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«Tenemos derecho a disfrutar»: Wuhan celebró en masa y con las discotecas llenas la llegada del 2021
Publicado
hace 5 añosen
Wuhan (China), 1 ene (EFE).- Una pareja paseaba a lo largo de una calle peatonal completamente abarrotada y no daba crédito: Wuhan, la ciudad donde comenzó a propagarse la covid-19 y la que vivió el primer gran confinamiento para frenar la pandemia, celebró en masa la llegada del año nuevo, casi como si nada hubiese pasado.
Desde primera hora de la tarde, riadas de personas atestaron el metro de la ciudad, de 11 millones de habitantes, para llegar a la calle peatonal de Jianghan, escenario de una aglomeración que sorprendió a los propios residentes.
«No veía tanta gente junta desde hacía años, es muy emocionante ver Wuhan así», apuntó el joven Yao, que paseaba junto con su novia a lo largo de esa vía comercial, donde se veían colas para poder entrar en tiendas y restaurantes.
La mayoría eran jóvenes sin miedo a contagios -Wuhan sumó su último caso de covid por transmisión local a mediados de mayo- y «con ganas de recuperar el tiempo perdido», agregó la sonriente chica, Wu, ataviada con unas orejitas de conejo postizas.
MULTITUDINARIA CUENTA ATRÁS
Hay quien, como Leng, un estudiante universitario, quiso aclarar que la ya recuperada Wuhan no quería restregar las imágenes de los multitudinarios festejos en las caras de quienes todavía sufren la pandemia: «Que nosotros podamos salir hoy a la calle para celebrar no significa que no nos solidaricemos con el resto».
Leng fue uno de los miles de ciudadanos que acudieron a la céntrica plaza de Jianghan para reunirse frente al reloj del edificio Hankou y participar de la cuenta atrás que ponía fin al 2020.
«Tenemos derecho a disfrutar», agregó el joven, que pese a la normalidad de la jornada tiene aún presente los estragos que causó la covid o el estricto confinamiento de la ciudad, que comenzó a finales de enero y se alargó durante 11 semanas: «Si me dices a finales de febrero que hoy estaríamos así, no me lo creería», relató.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno… las miles de personas congregadas en la plaza contaron expectantes y en voz alta cada segundo antes de llegar la medianoche.
Entonces, los asistentes se felicitaron y soltaron al unísono miles de globos con distintas formas y colores -la mayoría, de corazones-, para darle la bienvenida al 2021 y dejar atrás el aciago 2020.
ENTRADAS AGOTADAS EN LAS DISCOTECAS
Después de las «campanadas», los wuhaneses se abrazaron y se hicieron los selfis de rigor para compartirlos en las redes sociales. Para algunos, era el final de la noche, pero para otros la juerga acababa de empezar: en algunas discotecas estaban ya las entradas agotadas.
En el fastuoso club Han no dejó de entrar y salir gente sin parar en sus enormes salas, en las que cientos de personas bailaron -algunos con mascarilla, otros sin ella- al son de una machacona música electrónica hasta bien entrada la noche.
En otros bares se sufrieron los gorgoritos de quienes se desgañitaban en los karaokes, pero «al menos dan refugio a todo aquel que se resiste a irse ya a sus casas», señaló otro joven entre risas, que cree que las celebraciones de este año eran necesarias.
«Sé que este año se han prohibido en muchos sitios. Toda nuestra solidaridad. Pero aquí se han hecho muchos sacrificios. El país prácticamente ha cerrado las fronteras. No hay más remedio que aceptar que te rastrean tus movimientos. Se supone que para evitar contagios. Y aquí el confinamiento fue… ni se podía salir de la ciudad», indicó.
Y agregó que su impresión es que «en otros países no se han aplicado medidas de prevención contra la covid de una manera tan estricta como en China».
Lejos queda enero del año pasado, cuando Wuhan registraba decenas de casos diarios de una «misteriosa neumonía» que acabaría por causar 3.869 muertes en la ciudad, según las estadísticas oficiales.
Para evitar que la covid siguiera haciendo estragos, las autoridades impusieron el 23 de enero un inédito y estricto confinamiento que duró 11 semanas.
Según sus habitantes, era la única medida posible para evitar que la covid continuara haciendo estragos, pero no olvidan la confusión de los primeros días, cuando apenas había información disponible sobre la enfermedad, suministro de alimentos o material sanitario.
La gestión del brote en sus primeros compases ha sido objeto de controversias, y el propio alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang, reconoció que su gobierno tardó demasiado en revelar la información disponible sobre el brote, debido, según él, a que necesitaban la aprobación de instancias superiores para hacerla pública.
Al margen de su estricta cuarentena, Wuhan consiguió revertir la situación gracias a las fuertes medidas de prevención, la llegada de personal sanitario de otras provincias chinas o la construcción exprés de hospitales como el de Leishenshan, que comenzó a recibir pacientes en febrero de 2020.
Jesús Centeno
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Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.
Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.
Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.
Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.
Su compromiso con la escritura hasta el final
La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.
Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.
Raíces familiares e influencias
Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.
De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.
Formación y primeros pasos
Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.
Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.
Poesía satírica y provocación inteligente
Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.
También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.
Estrella indiscutible de ABC
Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.
Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.
Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.
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Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.
Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo
El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.
Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.
Principios inquebrantables
Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.
La última distinción y la despedida
A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.
El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.
Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.
Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.
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