este fenómeno, cuidarse y no verlo como una mala suerte, sino como una llamada de atención a la necesidad de equilibrar trabajo y salud durante todo el año.


Conclusión: disfrutar de las vacaciones sin enfermar es posible

Ponerse enfermo en vacaciones es más habitual de lo que pensamos, y no se debe únicamente a la casualidad. El estrés acumulado, los cambios de rutina y la bajada de defensas son factores clave que explican este fenómeno. La buena noticia es que, con una preparación adecuada y hábitos saludables, se puede reducir considerablemente el riesgo y disfrutar de un descanso reparador.

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